Debemos llegar a los que están lejos, para traerlos de vuelta al redil, ¡no para que nos saquen de nuestra casa!: cardenal Zen

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El tiempo de Adviento y Navidad ha sido siempre uno de los momentos más intensos del año litúrgico, ya que se conmemora la encarnación del Hijo de Dios que viene a salvarnos. Un hermoso testimonio es el brindado por el obispo emérito de Hong Kong, el cardenal Joseph Zen, quien en un nuevo libro ofrece sus meditaciones sobre estos tiempos litúrgicos. El material ha sido reorganizado por mí para su publicación en colaboración con el cardenal Zen, quien revisó todo.

Le hicimos a Su Eminencia algunas preguntas sobre este tema y muchos otros más.

En la Iglesia este parece un momento delicado, un momento en el que hay divisiones y malestar en algunos países, como Alemania. ¿Cómo vive Usted todo esto?

R:Lo vivo con cierta preocupación. Lo que está sucediendo en Alemania me parece que continúa con lo que pasó en Holanda, donde la fe vivió una crisis devastadora. Me preocupa que algunos, bajo el pretexto de la sinodalidad, quieran promover una agenda totalmente personal que prevé la introducción de ideas que están en conflicto directo con la doctrina de la Iglesia, una doctrina que la Iglesia tiene el deber de custodiar y que no puede cambiar. Hoy vivimos una gran confusión y creo oportuno señalar que la apertura a lo nuevo no significa distorsionar los fundamentos de nuestra fe. El querido pontífice Benedicto XVI, a quien recuerdo con tanto cariño, nos había advertido del peligro de estos “desplazamientos” doctrinales. ¿Cuánto se lo escucha todavía? Me parece que hoy no se respeta su legado y es una pena, porque fue un gran pensador para la Iglesia. Sin embargo, me parece ver signos de una discontinuidad entre lo que sucede hoy y los pontificados anteriores. Confiamos a Jesús su barca, su Iglesia, durante la tormenta en el lago, porque sólo Él puede conducirla a un lugar seguro.

Acaba de concluir el Sínodo sobre la Sinodalidad, ¿Usted qué piensa de ello?

R: También aquí no pude evitar expresar mi preocupación. El Sínodo, tal como lo quiso san Pablo VI, es un órgano consultivo para los Obispos en unión con el Papa. Hacer votar también a quienes no son Obispos parecería algo bueno, pero en realidad no lo es, por el simple hecho de que desnaturaliza lo que debe ser un Sínodo. De esta manera se afecta la estructura misma de la Iglesia. El 15 de septiembre de 1965 Pablo VI instituyó el Sínodo como emanación del Concilio y precisó: “con Nuestra autoridad apostólica erigimos y constituimos en esta ciudad alma un consejo permanente de Obispos para la Iglesia universal, sometido directa e inmediatamente a nuestra potestad y que con nombre propio lo llamamos Sínodo de los Obispos”. ¡Sínodo de Obispos! Por supuesto, un poco más adelante el Papa dijo que este Sínodo podía ser perfeccionado, pero no en el sentido de desnaturalizarlo. No oculté mi consternación a causa de algunas de las iniciativas que se vieron durante los días del Sínodo y debo confesar que me sentí ciertamente desanimado.

Me parece que Su Eminencia está muy preocupado por este Sínodo. Usted, junto con otros cardenales, firmó también los Dubia dirigidos al Santo Padre, quien esta vez respondió. ¿No está contento?

RESPUESTA: Aquí no se trata de estar contentos. El Papa (o alguien en su nombre) redactó una respuesta, inusualmente rápida, a nuestras dudas, pero lamentablemente la respuesta no aclara realmente las cuestiones que le habíamos planteado. Parece ser el método habitual utilizado en la Iglesia en las últimas décadas, en el que no se responde “sí, sí, no, no”, sino que se dan respuestas que aparentemente cierran la puerta principal en algunas cuestiones, dejando la puerta de atrás abierta de par en par. El pueblo de Dios necesita claridad, necesita tener referencias solidas en materia de doctrina y moral, no estas respuestas resbaladizas. Estamos viviendo tiempos de gran incertidumbre, la Iglesia debe ofrecer una doctrina segura, no una materia fluida. Un apotegma cartujo afirma: stat crux dum volvitur orbis, la cruz esta firme mientras el mundo gira. Aquí debemos intentar recuperar este sentido fuerte de nuestra fe. ¡Debemos llegar a los que están lejos, pero traerlos de vuelta al redil, no para que nos saquen de nuestra casa! Recordemos que san Juan Pablo II, al inicio de su pontificado, nos pidió no tener miedo y abrir las puertas a Cristo, pero por lo que observo me parece que muchos en la Iglesia están preocupados por agradar al mundo, más que agradarle a Él.

Eminencia, ¿cómo está Usted?

R: Diría que bastante bien, mi salud es naturalmente compatible con mi edad, ya me acerco a los 92 años y por eso estoy muy agradecido a Dios, que me ha permitido llegar hasta el día de hoy en bastante buena forma. En todo debemos estar agradecidos a Dios por lo que nos ofrece. Después de algunos momentos difíciles, ahora siento que mis fuerzas se recuperan y espero pronto poder retomar mis actividades anteriores, como la visita a los presos, un apostolado que me importa mucho y que realizo desde hace más de 20 años.

¿Se mantiene informado sobre la actualidad?

R: Ciertamente me mantengo muy informado de las novedades, especialmente las de la Iglesia, que naturalmente me interesan y preocupan de manera muy especial. Hoy en día, con los medios de comunicación modernos, es bastante fácil mantenerse actualizado sobre todo lo que sucede. Debemos saber aprovechar estas posibilidades y, naturalmente, cuando se trata de noticias que nos llegan de fuentes muy diferentes y dispares, debemos saber leerlas con espíritu crítico, ejerciendo una sana prudencia. Pensemos en las informaciones contradictorias que nos llegan, por ejemplo, sobre las guerras en curso, que no son sólo guerras territoriales, sino sobre todo guerras de propaganda.

¿Qué nos puede decir sobre su libro de Adviento, sus meditaciones?

R: En realidad son textos extraídos principalmente de mis homilías y discursos, que datan de hace varios años. Después de que usted reorganizara todo el material, lo revisé, haciendo correcciones aquí y allá. Me parece que ha surgido un conjunto bastante orgánico que espero que el lector también encuentre útil para su progreso espiritual. Aunque el título sólo se refiere al Adviento, en el libro hay textos que se refieren al Adviento y a la Navidad. Este es un tiempo de gracia, un tiempo en el que nos preparamos para recibir al Niño Dios. Que nosotros -como los pastores y los magos de Oriente y como José y María- sepamos acoger la venida del Santo Niño que nos trae paz y amor. Si nos sentimos pertenecientes al grupo de los “grandes pecadores” no debemos desesperarnos, porque Jesús nace precisamente para nosotros. No imitemos a los hospederos de Belén, ni a los habitantes de Jerusalén, ni tampoco a los jefes sacerdotales y a los ancianos del pueblo, o al cruel Herodes, porque ellos han cerrado sus corazones. Los pobres no pueden entrar, por eso Jesús no entrará. Pero debemos orar por ellos y pedirle a Dios que abra la puerta de sus corazones, que derrita sus corazones de piedra, porque ellos también son hijos de Dios. debemos esperar que los que están afuera puedan entrar y los que están adentro puedan quedarse.

¿Cómo vive Usted este tiempo especial en el que el Hijo de Dios se encarna para la salvación de todos los hombres?

R: En efecto, es un tiempo de gracia para todos, un tiempo en el que estamos llamados a apresurarnos como los pastores o los Reyes Magos para ir al pesebre y adorar al Niño Jesús. En un bonito villancico, Adeste Fideles, se dice et nos ovanti, gradu festinemus, “con alegría también nosotros nos apresuramos” a ir y estar en presencia del Emmanuel, el “Dios con nosotros”. Este es un tiempo en el que también sentimos con fuerza la presencia de María, la Madre de Jesús, María que es nuestra ayuda, María Auxiliadora, nombre tan apreciado por nosotros los salesianos. ¡Cómo debemos encomendar nuestras penas y sufrimientos a María! Hoy nos parece que hay muchos motivos para desesperar, pero María no nos abandona, ella está con nosotros y nos muestra a su Hijo como nuestro Salvador.

En el libro hay una sección en la que Usted recuerda algunos cantos litúrgicos para Adviento y Navidad. ¿Por qué?

R: En realidad esa es una parte completamente nueva. Acepté la propuesta que usted me hizo de hablar de estos cantos de Adviento y Navidad y quise traer algunos recuerdos de mi primera juventud, cuando fui acogido por los buenos padres salesianos en mi ciudad, Shanghái. Y la liturgia y el canto sagrado eran parte importante de todo esto. Creo que es importante recordar el rol de la buena música sagrada en la liturgia. Para mí, el canto sagrado, especialmente el canto gregoriano, es una ayuda espiritual muy importante que me ha sostenido y me sigue sosteniendo en los momentos difíciles. Me entristece mucho que hoy se haya perdido esta riqueza para la vida de la Iglesia. Comprendo que había un deseo de hacer participar más a la asamblea en la Misa a través del canto, pero no debimos tirar toda nuestra hermosa tradición musical, una verdadera lástima. ¿Y después se logró realmente esa participación de la asamblea? En muchos lugares me parece que se ha sacrificado la tradición musical de la Iglesia sin haber obtenido nada a cambio.

Por Aurelio Porfiri *

(Traducción al español por José Arturo Quarracino).

(*)

Estudios y Titulaciones Académicas

2014

Candidato a doctorado  con tesis centrada en Música e Historia: Una historia del sonido.

2002 – 2004

Semiología del Renacimiento con Francesco Luisi (editor de la tercera edición nacional de las obras de Palestrina).

1990 – 2000

Estudios adicionales de órgano y composición con Giuseppe Agostini (un destacado organista y maestro de coro en Italia). Logro del primer nivel de Órgano (número uno sobre tres para el Diploma final).

1999

Graduado con el título final en música coral en el Conservatorio de “San Pietro a Maiella”, Nápoles.

1988 – 1992

Polifonía renacentista y formas musicales polifónicas con Domenico Bartolucci.

Empleo: Organista

2016 – Presente

Organista: Iglesia de San Benedetto en Piscinula (Roma, Italia)

1993 – 2008

Organista: Organista Suplente del Vicariato de la Ciudad del Vaticano en la Basílica de San Pedro

1996 – 1999

Organista: Iglesia de Santa Maria dell’Orto (s. XIX órgano “Pantanelli” Roma, Italia);

1987 – 1992

Organista: Basílica de Santa María en Trastevere durante 5 años (órgano del s. XIX “Cavaille Coll” Roma, Italia);

1984 – 1987

Organista: Basílica de San Crisogono (Roma, Italia)

Maestro de Coro, Actividades Docentes y otras Actividades

2016 – Presente

Redactor jefe de Altare Dei, revista sobre liturgia, música sacra y cultura católica

2014 – presente

Colaborador y corresponsal en Roma (desde octubre de 2015) de la revista católica de Macao “O Clarim”

2008 – 2012

Profesor asociado de Música, Coordinador de los programas de música (2008) y de ARCHE, Centro de Investigación de Arte para la Expresión Humana (2009) en la Universidad de Saint Joseph, antiguo Instituto Interuniversitario de Macao (Macao, China). Compositor residente.

2010 – 2015

Director de Actividades Corales y Compositor Residente Colegio Santa Rosa de Lima Secundaria de Inglés (Macao China)

2010 – 2015

Directora de Actividades Musicales del colegio femenino Nuestra Señora de Fátima (Macao, China)

2008 – 2013

Director visitante Departamento de Educación Musical del Conservatorio de Shanghai

2006 – 2014

Director Artístico Porfiri & Editorial Horvath (Polheim, Alemania)

2008 – 2014

Director Artístico Concurso Coral “Roma in Musica”, Concurso Coral “Venezia in Musica” y Festival Coral Fundao (Meeting Music)

2002 – 2008

“Santa Susanna Singers”: un coro polifónico de cuatro voces formado por cantantes profesionales en la Iglesia de Santa Susanna, la iglesia estadounidense en Roma (director musical desde 1999 hasta 2008).

1992 – 2004

“Laudis Vox” (antes de 2002 “Regina Pacis”): un coro de mujeres de tres voces galardonado.

1999 – 2008

Director de Música de la Iglesia de Santa Susanna, la iglesia americana en Roma y responsable de la planificación de toda la música para las liturgias.

Otras afiliaciones profesionales:

  • Centro para la Acción Litúrgica (Roma): miembro ordinario
  • Asociación de Profesores de Liturgia (Padua)
  • Asociación Estadounidense de Directores Corales (EE. UU.)
  • Orden de San Jorge (Roma-España): caballero
  • Iglesia de Santa Maria dell’Orto (Roma): Maestro y Organista Honorario
  • Seminario Saint Joseph (Macao): Maestro y organista honorario

Colabora regularmente en blogs influyentes sobre música y liturgia como Zenit (hasta 2011), Liturgia Opus Trinitati (Italia), Views from the Choir Loft (EE.UU.), Osservatorio Asia (Italia), Paix Liturgique (Italia).

Talleres de trabajo

Ha impartido varios talleres, en particular uno en Hong Kong sobre música religiosa que dirigió durante dos semanas en verano durante tres años. También fue uno de los ponentes de los talleres durante los Juegos Mundiales de Coros en Cincinnati (EE.UU., 2012). Ha impartido talleres en varias Universidades alrededor del mundo, como Pepperdine University (EE.UU.), Chinese University of Hong Kong (Hong Kong), City University of Hong Kong (Hong Kong), Macau Polytechnic Institute (Macao).

Ha participado en talleres dirigidos por destacados compositores y directores como Alice Parker, Robert Page, Columba Kelly, Marco Boschini, Milton Pullen, Mary J. Oyer, Robert M. Fowells, Paul Salamunovich, Colin Mawby, Deke Sharon y Domenico Bartolucci. .

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