* Los cambios posconciliares convirtieron la Misa en ‘algo ordinario’
Cardenal Raymond Leo Burke habló en el Foro de Liderazgo Masculino de Nueva York. El jerarca habló sobre la familia y la tradicional Santa Misa.
El sacerdote estadounidense destacó que el respeto a la Eucaristía ha ido disminuyendo significativamente en las últimas décadas. Como enfatizó, esto está influenciado por una serie de factores. Uno de los principales problemas son los cambios litúrgicos posteriores al Concilio Vaticano II, que hicieron que la Santa Misa «pareciera algo completamente normal».
Otro problema es el comportamiento de los políticos, por ejemplo los estadounidenses; muchos de ellos apoyan el asesinato legal de niños no nacidos o la ideología transgénero, pero aún así reciben la Sagrada Comunión. El cardenal subrayó que no es necesario mencionar sus nombres porque se sabe de quién se trata.
El jerarca centró la mayor parte de su discurso en la familia, haciendo referencia, entre otras, a las enseñanzas de León XIII, Santo. Pío X y Pío XI. Como señaló, la familia tiene sus propios derechos especiales, que son muy independientes del Estado.
– El Papa León XIII explicó que la familia es la verdadera sociedad; en consecuencia, tiene derechos y obligaciones específicos para sí mismo, que son bastante independientes del Estado. Estos derechos y obligaciones están relacionados con la naturaleza humana , enfatizó.
Recordar esta enseñanza es importante en el contexto estadounidense porque los partidos de izquierda están tratando de limitar severamente no sólo las libertades civiles, sino también los derechos elementales de los padres, por ejemplo a criar a sus hijos de acuerdo con su propia fe; Esto sucede a menudo mediante la imposición de diversas ideologías en el sistema educativo, especialmente el transgénero, mencionado anteriormente por el cardenal.
Los presentes en el foro también preguntaron al cardenal sobre la aplicación práctica del principio de obediencia en la Iglesia católica. Como admitió, hoy en día no hay respuestas sencillas. Según afirmó, no se puede estar de acuerdo con el intento de imponer el concepto de «obediencia ciega»; porque hay momentos en que la verdadera obediencia requiere resistencia. – No podemos obedecer nada que sea contrario a la voluntad de Cristo – enfatizó.
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