Eulalia Prieto Enríquez, cofrade de la Estrella y Jesús Nazareno, fue la encargada de dar el pregón de la Semana Santa en Jerez. Y aprovechó la ocasión para, citando al papa Francisco, celebrar que la Iglesia ya acepta el amor entre homosexuales y adúlteros, lo que le valió una ovación del público presente y el aplauso del obispo, Mons. José Rico Pavés.
Lala Prieto describió poéticamente el inicio del amor entre dos adolescentes del mismo sexo, uno de los cuales fue a la JMJ de Lisboa y vio ‘aprobado’ su amor, por el Papa.
El escenario era el ideal: el señor obispo de la Diócesis de Asidonia-Jerez, Mons. José Rico Pavés; la alcaldesa de la Ciudad, María José García-Pelayo; el presidente de la UHH de Jerez, José Manuel García Cordero; la pregonera de la Semana Santa 2024 de Jerez, Lala Prieto, y su presentador y hermano, Luis Prieto Enríquez.
Lala Prieto no dejó pasar la oportunidad y demostró la realidad de gran parte del catolicismo practicante, el de Cofradías y Hermandades, en España. Tras hablar del amor de Cristo, describió el inicio de un amor entre adolescentes del mismo sexo:
«Y ese amor que nos revienta en el pecho, tiene muchas caras. O quizás no, quizás solo una, cuando… el amor vino a sus vidas, sin tan siquiera anunciarlo, como al doblar una esquina, Cupido jugó a los dardos. Amor que todo lo inunda, rescatando a los ahogados. amor que todo lo cura, enfermando hasta al más sano.
Entre pupitres y libros un amor se iba fraguando, con mil miradas furtivas y sonrojos descarados. En la entrada del colegio, en la clase y en el patio, cruzándose en los pasillos y esquivando balonazos. Era su primer amor, no sabían cómo llamarlo. Tan solo que lo sentían en el alma y en los labios. Como el solo del mediodía les bañaba desde lo alto, el amor que refulgía no encontraba pararrayos que detuviera el latido de rumores tan lejanos. La adolescencia más pura de amores párvulos, aromaba los sentidos de olor a lirios y a nardos, embriagando aquellas almas de tan solo 15 años.
Los ojos que se miraban en el reflejo más claro iluminaban destellos de armonías de piano y las chispas que saltaban si se rozaban sus manos sólo eran comparables a la Fragua de Vulcano. Cuando, por primera vez, frente a frente se encontraron, no requirieron palabras, porque en silencio se hablaron. No llegaron a tocarse, más sus almas atraparon el sentimiento más puro, el sentimiento más cálido, como en un atardeces del más sincero verano. La ilusión se desbordaba, la emoción se hacía diálogo, donde los ojos decían lo que callaban los labios: «Tú sabes que yo te quiero, que con verte, me desarmo, que cuando miro tus ojos contemplo tu pelo claro y el color de tus mejillas, siento el corazón ….(ndr:¿?) Y me dejas, si te marchas, en la soledad del náufrago. Pero, ¿sabes? Tengo miedo de lo que pueda pasarnos. Nacimos del mismo sexo, es un amor acusado. Si dos chichos o dos chicas son por amor traspasados, también saben que serán por la calle señalados. Y nos dirá la familia, que es amor disparatado, que es un amor prohibido, que es un amor insensato. Dirán que esto no es de Dios, que no es de sanos y santos. Dirán que solo es un vicio, que es moda, que les da asco de pensar que siendo iguales hasta podamos besarnos. Condenarán lo que somos, pasaremos un calvario».
Los dos rostros frente a frente, reflejan distinto ánimo. Este rostro, herida abierta; aquel amor confiado. Esa otra cara sonríe mientras levanta la mano y le enseña una pulsera que lleva desde el verano: JMJ Lisboa. Ya un pelín deshilacado.
«¿En serio JMJ, el Papa del Vaticano? Yo estaba en puro latino, con el reguetón perreando y en Instagram salías tú en Portagal rezando? O sea, en plan, no me rayes, qué pereza me estás dando»
Y la otra voz le contesta, muy tranquilamente hablando:
«Yo pensaba como tú, pero ya lo he superado. ¿Sabes quién nos da un lugar en el que sentirte a salvo? ¿sabes lo que dijo el Papa Francisco del Vaticano? Dijo `Todos, todos, todos, están todos invitados a una Iglesia sin barreras, sin andenes ni vallados. Casa con puertas abiertas, sin aduanas de paso, donde nada hay que temer, donde encontrarnos a salvo´».
Dijo `Todos, todos, todos´, al soltero y al casado; a la nueva y al de siempre; divorciada y rejuntado, que es un estado civil que Andalucía ha inventado; y a esa madre soltera que por la vida ha apostado y que a su niño ha querido, tire la primera piedra quien nunca se ha equivocado. Eso es el amor de Dios. Levantar al que está abajo, dar la mano al que ha caído, entendernos como hermanos. Eso son las Hermandades, más que un día, más que un paso, más que bandas, más que flores, que que rosa o clavel blanco, más que antifaces y cirios, y cinturones de esparto. Esto tenemos que ser: familia donde acojamos, amor que todo lo entiende, hacer un cielo aquí abajo. El amor de tus amigas que van en el mismo tramo, que con solo una mirada entienden lo más callado. Amor de hombres que comparten trabajo bajo de un palo y que empujan en silencio mientras se igualan rezando. Una Iglesia que es fundada sobre quien llegó a negarlo, no puede volver la espalda ni dejar a nadie a un lado. Dijo `todos´, tú y yo, allí vamos a encontrarnos. Y se funden dos miradas en un infinito abrazo. Ese amor que todo puede, dime ¿què tiene de malo? dime quién sería nadie para tratar de juzgarlo. Si es así como lo sienten, ¿por qué habrían de negarlo? Amor que no pasa nunca, amor de Dios por salvarnos, amor que todo disculpa, amor en Dios confiado, amor que nos hace libres, no encierra a nadie en armarios»
Ovación y aplauso del obispo
Como se puede ver en el vídeo (1h 35m a 1h 45m) tras esas palabras, Lala Prieto recibió una ovación de los presentes y el aplauso y la sonrisa del obispo de Jerez, Mons. Rico Pavés.
MADRID, ESPAÑA.
LUNES 18 DE MARZO DE 2024.
INFOCATÓLICA.