Diputados Federales amenazan seguir desmantelando la estructura social de México.

Ferdinard Recio López
Ferdinard Recio López

Mientras México sigue preocupado por las crisis de salud y económica, en la Cámara de Diputados quieren, el próximo lunes 8, realizar un atentado a la estructura social del país. 

El lunes, sin que hoy sea noticia en ningún medio masivo, la Comisión de Puntos Constitucionales pretende aprobar una reforma a 19 artículos de la Constitución para incluir según lo expuesto en su propuesta de dictamen la «perspectiva de género», eso que la mayoría entendemos como la igualdad entre mujer y hombre, pero que en realidad es mucho más. 

Esta reforma, de entrada, le pongo por ejemplo,  establece en la Constitución que toda persona tiene derecho a la sexualidad y la decisión libre con quién compartirla, respetando sus preferencias y orientaciones sexuales. 

Ese simple cambio “implica el derecho de todo menor de edad a tener sexo con quien quiera”. Habrá quién me diga que la pedofilia no se toca. Eso no es cierto, la  pedofilia es un delito de Código Penal y si se hace este cambio las preferencias y orientaciones sexuales para  ejercer  el sexo estarán protegidas, por tanto, todo delito que viole ese derecho debe ser modificado. Esto, creanme, no surgió ayer, Naciones Unidas lo ha venido impulsando como parte del progreso en los países; como Holanda, por ejemplo. 

Ahora la pregunta es: ¿En qué ayuda a la igualdad entre  hombre y mujer que haya derecho constitucional a la sexualidad? La respuesta es simple: en nada. Pero bajo ese disfraz se agregan temas que de otra forma “no pasarían”. 

Otro cambio que  incluyen en la Constitución es el derecho de toda persona a la identidad y expresión de género, así como el derecho a la identidad sexual y genital, para el mejor desarrollo de su libre personalidad. 

Esto significa que toda persona, incluyendo menores de edad, puede cambiarse de sexo libremente y como derecho; es decir, el Estado debe promoverlo y garantizarlo. 

Entendamos esto bien, en el país donde no hay para pagar medicinas para el cáncer, nuestros diputados plantean que los hospitales públicos sirvan para cambiarle el sexo a las personas. Ah! Y si su hijo quiere cambiarse de sexo, olvídese de poder negarle ese «derecho». Imagínese, en Oaxaca “no pueden comprar pan dulce” pero con esto, “si podrán cambiarse de sexo”. 

Otro cambio que incluyen como derecho, es la «autonomía reproductiva y libre desarrollo de la personalidad». Esto, no es otra cosa que un disfraz para establecer “que toda mujer pueda decidir el tener o no tener hijos. Así como mencioné de la pedofilia, en este caso el delito de aborto “no será” más un delito. Ahora tendremos el tema de libre desarrollo de la personalidad sin estar legalmente definido; una “caja de Pandora” porque en él todo entra. ¿Qué entiende usted como derecho a ejercer libremente su personalidad? No importa cuál haya sido su respuesta, adelante, ¡eso es!

Para no hacer esto más largo, le dejo otros dos cambios que saltan en el análisis:

Primero la reforma prohibe las manifestaciones que promuevan estereotipos de género y en segundo lugar establece la “igualdad sustantiva y paridad de genero”, en todo, tanto en lo público como en lo privado. 

Partamos de una base que a nuestros legisladores no les gusta ver: 

¿Por qué no se habla de paridad hombre y mujer? 

¿Por qué se habla de género? 

Bueno, lo que pasa es que si, por ejemplo, vamos a Naciones Unidas (ONU), ahí “género no son solo hombres y mujeres”, también género es ser transexual,  lesbiana u homosexual y otros tantos más. 

Ya vimos hace poco una discusión en la que se mencionó que los concursos de belleza son estereotipos de género, pero esto va a aplicar a “todos esos géneros” de las Naciones Unidas; ¿Por qué no poner entonces, hombre y mujer?

Ahora le preguntó: 

¿Es justo para una asociación de mujeres artesanas en Chiapas, que pusieron su empresa, que ahora violen la Constitución porque no hay igual número de hombres en ella?

¡A esto hemos llegado!, al rídiculo en pensar que la igualdad en una empresa o en cualquier oficina -no importa de qué tipo sea- si no hay “igualdad de género”, no existe la igualdad. 

Y ya para terminar, le decía que eso será el lunes, pues el martes en la Comisión de Gobernación y Población “prohiben a las asociaciones religiosas” cualquier acto de discriminación violando así el Estado Laico. 

Le dejo esta reflexión final: 

Casi a todos a quienes pregunto si consideran que sus abuelos o ellos tenían mejor calidad de vida, es mayoritaria la respuesta que nuestros abuelos vivían mejor, y es que el “falso progreso nos ha ido transformando como sociedad y no para bien”.

Ante esto lo invito a que si no está de acuerdo con lo que se va a votar averigüe el teléfono de su diputado federal y hágaselo saber. De lo contrario nuestra sociedad, y sus principios y valores sufrirán, ¡y mucho! 

Comparte: