El aborto como derecho humano es una deriva antropológica: obispos de la Unión Europea

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La  Conferencia de Episcopados de la Unión Europea (COMECE) comenta la aprobación por parte del Parlamento Europeo del Informe Matic sobre salud y derechos reproductivos y sexuales en la Unión. Secretario Barrios Prieto: un voto preocupante, inaceptable que el acceso al aborto pueda prevalecer sobre la objeción de conciencia. Los no nacidos tienen el derecho fundamental a la vida.

«¿Cómo es posible que una Europa que tiene raíces cristianas, una Europa que pone en primer lugar la dignidad de la persona y cuyo proyecto europeo se caracteriza precisamente por la defensa de la vida y del ser humano, del hombre y de la mujer, vea el aborto como un derecho?» Con esta pregunta don Manuel Barrios Prieto, secretario general de COMECE, que reúne a los obispos de los países miembros de la Unión Europea, expresa su preocupación por la aprobación en el Parlamento Europeo del llamado «Informe Matic» -que lleva el nombre del eurodiputado croata que lo propuso- sobre «la salud y los derechos reproductivos y sexuales en la Unión, en el contexto de la salud de las mujeres».

El «Informe Matic»

Un texto, no vinculante para los estados miembros, que de hecho equipara el aborto a un derecho fundamental y considera las leyes restrictivas de algunos estados miembros en esta materia como una violación de los derechos humanos y una forma de violencia de género. La resolución, que fue votada por el Parlamento, aprobada con 378 votos a favor, 255 en contra y 42 abstenciones, también pide que se garantice el acceso universal al aborto seguro y legal en todos los Estados miembros, como parte de un marco general de fortalecimiento de los derechos de las mujeres.

«Esto es un gran error»

«Hemos intentado llamar a la responsabilidad a los eurodiputados en esta votación y que comprendan la importancia de este tema», explica además Barrios, «que no sólo afecta a la salud sexual y reproductiva». «El derecho a la salud», reitera, «es un derecho fundamental y todos queremos que se respete y proteja, especialmente en esta pandemia, y en el contexto de la defensa de la dignidad de las mujeres esto es aún más valioso». Es evidente, por tanto, que la Iglesia quiere que se promueva el derecho a la salud, pero el problema es incluir en este ámbito también el derecho al aborto, considerado casi en el documento como un derecho fundamental. Creo que es un gran error y el hecho de que los parlamentarios hayan votado a favor de este texto es preocupante».

No existe el derecho al aborto

«No existe ningún tratado internacional» que contemple el «derecho humano al aborto», subrayan los obispos europeos.  En el texto de la resolución, subraya Barrios, «se dice que este derecho a la salud, que también incluye el derecho al aborto, debe ser garantizado, especialmente en las regiones rurales, en lugares donde no hay un fuerte acceso a los servicios médicos, incluso por encima del derecho a la objeción de conciencia».

La libertad de conciencia debe respetarse siempre

En la resolución del Parlamento Europeo, de hecho, los diputados «lamentan que la práctica común en algunos Estados miembros permita al personal médico y a veces a instituciones médicas enteras prestar servicios sanitarios sobre la base de la llamada objeción de conciencia», lo que pondría en peligro «la vida y los derechos de las mujeres». «Esto no es aceptable», subraya además Barrios. «La objeción de conciencia incluye para nosotros no sólo el derecho del trabajador sanitario individual», explica, «sino también el derecho de una institución que tiene su propia misión, su propia vocación y no puede atarse a algo que ve precisamente como contrario a sus principios fundamentales». El derecho a la objeción de conciencia procede precisamente del derecho fundamental a la libertad religiosa y a la libertad de pensamiento y debe respetarse siempre».

Un cambio de mentalidad que preocupa

«La votación del informe Matic fue muy disputada, la diferencia entre el sí y el no, no fue tan grande», continúa el Secretario General de la COMECE, «sin embargo, esta deriva es preocupante». «Muestra una crisis antropológica, pone en cuestión una forma de entender al ser humano. Esta votación del Parlamento Europeo, aunque sea un documento no vinculante, es preocupante, porque por debajo hay un cambio de mentalidad a la hora de ver las cosas que debería preocuparnos un poco a todos». En esta resolución, subrayan los obispos, está muy ausente el niño no nacido, privado de su derecho fundamental a la vida, como todo ser humano.

Michele Raviart – Ciudad del Vaticano

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