En esta ocasión quisiera comentar, amable lector, varias situaciones que me tienen entre confundida, asombrada, intrigada… Ojalá usted me pueda dar luz sobre esos temas. Vamos a empezar.
San Judas Tadeo en México
Cada año, cerca del 2 de febrero, la Iglesia católica mexicana nos invita y sugiere a no vestir nuestras imágenes del Niño Dios de futbolistas con vestimentas de santos o, incluso, colocarles accesorios no propios para nuestra religión; sin embargo, a raíz de la gira de las reliquias del apóstol Judas Tadeo, patrocinada por una conocida cadena de farmacias, la Iglesia guardó un prudente o ¿conveniente? silencio sobre un curioso producto que sirvió como souvenir. Así es, los obispos no se han pronunciado sobre el famoso “Simi San Judas”; un peluche del conocido “Dr Simi”, ataviado a la san Juditas. ¿Acaso esto sí es permitido?
Sobre todo, me causa mucho más asombro cuando, en días pasados, durante una entrevista a medios del señor Víctor González Herrera, hijo del famoso Dr. Simi comentó sin el más mínimo pudor: “Sí, trajimos los huesos de San Judas Tadeo”. Si son tan católicos como dicen ser, o aún no siéndolo, pero teniendo la elemental educación y respeto considero que lo correcto era decir que ellos “gestionaron” y no trajeron a México las RELIQUIAS de San Judas Tadeo. Muy rara esta situación; ¿acaso el Dr. Simi cuenta con algún tipo de ” concesión divina”?
El papel de la mujer en la iglesia
De manera reiterada, la Iglesia católica en México hace énfasis del papel de la mujer en la Iglesia; sin embargo, cuando una persona como yo denuncia acciones inapropiadas de un sacerdote, resulta que no hay protocolos de protección, ayuda, denuncia o apoyo; peor aún, como en mi caso, donde además de una resolución del tribunal plagada de mentiras, se concluye que el sacerdote no tuvo culpa de nada sencillamente porque yo tenía una “amistad” con el denunciado. Así es, según el Tribunal Eclesiástico Metropolitano tener una amistad con alguien es suficiente para que, en el en la comisión de delitos contra una persona estos sean desestimados porque hubo relación de amistad sin mayor valoración de fondo. ¡Vaya criterio retrógrado y machista en pleno siglo XXI dentro de la Iglesia!
Capacitaciones y asambleas parroquiales 2024
Producto de la pasada asamblea, la arquidiócesis Primada de México ha insistido en que se obtenga el documento conclusivo de este ejercicio. Como muchos laicos lo comentan e incluso personas pertenecientes a la vida consagrada lo indican, el documento es poco claro, repetitivo, pero, sobre todo, adolece del análisis objetivo de la situación actual de la Iglesia en la Ciudad de México.
Si bien las pautas contenidas en el documento nos dan un esbozo, considero hay acciones prioritarias y de mayor peso que se deben atender. De las más importantes, erradicar los diversos tipos de violencia en grupos parroquiales: discriminación, acusaciones, juicios infundados, incluso provocados por sacerdotes o párrocos. Creo que hay mucho que hacer por nosotros antes de por ejemplo tratar de atraer nuevamente a los alejados a quienes, muchas veces nosotros mismos, nos encargamos de alejar. Me parece que aún hay mucho trabajo antes de salir a predicar lo que no hacemos.
La exigencia de verdad y justicia
En julio pasado, “ Desde la Fe” publicó un artículo que recopiló los ataques contra sacerdotes y ahí se comenta que ni la Iglesia escapa a la delincuencia. Lo anterior es retomado en medios de comunicación públicos. El clamor general y de las estructuras eclesiásticas es de justicia, pero causa mucha sorpresa que, desde estas mismas estructuras, se señale la ausencia de procedimientos expeditos para las víctimas de abusos y el debido castigo para quienes hayan perpetrado estos delitos. Cuando hay denuncias contra consagrados, los casos se desestiman, encubren, justifican, se “investigan” a modo; entre otras cosas. Si tenemos cuando menos un poquito de congruencia debemos de ofrecer lo que pedimos y esperamos recibir; sobre todo si queremos que exista paz y respeto a la ley y que los consagrados están obligados a obedecer.
Taller para acompañantes de víctimas y sobrevivientes de violencia sexual y otros abusos de poder
El 23 y 24 de agosto se llevó a cabo el taller para acompañantes psico-espirituales de víctimas y sobrevivientes de violencia sexual y otros abusos de poder organizado por la Comisión para la Protección de Menores de la arquidiócesis primada de México; un evento que proporcionó información importante al respecto, sobre todo nos hizo ver que hay mucho más por hacer para brindar una verdadera atención a los denunciantes y víctimas de abuso clerical.
De las frases que más me resonaron fue el auto nombrarnos sobrevivientes quienes, como yo, no queremos ocultar, sino decir lo que hemos sufrido y padecido por denunciar a un sacerdote por delitos cometidos en nuestra contra. En este evento se enfatizó que no solo vivimos con el hecho de haber sido una víctimas, también es vivir con el señalamiento de la falta de credibilidad, la desatención, discriminación y segregación
Resulta sorprendente que preguntas y comentarios que realicé en este taller fueran omitidos y censurados deliberadamente. Muchas personas en el evento a distancia pudieron percatarse de esto y no podían creer que existiera censura cuando justamente estamos hablando de no ocultar hechos.
Esperemos algún día exista la madurez necesaria para actuar, para asumir la verdad cuando esta nos toca a la puerta de manera frontal. No basta con hacer talleres para conversar sobre los temas y conocer más, hay que nuestra propia responsabilidad sobre lo que sucede en nuestra propia casa, la arquidiócesis primada de México.