El cardenal Sarah alerta en su último libro de la «reivindicación de la elección de sexo»

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El cardenal Robert Sarah advierte en su último libro ‘Catecismo de la vida espiritual’ (Palabra) del «eclipse de Dios» en las sociedades posmodernas y avisa de que esta exclusión conlleva «la rebelión contra cualquier límite» dando lugar a «exacerbaciones» como «la reivindicación de la elección de sexo».

«La exclusión de Dios conlleva el rechazo de toda autoridad, la rebelión contra cualquier límite, contra todo valor moral universal y contra el fundamento mismo de esos valores –es decir, la noción de naturaleza humana–, dando lugar a exacerbaciones bien conocidas: la reivindicación de la elección de sexo o la modificación del cuerpo para convertirse en un ‘hombre aumentado’ que sueña con el control total de la vida hasta producir un hombre inmortal», señala Sarah.

En el libro, el cardenal guineano subraya la «urgencia» de que los fieles cuenten con un catecismo en forma de itinerario espiritual, ante el «eclipse de Dios en las sociedades posmodernas, la crisis de los valores humanos y morales fundamentales y sus repercusiones incluso en la Iglesia», y ante la «pérdida del auténtico sentido de la liturgia y el desdibujamiento de la identidad sacerdotal».

Por ello, Sarah propone una «vuelta a casa», hacia la «interioridad» en la que «espera Dios» y que ha quedado «abandonada»; e invita a «tirar por la borda» el «orgullo, la suficiencia, una vida deshonesta y corrompida, la tibieza e indiferencia hacia las cosas de Dios» así como «la dejadez a la hora de avanzar en la comprensión de los misterios cristianos».

El cardenal también subraya que «la vida cristiana es incompatible con el pecado» y añade que «exige de cada uno abandonar el anterior modo de vida, despojarse del hombre viejo ‘corrompido por sus apetencias seductoras’; renovarse ‘en la mente y en el espíritu’ y revestirse ‘de la nueva condición humana creada a imagen de Dios: justicia y santidad verdaderas'».

Robert Sarah nació en Guinea en 1945. Es sacerdote desde 1969 y, en 1979, fue nombrado arzobispo de Conakri, con 34 años de edad. En 2001, Juan Pablo II lo llamó a la Curia romana, donde desempeñó sucesivamente dos altos cargos. Benedicto XVI lo creó cardenal en 2010, y, en 2014, Francisco lo nombró prefecto de la Congregación para el Culto divino y la disciplina de los sacramentos, donde ha estado hasta junio de 2020. El 8 de mayo de 2021, el Papa Francisco lo nombró miembro de la Congregación de las Iglesias Orientales.

DiarioSigloXXI.

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