El conformismo puede ser bueno en algunas ocasiones, pero en otras no

Ruan Ángel Badillo Lagos
Ruan Ángel Badillo Lagos

En México, la población está atravesando un proceso de transición de envejecimiento demográfico que representa el incremento gradual en la población de personas de 60 años y más con respecto de la población total.

En el INEGI, de acuerdo con el censo del 2020, la población de 65 años o más ascendió a 9,763,558 personas, cifra que representó el 7.7% de la población total, no obstante, las proyecciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO) indican que para el 2050 se espera que haya 24,893,097 personas de 65 años de edad o más, lo que constituiría el 16.5% de la población total. Esto sería más del doble; nos encontramos en un lapso de transición para ser un “país viejo”, con una población de avanzada edad.

El gasto federal de pensiones representa para las finanzas públicas una presión, por lo que enfatizo que el gran problema, a corto o mediano plazo, constituye para el sistema fiscal mexicano todo un riesgo para la economía general del país. El gasto federal de pensiones en 2024 sería alrededor de 6.1 del PIB, casi la mitad de la recaudación tributaria y, si a eso agregamos el servicio a la deuda pública, que más o menos debe andar entre 3.4% del PIB, sumariamos casi 9.5%, solo entre pensiones y servicio de deuda, sin contar el gasto corriente.

En este contexto, con respecto de las pensiones, logro descubrir un drama social actual y observo que disminuyen los rebeldes mientras aumentan los conformistas. Me parece que este fenómeno está relacionado con ciertos hábitos adquiridos en la infancia de una sociedad conformista. Si están surgiendo muchos hijos conformistas es porque también proliferan los adultos conformistas, aunque intuyo en ello una evasión de problemas personales, es decir, buscar un escape de las situaciones que nos superan y esconder la cabeza. En cierta ocasión leí sobre la ideología conformista que propone adaptarse a lo que hay o a lo que me dan, lo cual genera una actitud de pasividad y resignación. Si esto no ocurre, las personas pueden considerarse inadaptadas socialmente; me refiero a algunos adultos mayores que pudiendo trabajar porque su condición es todavía óptima física e intelectualmente, asumen una actitud de vivir solamente con lo que el gobierno les da y están en espera de recibir la pensión. Vivimos en una época en la que se suele marginar a la persona inconformista mientras “se ensalza a los sumisos y los resignados que, lamento decir, son la masa que, con su pasividad, su modorra y falta de carácter, hacen lento el avance de las sociedades”. Por ello, la prevención de este problema requiere educar a los hijos en la cultura del esfuerzo, ello suele producir una mejor autoestima y un mejor concepto de uno mismo. La conformidad social es, en síntesis, una actitud sumisa de ir en contra del poder legalmente constituido. Aclaro que esta actitud puede ser individual o colectiva y se edifica sobre estructuras mentales de carácter complaciente; “el flojo mete la mano en el plato, pero le cansa llevarla a la boca” y se cree más sabio que los demás, “la puerta da vuelta sobre sus goznes, y el conformista sobre su lecho”. El conformismo puede ser bueno y satisfactorio en algunas ocasiones, pero no en otras; aceptar no es lo mismo que ser conformista.   

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Originario de Papantla de Olarte, Veracruz; casado una sola vez y padre de una familia conformada por cuatro hijos. Pensador, reflexivo y analítico sobre la realidad del mundo contemporáneo; promotor del bien común, de la justicia social y de la dignidad de las personas. Creador del Método de Estilo Educativo Único (MEEU); formación como profesor de educación primaria, maestro, directivo de diferentes instituciones, fundador de la escuela Tierra y Libertad, pedagogo nato y matemático. Ha sido asesor técnico del cuerpo directivo y es miembro ejecutivo de la Asociación Civil Formando para la Vida; liturgo, laico católico comprometido, comunicador de la belleza y grandeza de la presencia real y gracia de Dios. Escritor, autor de diferentes libros: Experiencia de un alma, RUAH y Los secretos de mi alma. Actualmente, tiene un programa de radio por Internet titulado “Identidad Católica”, en RADIO Kirios El centro de la radio. También es coordinador de la comunidad “Nueva Jerusalén”, tenista y socio activo del Club Britania.