“Sígueme”. Esta fue la palabra con la que Dios llamó a Edwin Castillo para convertirse en sacerdote y dejar para siempre la práctica de la brujería. Una profesión que había heredado de su padre, quien también venía de una dinastía de chamanes practicantes de la llamada “magia blanca”.
Si bien el entonces brujo Edwin, de nacionalidad ecuatoriana, creía en Dios a su manera, fue después de incontables pruebas que pudo liberarse de una gran depresión y vacío emocional causados por la práctica del ocultismo y por haberse rehusado a firmar un pacto de sangre para venderle su alma al diablo a cambio de poder. Fue así como luego de incontables pruebas encontró en la iglesia su vocación de sanador, pero ahora de la mano de Jesús.
Cuenta el padre Edwin, en una entrevista realizada por el Psicólogo Católico Octavio Escobar, que el paso de las artes ocultas a la religión de Cristo no fue nada fácil. Sin embargo, también asegura que Dios permitió estos tormentos realizados por el maligno, a fin de rescatarlo y salvar su alma.
Además de la depresión y el vacío emocional, cuenta este sacerdote que los ataques más fuertes del demonio surgieron en sus años de aprendiz de brujo, luego de rechazar un pacto de sangre en el que debía renunciar a Dios, a Jesucristo y entregarle su alma al diablo.
Fue a partir de entonces que durante 4 años el maligno no le permitía dormir y era constantemente tentado por legiones de demonios que lo hacían ver espíritus y lo incitaban al suicidio o a lanzarse en un tiradero de basura para que se revolcara y comiera desperdicios, a fin de que se detuviera dicho tormento. Por esta razón fue que al verse solo en su lucha, en la que ningún brujo o curandero lo pudo ayudar, Edwin decidió buscar en el sacramento de la confesión la sanación que sólo Dios podía darle.
En esta confesión, Wilson cuenta que pudo comenzar su liberación de años de heridas espirituales, lo que posteriormente lo llevó a tomar los hábitos y llevar su misión de sanación de la mano de la Iglesia Católica.
Esta decisión de convertirse en sacerdote, que fue de gran alegría en el cielo, también trajo consigo grandes tormentos y tentaciones que lo hacían dudar e intentar volver a sus raíces en el ocultismo. Sin embargo, el entonces transformado padre Edwin, cuenta que gracias al Diplomado en Sanación Interior del psicólogo católico Octavio Escobar, y junto con su acompañamiento y dirección, pudo liberarse no solo de sus heridas espirituales, sino además de sus heridas emocionales de abandono, agresión y abuso.
Es a partir de este proceso de oración y terapia psicológica que Edwin Castillo, ahora padre de la Parroquia Reina del Cisne en Ecuador, se ha convertido en un heredero del poder de Cristo y de la investigación psicológica de Octavio Escobar, guiando a su comunidad hacia la liberación y la sanación de sus heridas.
Así como el padre Edwin, más de 800 sacerdotes y 200 hermanas consagradas han logrado conocer y sanar sus heridas con el Diplomado Católico Digital en Sanación Interior, el cual gracias a las inscripciones de los laicos que acceden al programa, otorga becas completas a toda la comunidad eclesiástica.
Gracias a su fe en Dios, el padre Edwin tuvo la valentía de rechazar el poder del enemigo y quemar aquel libro negro, por el que fue victima de grandes tormentos. A cambio, Dios le otorgó la liberación de su alma y la de otros brujos, incluidos sus hermanos, quienes también practicaban las artes ocultas y que ahora profesan la fe católica para la gloria de Dios.
Palabras del padre Edwin Castillo:
“Este Diplomado es una bendición de Dios. Recibí a Cristo como médico que sana el alma. He aprendido a tener misericordia por los demás ya que comprendo que su imperfección es el resultado de sus heridas, las mismas que no dependen de ellos. Dios ha sanado heridas que me hacían caer en ciertos pecados que no me permitían ejercer el ministerio sacerdotal como Cristo lo desea. He llorado mi pecado y mi corazón ha sanado. Crecí en una familia donde se practicaba el ocultismo y yo mismo, antes de ir al seminario, practiqué el ocultismo por 10 años. Luego al ir al seminario corté todas estas prácticas, pero había quedado en mí algo que me perturbaba, que en tiempos de crisis me hacía dudar de mi sacerdocio. El Diplomado en Sanación Interior me ayudó a comprender y a sanar esa gran herida de la cual yo antes no me daba cuenta. Me siento libre y feliz que Dios me haya llamado al sacerdocio y reconozco que aunque no merezco tan grande ministerio, Él me lo regaló por amor para que le ayude a trabajar en su viña. Este Diplomado en Sanación Interior de Octavio Escobar, me ha ayudado en muchas otras cosas en las cuales sigo trabajando. No puedo decir que todo ya está arreglado pero sigo trabajando en ello como es: el mal carácter e impaciencia. He mejorado pero con la ayuda de Dios voy mejor. Agradezco a Dios por haber puesto este Diplomado en mi camino. Dios bendiga a quienes lo llevan adelante”
–Padre Edwin Castillo, Parroquia Reina del Cisne, Loja, Ecuador
El Diplomado Católico Digital en Sanación Interior es un programa, que busca identificar y sanar 3 grandes grupos de heridas emocionales: Abandono, agresión y abuso sexual. Esta herramienta que integra psicología y fe, ha sido creada por el psicólogo católico Octavio Escobar, ganador del Premio Nacional de Psicología 2012, Colpsic -Colombia, la cual ha ayudado a más de 20 mil personas a encontrar su proyecto de vida gracias a un proceso de trabajo de 30 semanas.