«¿Dónde está el centro de todo el desarrollo?»

Guillermo Gazanini Espinoza
Guillermo Gazanini Espinoza

Entre las personas de las diversas sociedades modernas, aunque estén íntimamente unidas por diversos lazos y vínculos, siempre habrá un abismo abierto que solo la caridad de Cristo podrá llenar. Esta situación de vida nos la hace presente y visible el evangelio de San Mateo del capítulo 25: “Entonces dirá también a los de su izquierda: «Apartaos de mí… Porque tuve hambre, y no me dieron de comer, tuve sed, y no me dieron de beber; fui forastero, y no me recibieron; estaba desnudo, y no me vistieron; enfermo, y en la cárcel, y no me visitaron». Entonces ellos también responderán, diciendo: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o como forastero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?». Él entonces les responderá, diciendo: «En verdad les digo que en cuanto no lo hicieron a uno de los más pequeños de estos, tampoco a mí lo hicieron” (25, 41-45).

El cierre del Año Litúrgico, con la solemnidad de Cristo Rey del Universo, es una valiosa oportunidad para todos de volver la mirada a lo esencial de la vida y convivencia entre todos los que formamos la sociedad mexicana y veracruzana: Vernos como personas con un rostro concreto, necesitadas de amor y ayuda. No podemos olvidar que somos hermanos y que tenemos una vacación de eternidad. El camino es volver nuestro corazón y nuestra mirada al rostro de los que están cerca de nosotros.

Este cierre del Año Litúrgico nos ofrece un invaluable momento para revisar nuestro caminar y actuar como sociedad hasta reconocer que es necesario recomponer el centro de nuestros intereses sociales, económicos, políticos, religiosos y culturales. Los más de 50 millones de pobres en México y tantos desafíos sin respuesta, nos deben ayudar a reconocer que es tiempo para cambiar el rumbo de nuestra patria con proyectos donde todos podamos participar hasta lograr una sociedad fraterna y solidaria. La caridad de Cristo nos una para buscar el bien de todos y para todos.

Pbro. Juan Beristain de los Santos

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