* Fuentes de la Obra apuntan a que «se presume que se ahogaron», y Fernando Ocáriz ya ha mandado una carta pidiendo oraciones por ellos
Matt Anthony, Matt Schoenecker y Val Creus salieron de excursión el pasado miércoles «a un lugar remoto con una pequeña cascada donde podían saltar» cerca de Trumbull Manor, una casa de retiros situada en la localidad de Novato, al norte de San Francisco (Estados Unidos). Varias horas después se encendían las primeras alarmas: no habían regresado y nadie tenía noticias de ellos. «Están desaparecidos y se presume que se ahogaron», han confirmado fuentes del Opus Dei, institución a la que pertenecían los tres hombres como miembros numerarios.
De hecho, se encontraban haciendo un curso anual –que es tradición entre todos los miembros del Opus Dei– en Trumbull Manor, y aprovecharon una jornada libre para irse de excursión. «No se sabe con certeza qué sucedió, pero parece que Val se metió en problemas y pidió ayuda. Primero Matt Schoenecker y luego Matt Anthony saltaron al agua para ayudarlo, y ninguno de ellos regresó a la superficie», refieren las mismas fuentes. «No se han encontrado los cuerpos. La policía llegó al lugar y está buscando en la zona», prosiguen. «El agua estaba particularmente fría y la corriente era fuerte. Aun así, es un salto que Matt Schoenecker había realizado decenas de veces», señalan.
El sacerdote español Fernando Ocáriz, Prelado del Opus Dei, envió ayer jueves una carta a los miembros del Opus Dei en Estados Unidos y Canadá «después de recibir la dolorosa noticia del accidente de Matt, Val y Matt». «Sigamos rezando: toda la Obra lo hace con vosotros y por la oración nos encontramos unidísimos», invita Ocáriz. «Como ya estáis haciendo, continuad muy unidos, pendientes los unos de los otros y, aun en medio de esta enorme pena, alegres, porque sabemos que Jesús bendice con la Cruz», añade.
«Pienso también en sus familiares y los pongo bajo el amparo de nuestra Madre Santa María. Su consuelo materno nos ayuda a superar las dificultades y a permanecer serenos ante las adversidades», concluye.
Por ÁLEX NAVAJAS.
ELDEBATE.
