A 528 años del descubrimiento de América, los mexicanos tenemos el reto de impedir separarnos por voces que provocan odio, encono, separación y disputa, tenemos la misión y la oportunidad de con trabajo, propuesta y firme valentía, defender a México como nación, porque ahora el enemigo no está afuera de nuestras fronteras, sino en el corazón político de nuestra Patria.
Así cerró su discurso el Gran Caballero del Consejo 4214 de Los Caballeros de Colón, Jorge Fernando Limón Romero, en el acto cívico que se celebró ayer en el estado de Veracruz, en el que increpó -sin mencionar su nombre-, al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador: “no podemos estar navegando ya sea por ignorancia o por malevolencia en este tipo de posturas ridículas, de pedirle a España y a la Iglesia que pidan perdón a México por hechos que ni siquiera fueron reales y que son parte de una historia tergiversada a conveniencia”.
Los mexicanos que queremos lo mejor para México somos la mayoría y debemos vivir la patria en el corazón, en la mente y en nuestras acciones, por eso en estos hechos históricos apuntalamos el orgullo de nuestra identidad, está en el legado de nuestros padres y su tierra. Es un error craso navegar por malevolencia en posturas ridículas, -refiriéndose a la disculpa que exige el ejecutivo federal-.
En entrevista con Agencia Católica de Noticias (ACN), reprochó el escenario ríspido que ocasionó el mandatario federal con sus discursos que están muy lejos de establecer un mensaje de unidad y respeto entre los mexicanos; “sin embargo, nos respalda una historia que nos otorga una identidad fuerte”.
Resaltó que
“hemos aprendido a respetar alegres las expresiones populares como son las fiestas, la dinámica familiar y el respeto, comenzando por nuestra casa, a los padres y también a la Iglesia, aunque ahora existan voces que enfilen todas sus baterías para destruir”.
De ahí que exhortó a “volver los ojos y el corazón a Dios para superar los embates dirigidos desde el centro político de nuestro país.
Sostuvo que el descubrimiento de América, “que se dice fácil, es en realidad uno de los descubrimientos más importantes de la historia del hombre, con una complejidad del mismo tamaño de la misión, pues en las Capitulaciones de Santa Fe, el documento donde se autoriza la misión por Isabel y Fernando Reyes de Castilla y Aragón, consta que la expedición se autoriza sin financiamiento, por eso es que la Reina Isabel con joyas propias financia en gran parte la misión autorizada, además de realizar valiosas gestiones para conseguir donaciones para la misma”.
“La expedición que duró dos meses y nueve días desde que Las Tres Carabelas, partieron de aquel puerto de palos el 2 de agosto de 1492, hasta que finalmente se escucha el 12 de octubre el grito: ¡Tierra a la vista! Por un tripulante de La Pinta al haber divisado Guanahaní, isla bautizada entonces como San Salvador, aquí inicia entonces el Descubrimiento de América, tras averías en las embarcaciones, amotinamientos por la desesperanza y la falta de comida, tempestades que casi los hacían naufragar. Sin duda valioso destacar el valor de la perseverancia y la Fe de Cristobal Colón, pues a pesar de la enorme diferencia entre los cálculos y la realidad, ya que Las Indias (ahora Japón) no se localizaban a 3 mil o 5 mil kilómetros de las costas de partida, sino a 19 mil y con un continente de por medio a los 6 mil 500 kilómetros, sin embargo a pesar de todas las voces, incluso de su más cercana tripulación, los hermanos Pinzón, que le pedían dar la vuelta y regresar, Colón siguió firme y así consiguieron llegar a tierra y descubrir América, el error más acertado de su tiempo, pues no fueron las Indias de Marco Polo”.
Destacó que Cristóbal Colón nunca llegó a nuestro ahora México, fue Hernán Cortés quien, como bien lo sabemos, entró por nuestras playas de la que fue llamada la Villa Rica de la Vera Cruz.
Por último aseveró que “los mexicanos que queremos lo mejor para México, somos la mayoría, y debemos vivir la patria en el corazón, en la mente y en nuestras acciones, por eso en estos hechos históricos apuntalamos el ‘orgullo de nuestra Identidad’, pues el encuentro de dos mundos perfeccionó realidades como la forma de gobernar con la figura de los cabildos, la importancia y protección a la familia, el respeto al primer derecho humano que es la vida, las misiones de Evangelización, las misiones de salud, después hospitales y por supuesto el tesoro de nuestra religión Católica”.
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