Dios uno y trino

Ruan Ángel Badillo Lagos

Para alcanzar las alturas es necesario subir con la ayuda de un gigante, san Gregorio Nacianceno, y el horizonte que quiero reflexionar es Dios en su Trinidad, recordando que desde el principio de la creación la historia y la pedagogía de Dios proclama abiertamente la existencia de un ser creador Padre. Desde entonces se comienza a anunciar veladamente, prefigurando la existencia del Hijo, a quien más adelante los profetas proclaman abiertamente, y se comienza a revelar la divinidad del Espíritu Santo, dando lugar a la claridad de la gloria de la Santísima Trinidad.

Se pudiera pensar que existe una triple división en tres periodos distintos hablando del tiempo: el del Padre en la creación y los inicios de las gestas mosaicas; la del Hijo en la encarnación, muerte y resurrección; y la del Espíritu Santo en la fundación de la Iglesia. San Gregorio se refiere al “orden de la manifestación, no al del ser o de la acción de las tres personas”, lo cierto es que siempre están presentes y obran juntas a través del tiempo y de la historia.

El dogma trinitario es “el misterio de la Santísima Trinidad, es el misterio central de la fe y de la vida cristiana… es la fuente de todos los otros misterios de la fe”; regresando a una de las aportaciones del ilustre Gregorio, quedó claro que “fue, era y estaba: pero era uno solo. Luz y luz y luz, pero una sola luz”. En la actualidad podemos comprender con la fe que la luz es el Padre, entendemos que la luz es el Hijo y la Luz que irradia el Espíritu es la misma luz, por tanto, me atrevo a decir de manera sucinta que Dios es uno en tres personas, está “dividido en uno solo”

Quiero hacer referencia a dos conceptos, ousia e hipóstasis, sustancia y persona. Estos existen en la naturaleza, entre las especies y los individuos. Para San Gregorio, la Santísima Trinidad no es una verdad abstracta o simplemente un dogma donde todos son obligados a creer, sino una pasión por un enamorado de la Trinidad. Él ha dicho “mis ojos han estado deslumbrados por la luz de la Trinidad… estoy muerto para el mundo y el mundo ha muerto para mí”, refiriéndose a que lo más importante son las cosas de Dios. Así es, amigos, no podemos vivir sin la Trinidad, debemos arriesgarnos a creer en la unidad de la naturaleza divina, independientemente de los iluministas que presiden del todo para concentrarse en Dios, argumentando que con la doctrina trinitaria no se puede conseguir nada práctico, es decir, que para ellos la sustancia es irrelevante para la vida del hombre. ¡Qué necesidad tendría Dios de dividirse en tres!

No obstante, nosotros sabemos que la trinidad abre la puerta a la fe y, como dice la palabra de Juan, Dios es amor, asimismo, afirma san Agustín que “Dios es amor, por tanto ¡Él es Trinidad!”. Tratando de encontrar una idea clara desde mi pequeñez y tenuidad de entendimiento, y desde la vivencia en la fe, puedo decir que el Padre es el que ama en la Trinidad, la fuente y el principio de todas las cosas. El Hijo es el que ama y es amado, y el Espíritu Santo es el amor con que se ama.

Un Dios de puro poder y omnipotencia no tendría necesidad de ser trino, pero un Dios que es amor, sí, porque es misericordioso. Por ello, creo que la “puerta” para entrar a la Trinidad es, sin lugar a duda, Jesucristo. Entremos por ella.

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Pensador, reflexivo y analítico sobre la realidad del mundo contemporáneo; promotor del bien común, de la justicia social y de la dignidad de las personas. Creador del Método de Estilo Educativo Único (MEEU); se ha formado como Maestro de educación, directivo de diferentes instituciones, con Diplomado en Calidad Educativa para Cuerpos Directivos, fundador de la escuela Tierra y Libertad, pedagogo nato y matemático. Se ha desempeñado como asesor técnico del cuerpo directivo y soy miembro ejecutivo de la Asociación Civil Formando para la Vida; liturgo, laico católico comprometido, comunicador de la belleza y grandeza de la presencia real y gracia de Dios. Además, es columnista en diferentes espacios periodísticos tanto impresos como digitales. El Diario de Xalapa, El Heraldo de Xalapa, La Agencia Católica de Noticias ACN, La Aldea de la Información, Bitácoras Políticas de Noticias, El Matutino virtual e Infovaticana.com. Se desempeña como escritor, autor de diferentes libros: Experiencia de un alma, RUAH, Los secretos de mi alma, próximamente Pinceladas de verdad. Actualmente es miembro Premium de la Academia.edu, así como Coordinador del Consejo de Sabios de Veracruz. Ha participado en el programa de radio por Internet titulado “Identidad Católica”, en RADIO Kirios El centro de la radio. También es coordinador de la comunidad “Nueva Jerusalén”, tenista y socio activo, Vicepresidente de la Administración del Club Britania. Socio del Casino Jalapeño, altruista con una conducta humana ética entrañable; ocupado y preocupado por la atención desinteresada por el otro. Actualmente dueño de la Editorial Badillo, y Director General de la revista Xalapa Vive.