“Diez papas contradicen la visión del comunismo del Papa Francisco”

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¿Tienen cristianos y comunistas “la misma misión”, como dijo recientemente Francisco? 

Diez papas seguidos a lo largo de más de un siglo y medio negaron que el catolicismo, por un lado, y el marxismo o doctrinas afines, por el otro, puedan tener una misión común, como ahora pretende Francisco:

“La indescriptible doctrina del comunismo, como se la llama, [es] una doctrina sumamente opuesta a la propia ley natural”

(Pío IX, Qui Pluribus)

“No hay nada en común entre la democracia social y la democracia cristiana. Se diferencian entre sí tanto como la secta del socialismo se diferencia de la profesión del cristianismo”

(León XIII, Graves de Communi Re)

“La audacia y la frivolidad de hombres que se llaman a sí mismos católicos y sueñan con remodelar la sociedad… y con establecer en la tierra, más allá de los límites de la Iglesia católica, ‘el reino del amor y la justicia’… Una mera construcción verbal y quimérica en el que veremos, brillando en un revoltijo y en una confusión seductora, las palabras Libertad, Justicia, Fraternidad, Amor, Igualdad y exaltación humana, todas ellas apoyadas en una dignidad humana mal entendida… Sí, podemos decir verdaderamente que el Sillon, con los ojos fijos en una quimera, trae consigo el socialismo”

(Pío X, Notre Charge Apostolique)

“No es nuestra intención aquí repetir los argumentos que exponen claramente los errores del socialismo y de doctrinas similares. Nuestro predecesor, León XIII, lo hizo muy sabiamente en encíclicas verdaderamente memorables; y vosotros, Venerables Hermanos, procurad con sumo cuidado que esos graves preceptos nunca sean olvidados”

(Benedicto XV, Ad Beatissimi Apostolorum)

“El socialismo, si sigue siendo verdaderamente socialismo, incluso después de haber cedido ante la verdad y la justicia en los puntos que hemos mencionado, no puede conciliarse con las enseñanzas de la Iglesia Católica porque su concepto de la sociedad misma es completamente ajeno a la verdad cristiana… socialismo, socialismo cristiano, son términos contradictorios; nadie puede ser al mismo tiempo un buen católico y un verdadero socialista” (Pío XI, Quadragesimo Anno) “El comunismo es intrínsecamente malo, y nadie que quiera salvar la civilización cristiana puede colaborar con él en empresa alguna”

(Pío XI, Divini Redemptoris)

“La Iglesia ha condenado las diversas formas del socialismo marxista; y los condena nuevamente hoy, porque es su derecho y deber permanente salvaguardar a los hombres de argumentos falaces e influencias subversivas que ponen en peligro su salvación eterna”

(Pío XII, Evangelii Praecones)

“El Papa Pío XI enfatizó aún más la oposición fundamental entre comunismo y cristianismo, y dejó claro que ningún católico podría suscribirse ni siquiera al socialismo moderado”

(Juan XXIII, Mater et Magistra)

“Con demasiada frecuencia los cristianos atraídos por el socialismo tienden a idealizarlo en términos que, además, son muy generales: voluntad de justicia, solidaridad e igualdad. Se niegan a reconocer las limitaciones de los movimientos socialistas históricos, que siguen condicionados por las ideologías de las que surgieron”

(Pablo VI, Octogesima Adveniens)

“El error fundamental del socialismo es de naturaleza antropológica… El deseo sincero de estar del lado de los oprimidos y de no ser apartados del curso de la historia ha llevado a muchos creyentes a buscar de diversas maneras un compromiso imposible entre el marxismo y el cristianismo”

(Juan Pablo II, Centesimus Annus)

“Se ha planteado una objeción a la actividad caritativa de la Iglesia, desarrollada posteriormente con particular insistencia por el marxismo: se afirma que los pobres no necesitan caridad sino justicia… El marxismo había visto la revolución mundial y sus preliminares como la panacea para el problema social… La actividad caritativa cristiana debe ser independiente de partidos e ideologías. No es un medio para cambiar ideológicamente el mundo, y no está al servicio de estratagemas mundanas… [El marxismo] es realmente una filosofía inhumana. Los hombres del presente son sacrificados al moloch del futuro”

(Benedicto XVI, Deus Caritas Est)

Por Edward Feser.

Llamado por la National Review «uno de los mejores escritores contemporáneos sobre filosofía» Feser es el autor de On NozickPhilosophy of MindLockeThe Last Superstition: A Refutation of the New AtheismAquinasScholastic Metaphysics: A Contemporary IntroductionNeo-Scholastic Essays, y Five Proofs of the Existence of God, el coautor de By Man Shall His Blood Be Shed: A Catholic Defense of Capital Punishment, y el editor de The Cambridge Companion to Hayek and Aristotle on Method and Metaphysics.

Es también el autor de gran cantidad de artículos académicos. Sus intereses académicos son sobre metafísicateología naturalfilosofía de mente, y filosofía moral y política.

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