El Cuerpo de Cristo

Ruan Ángel Badillo Lagos

La expresión “el cuerpo de Cristo” reviste diferentes sentidos; unas veces signa el cuerpo de Jesús, otras, otras, su cuerpo eucarístico, o se refiere también al cuerpo del que nosotros somos miembros: la iglesia. El cuerpo de Jesús tuvo nuestra anatomía, nació de una mujer, estuvo sujeto al hambre, a la fatiga, a la sed, al sueño, al sufrimiento, y vivió en carne propia la realidad humana. Este fin trivial, idéntico al de todos los hombres, tiene un significado particular en la salvación, pues entregó su vida por nosotros, sin embargo, con su muerte no terminó todo. Este final se consumó con su resurrección, dando lugar a un cuerpo glorioso, un cuerpo claro y luminoso como un sol que nace de lo alto para iluminar a los que viven en tiniebla, en sombra de muerte.

Por consiguiente, ¿qué significa que Jesucristo esté presente en la Eucaristía bajo la apariencia de pan y el vino? Jesús se da a nosotros como alimento espiritual en la Eucaristía porque nos ama. Si estamos unidos a la humanidad de Cristo, también lo estamos a su divinidad. Nuestra naturaleza mortal y corruptible se transforma al unirse a la fuente de la vida, pero para obtener el beneficio espiritual es necesario creer que Cristo Jesús, nuestro Señor, completamente presente en la Eucaristía.

Con su Presencia Real, Cristo cumple su promesa de estar con nosotros todos los días, como la amistad que los amigos deben vivir juntos, compartiendo la vida de cada día en nuestro caminar hacia la vida eterna. Con este don de la presencia de Cristo en medio de nosotros, la Iglesia es verdaderamente bendecida. Ahora bien, ¿qué debemos hacer nosotros ante la grandeza de la eucaristía? Debemos responder con profunda reverencia, recogimiento y gratitud. Es fundamental prepararnos para recibir la Eucaristía con un corazón dispuesto y participar activamente de la celebración, ya que nos une a Cristo, a la Iglesia y a su vez nos impulsa a llevar su amor a los demás; en lo personal, me agrada cuando el sacerdote, al terminar la misa, da la bendición y dice “vayamos en paz, esta celebración ha terminado, vayan a servir a Dios y a los hermanos”, refiriéndose a que hagamos vida en los ambientes en donde nos desenvolvemos, lo que aquí hemos celebrado. Hay que dar razón de lo que somos, cristianos comprometidos con Cristo.

En efecto, el cuerpo de Cristo también se refiere a que somos miembros de la Iglesia y de un solo cuerpo; cada persona que ha recibido a Jesucristo como su Señor y salvador es un miembro del cuerpo de Cristo. La metáfora del cuerpo de Cristo se refiere a la Iglesia, la comunidad de creyentes en donde cada individuo es una parte vital y necesaria, considerando que no hay una parte específica más importante que otra, todos los miembros son esenciales. Esta unidad en la diversidad le da sentido y vitalidad al cuerpo que es la Iglesia, no obstante, como en un cuerpo vivo, ningún miembro se comporta de una forma meramente pasiva, sino que participa también de la actividad y la vida de este. Por tanto, el cuerpo de Cristo es individual, eucarístico, glorioso y de miembros, es decir, la iglesia.

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Pensador, reflexivo y analítico sobre la realidad del mundo contemporáneo; promotor del bien común, de la justicia social y de la dignidad de las personas. Creador del Método de Estilo Educativo Único (MEEU); se ha formado como Maestro de educación, directivo de diferentes instituciones, con Diplomado en Calidad Educativa para Cuerpos Directivos, fundador de la escuela Tierra y Libertad, pedagogo nato y matemático. Se ha desempeñado como asesor técnico del cuerpo directivo y soy miembro ejecutivo de la Asociación Civil Formando para la Vida; liturgo, laico católico comprometido, comunicador de la belleza y grandeza de la presencia real y gracia de Dios. Además, es columnista en diferentes espacios periodísticos tanto impresos como digitales. El Diario de Xalapa, El Heraldo de Xalapa, La Agencia Católica de Noticias ACN, La Aldea de la Información, Bitácoras Políticas de Noticias, El Matutino virtual e Infovaticana.com. Se desempeña como escritor, autor de diferentes libros: Experiencia de un alma, RUAH, Los secretos de mi alma, próximamente Pinceladas de verdad. Actualmente es miembro Premium de la Academia.edu, así como Coordinador del Consejo de Sabios de Veracruz. Ha participado en el programa de radio por Internet titulado “Identidad Católica”, en RADIO Kirios El centro de la radio. También es coordinador de la comunidad “Nueva Jerusalén”, tenista y socio activo, Vicepresidente de la Administración del Club Britania. Socio del Casino Jalapeño, altruista con una conducta humana ética entrañable; ocupado y preocupado por la atención desinteresada por el otro. Actualmente dueño de la Editorial Badillo, y Director General de la revista Xalapa Vive.
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