Dale gracias a Dios por la familia

Pbro. Hugo Valdemar Romero

El domingo siguiente a la celebración de la Navidad, la Iglesia celebra la fiesta de la Sagrada Familia. Jesús, que se ha hecho carne, un hombre como nosotros, ha querido tener, como todo ser humano, una familia compuesta por su madre, María y por su padre adoptivo, José.

La realidad humana no es tal sin la experiencia de la familia; en ella nacemos, nos desarrollamos y mantenemos con ella nuestros más profundos lazos afectivos durante toda la vida.  La familia no es una manera como se organiza la sociedad y que puede cambiar según las culturas y los modos de pensar. La familia es un proyecto querido por Dios, por eso nos dice el Génesis: “El hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola cosa” y de esa unión proceden los hijos que son el fruto del amor y la fecundidad de los esposos.

Atacar a la familia, inventar otro tipo de familias distintas al proyecto original de Dios, es diabólico, es ir contra su voluntad, es caminar a la destrucción del ser humano. El último ataque de Satanás es, precisamente, en contra de la familia, reflejo de Dios mismo que es una familia pues es Padre, es Hijo y, el amor entre ellos, es el Espíritu Santo.

Jesús, José y María siempre han sido y seguirán siendo el modelo de familia para los cristianos, debemos aprender de ellos el amor, la bondad, la humildad, la unidad y su profunda piedad y amor a Dios. Ellos son nuestra familia espiritual, José es nuestro padre, María es nuestra madre y Jesús es nuestro hermano. Un cristiano jamás se siente solo porque siempre está acompañado de esta maravillosa familia que cuida de nosotros e intercede a Dios por nuestra salvación.

En este domingo debes preguntarte qué tanto valoras cuidas y amas a tu familia. ¿Tienes una visión sobrenatural de ella? ¿Sabes que es parte del proyecto de Dios en tu vida? ¿Cuidas la unidad familiar? ¿Procuras la fraternidad? ¿Cultivas la solidaridad?

Dale gracias a Dios por la familia que te ha dado, busca siempre que esté unida y que tenga a Dios como su centro. No permitas que nada rompa la unidad y aleja de ti toda tentación de división y discordia, además no olvides que tienes a tu familia del cielo que son Jesús, José y María, ámalos, invócalos, siéntelos cercanos en tus tristezas y penas y no dudes en recurrir a ellos en tus necesidades y, sobre todo, pon bajo su protección a tu familia para que la guarden en el amor y la unidad.

Feliz domingo. ¡Dios te bendiga!

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