Según el Center for Responsive Politics, más de 320 millones de dólares de «dinero oscuro» habrían ayudado a impulsar a los demócratas en las elecciones, rumbo a la Casa Blanca y el Congreso. Aproximadamente un tercio del total de ese dinero de origen anónimo, unos 132 millones, habría beneficiado principalmente al rival del presidente Donald Trump, Joe Biden.
El análisis del centro define «dinero oscuro» como «donaciones y gastos de organizaciones sin fines de lucro que no revelan sus fuentes». También incluye el dinero que fluye hacia la política por parte de corporaciones de responsabilidad limitada que operarían como compañías fantasmas.
El informe también adjudica al presidente Trump la recepción de dinero oscuro, sólo que en una proporción sustancialmente inferior a la percibida por Biden: Trump sólo habría recibido alrededor de 22 millones de dólares, apenas un sexto del percibido por Biden.
El inesperado reporte de CNN
Lo más significativo es que este informe particularmente crítico para Biden no ha sido reportado por medios afines al presidente Trump, aun en ejercicio, sino por la propia CNN, que se ha caracterizado por su línea editorial favorable al Partido Demócrata.
ICYMI this weekend: @CNN's report with @OpenSecretsDC reveals Joe Biden benefitted from OVER $132 MILLION in "dark money" spending reported to the FEC & untraceable donations to pro-Biden super PACs—6X the ~$22M boosting Donald Trump in the 2020 election https://t.co/3N7YqDZkzD
— Anna Massoglia (@annalecta) November 30, 2020
Las nuevas cifras llegan cuando candidatos, partidos políticos y grupos externos, incluidos los financiados por organizaciones sin fines de lucro que ocultan a sus donantes, emprenden una nueva ola de gastos en Georgia con el objetivo de influir en los votantes con vistas a elecciones que determinarán qué partido controla finalmente el Senado de Estados Unidos.
Según un recuento de CNN a partir de datos publicitarios recopilados por el Campaign Media Analysis Group de Kantar, hasta el miércoles 25 de noviembre ya se habían reservado más de $ 287 millones para anuncios de televisión en ese estado.
El medio reunió testimonios de agrupaciones civiles dedicadas a vigilar el gasto electoral y aumentar su transparencia, como por ejemplo Democracy 21, parte de una coalición que comprende a 170 grupos.
«Este es un sistema podrido, pero mientras exista, ambos partidos lo usarán», dijo Fred Wertheimer, director de Democracy 21.
Wertheimer señala que si bien los donantes de Biden se negaron a realizar comentarios sobre tales registros, remarcaron su decisión de permitir que los reporteros asistan a los eventos de recaudación de fondos de su campaña como una señal de su compromiso con la transparencia.
El dinero «oscuro» de 2020 ayudó principalmente a candidatos demócratas
Conforme el análisis disponible en opensecrets.org, tres grupos progresistas, liderados por una organización poco conocida llamada Sixteen Thirty Fund, representan un tercio de las donaciones de dinero «oscuro» aportado a los demócratas.
En los últimos años, Sixteen Thirty Fund ha surgido como un centro para grupos de izquierda, a los que proporciona servicios administrativos, legales y contables destinados a impulsar proyectos progresistas.
En el ámbito judicial, el fondo opera mediante grupos entre los cuales se encuentra por ejemplo Demand Justice, que se ha opuesto a las nominaciones de jueces efectuadas por el presidente Donald Trump. Vale mencionar en tal sentido que el presidente Trump nominó a Amy Coney Barret a la Corte Suprema apenas días antes de las elecciones. Este es un dato importante ahora que el mandatario anuncia que su demanda por fraude electoral será presentada ante la Corte.
Los ataques demócratas con fondos «oscuros»
Durante el proceso de confirmación en el Senado, la bancada demócrata se manifestó públicamente en contra de dicha nominación, dado que Barret es católica y conservadora, lo cual, advierten, constituiría un peligro para su agenda progresista.
Sixteen Thirty Fund también habría ayudado a los donantes demócratas a enviar dinero a otros grupos surgidos durante el ciclo electoral de 2020 para apuntar a senadores republicanos vulnerables.
Por ejemplo, casi 4 millones de dólares se destinaron a una organización sin fines de lucro denominada Maine Momentum, que atacó a la senadora republicana Susan Collins. Pero fallaron. Collins igual prevaleció sobre su rival demócrata Sara Gideon.
Even though big spending in Senate races didn’t win them an outright majority in Nov., Democrats have one last chance to control the Senate. It all hangs on the two Georgia #RunoffElections on Jan. 5. Take a look at how the two parties spent their money https://t.co/0yFDbTHCss
— Reuters Graphics (@ReutersGraphics) November 24, 2020
También ciertas agrupaciones de republicanos no «trumpistas» habrían sido beneficiarias de estos fondos. El Proyecto Lincoln, por ejemplo, habría recibido 300.000 dólares.
Donantes anónimos
En total, según su declaración de impuestos más reciente, informada por primera vez por Politico, Sixteen Thirty Fund recibió más de 137 millones de dólares de donantes anónimos en 2019, incluyendo una contribución de 33 millones de dólares de un único donante no identificado.
La justificación de Amy Kurtz, directora ejecutiva de Sixteen Thirty Fund, es que «dada la naturaleza divisoria de la política actual, algunos de estos donantes optaron por permanecer en el anonimato».
No obstante, con ello están atentando contra reglas federales que estipulan que las organizaciones sin fines de lucro deben detallar públicamente cada donación.
Las elecciones presidenciales de 2020 se han visto manchadas por un sinfín de irregularidades. Ahora incluyen fondos oscuros.
Será finalmente la justicia la que determine al ganador.
Con información de Panam Post/Mamela Fiallo Flor