La diputada federal Laura Rojas Hernández, del Partido Acción Nacional (PAN), propuso recientemente reformar la Constitución Política de México para cambiar los nombres de las cámaras del Congreso aplicando el “lenguaje inclusivo”.
Al presentar su iniciativa el 8 de septiembre, Rojas Hernández dijo que
“esta propuesta modifica el nombre de las cámaras que integran el Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos a que hacen referencia los artículos 50, 52 y 56 de la Constitución, para quedar como ‘Cámara de Diputadas y Diputados’ y ‘Cámara de Senadoras y Senadores’”.
La diputada del PAN, expresidenta de la Cámara de Diputados, justificó su propuesta en que “lo que no se nombra no existe, y lo que se nombra construye realidades” y señaló como modelos de “avance cultural, jurídico y político” a medidas similares promovidas en España, Argentina y Chile.
A través de las redes sociales muchas personas criticaron la propuesta de Rojas Hernández, pues “hay cosas urgentes y realmente importantes que requieren su atención”, y algunos usuarios recordaron la carencia de medicamentos para niños con cáncer en México.
En diálogo con ACI Prensa, Juan Carlos Leal, diputado estatal del estado de Nuevo León por el Partido Encuentro Social (PES), señaló que “lamentamos mucho este tipo de iniciativas que no abonan nada a la productividad del país”.
“¿Qué estará pensando el campesino que perdió su cosecha, la Pyme (pequeña y mediana empresa) que tuvo que cerrar por la contingencia o la madre de familia que no tiene qué darle de comer a sus hijos, de las iniciativas que están colocando a nivel federal?”,
cuestionó.
Para Leal, “debemos legislar con el sentido común y no viendo una agenda progresista que no nos beneficia en nada”.
La Real Academia Española (RAE), cuya misión es “la defensa de la unidad de la lengua española”, ha rechazado repetidamente el llamado “lenguaje inclusivo”. Apenas en 2018, al publicar su “Libro de estilo de la lengua española según la norma panhispánica”, la institución indicó que usos como “todos y todas”, o recurrir a “x”, “@” y “e” para “todxs”, “tod@s” y “todes” son innecesarios.
Con información de Aciprensa/David Ramos