Ejecutivo federal prohíbe terapias de reconversión sin contar con un solo estudio científico sobre sus efectos negativos: Dabdoub

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Con base a estudios de reconocidas instituciones en EEUU, Juan Dabdoub Giacoman, presidente del Consejo Mexicano de la Familia, argumentó que nadie nace homosexual por lo que puede retomar su heterosexualidad, y que el Estado no debe impedirlo.

En el video, con duración de 4 minutos, Dabdoub, quien es activista a favor de la vida y la familia, expuso el comportamiento “déspota”, del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien persiste en quitar la libertad de decisión a las personas que quieren retomar su heterosexualidad, incluso a los padres que quieren ayudar a sus hijos a lograrlo, así como la libertad de ejercer su profesión a psicólogos y psiquiatras.

Retó al mandatario federal y a la secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, “que presenten un solo estudio, que sea de este siglo, con rigor científico sobre los supuestos efectos negativos de las terapias de reorientación sexual, donde además muestren el tipo de tratamiento aplicado y los efectos negativos que hubieran producido”.

Subrayó que el doctor Francis Collins, director del Programa “Genoma Humano”, confirmó que no existe un gen gay y que nadie nace con una orientación sexual que no sea la heterosexual.

Además, sostuvo que el estudio más grande de la historia de la humanidad sobre el origen de la homosexualidad que abarcó casi medio millón de personas en Estados Unidos y Europa donde participaron: el Massachusetts Institute of Technology,  Harvard y otras universidades, publicado en agosto del año pasado, concluyó que no hay evidencia científica de que se nace gay, ni de que exista un gen homosexual.

Aclaró que “tampoco nadie elige ser homosexual, pues es una condición en la que se deriva de manera inconsciente, producto de aprendizaje surgido de las experiencias vividas en la primera infancia”.

Calificó de preocupante que Morena orqueste una ley para prohibir a las personas que rechazan su homosexualidad, el poder retomar su condición natural de heterosexuales; ello, a través de la encargada de la política interior del país, Sánchez Cordero, senadores y diputados.

¿Cuál es el interés del presidente por fastidiarle la vida a estas personas que tienen derecho a buscar tu felicidad? ¿Por qué quitarles la libertad de buscar la ayuda que cada quien considere conveniente? ¿Qué tiene que meterse al presidente en la intimidad de las personas? Cuestionó.

Añadió que operadores políticos de Obrador, refieren, -sin pruebas-, que las terapias para reorientar la sexualidad, “…constituyen tratos crueles inhumanos y degradantes que incluso pueden resultar tortura”.

Por otro lado, Dabdoub citó otro absurdo, por parte del Conapred, en su página web, dice: “la orientación sexual (…) es una dimensión íntima y privada de la personalidad (…).

En ese contexto, sostuvo que “sí es algo que pertenece a la dimensión íntima y privada de las personas ¿Qué rayos hacen metiéndose a la intimidad de las personas? ¿Qué le importa a Gobernación si alguien es feliz siendo gay o no? ¿Qué le importa si alguien quiere cambiar su orientación sexual o no?

Además, “la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró que quienes padecen la orientación sexual egodistónica, esto es que la persona está en conflicto a disgusto con su orientación sexual, puede buscar un tratamiento con el fin de cambiarla; entonces ¿Cuál es el problema? Remató.

Por último, confió en que Morena desista de su persistente intromisión para impulsar la ideología de género y permita a las personas pedir ayuda para cambiar su orientación sexual, en la misma línea a los padres que tienen hijos confundidos sobre su sexualidad.

El dato:

La reforma al Código Penal de la Ciudad de México, sanciona con penas de dos a cinco años de prisión a quienes realicen terapias de conversión, que consisten en anular o modificar la orientación sexual de las personas.

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