El suizo Joseph Maria Bonnemain, recientemente nombrado obispo suizo de Coira y miembro del Opus Dei, ha entrado en el debate que se vive en su país en torno a la aprobación del ‘matrimonio’ homosexual pronunciándose a favor, siempre que se ‘rebautice’ al matrimonio real para “diferenciarlos”.
A principios de mes, el padre Jesusmary, de Benin, miembro del Opus Dei, fue suspendido como sacerdote en marzo de este año después de que el pasado noviembre criticara el apoyo del papa Francisco a las uniones civiles de parejas homosexuales y le pidiera que corrigiera su postura o dimitiera. No se le permite celebrar misas públicas, ni predicar, ni confesar, y también se le dijo que abandonara la residencia del Opus Dei.
En cambio, el obispo suizo Joseph Maria Bonnemain, sostiene la postura contraria, más acorde con lo defendido por Su Santidad en el ya célebre docudrama Francesco de Evgeny Afineevsky y, naturalmente, el Opus Dei no tiene nada que oponer.
En Suiza se debate el ‘matrimonio para todos’, y el obispo ha intervenido en él repetidas veces, en la dirección contraria a la que había sido hasta ahora la línea de la Iglesia. Bonnemain no tiene el menor problema en que las parejas homosexuales sean reconocidas con todos los derechos del matrimonio, salvo el nombre. En ningún momento de sus numerosas intervenciones ha recordado la naturaleza intrínsecamente pecaminosa de los actos homosexuales.
Bonnemain, nombrado obispo contra el parecer de las autoridades eclesiásticas locales, es la prueba viviente del punto flaco -uno de ellos- de la ‘sinodalidad’ que va a centrar el próximo sínodo y que tan cara es al corazón del Papa: no tiene mucho sentido dar libertad de participación a los prelados cuando estos han sido elegidos para que te den la razón, o se alinean automáticamente con la cambiante línea oficial para seguir escalando en el escalafón.
23 septiembre, 2021.
Infovaticana.