Contagios en Juegos Olímpicos y repunte global de Covid, derrumban mito de «la vacuna» como única solución

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1.- La extraordinaria cantidad de contagios de COVID entre los previamente vacunados participantes en los Juegos Olímpicos que se celebran en Tokio. Extraordinaria, en razón de que si todos los concurrentes fueron previamente  reforzados en su vacunaciòn, en teorìa no deberían de registrar el mal.

2.- El repunte de contagios por COVID en paìses donde sus ciudadanos han sido mayormente vacunados.

3.- El fallecimiento por COVID, de personas que ya habían sido vacunadas contra dicho virus y
 
4.- El más reciente deslinde de empresas farmacéuticas, en el sentido de que la protección de las vacunas a los que ya se las aplicaron no es permanente, sino limitada; en el caso de Pfizer «por al menos 6 meses»… 
 
Son hechos, no teorías, que echan por tierra los supuestos ideológicos que, desde la cúspide del Poder político-económico global, forzaron a todos los gobiernos del mundo a aplicar el arresto domiciliario, a imponer el cubreboca, a hacer colapsar las redes hospitalarias en todos los paìses y a hacer centrar todas las esperanzas de supervivencia individual y social…exclusivamente en las vacunas.
Por JOSÉ A. PÉREZ STUART (*)
Con sospecha, desde que se aceptó pública y oficialmente la existencia del Coronavirus como pandemia, se despreciaron tanto la cura a través de medicamentos, como el establecimiento de políticas alimentarias y de suplementación que permitieran el fortalecimiento individual, y finalmente comunitario, del llamado sistema inmunològico del organismo humano. Se le hizo creer a la generalidad que «la única cura» sería mediante una vacuna…la vacuna.
 

* Científicos que presentaban la efectividad de tratamientos médicos, inmediatamente eran «desautorizados» por funcionarios y colegas, curiosamente siempre ligados a los consorcios químico – farmacéuticos, o bien a Fundaciones patrocinadores de desarrolladores de las vacunas.

* Medicamentos que eran indicados como adecuados para prevenir o combatir el mal, rápidamente eran desacreditados.

* Los analistas objetores la estrategia impuesta desde los más altos cìrculos del Poder político – económico global, eran descalificados como «teóricos de la conspiración».

* Y el propio Presidente en funciones de los Estados Unidos, Donald Trump, fue censurado, cancelado, por los grupos de Poder que operan las llamadas Redes sociales.

De tal manera que así se fabricó el colapso de los sistemas hospitalarios del mundo.

Como estaba desautorizado, desacreditado todo tratamiento médico previo y ambulatorio…los hospitales públicos y privados del mundo se vieron saturados de enfermos en fase terminal, lo cual favoreció un cuadro fatalista que hoy está a su vez colapsando:

A) El grueso de los enfermos llegaba a los hospitales..solo para morir.

B) Se elevaron los niveles de angustia y contagio entre el personal médico – hospitalario de todo el mundo.

C) La población mundial fue sometida a un elevado grado de presión, de estrés, de nerviosismo, coadyuvando al padecimiento de ataques de pánico.

D) Se disparó la cantidad de suicidios.

E) Los gobiernos aprovecharon la crisis deliberadamente provocada, para cancelar libertades e imponer controles tanto selectivos (a grupos de oposición), como generales.

Así, se montó el Gran Paradigma. «si no hay vacuna, no hay cura».

«Solo la vacuna podrá salvarnos».

Repentinamente, tras el golpe de estado contra Donald Trump en Estados Unidos, brotaron por doquier las famosas «vacunas»: gobiernos y laboratorios anunciaron el lanzamiento de las suyas. Por si ello no bastara, algunas de ellas, elaboradas sobre todo por corporaciones de capital estadounidense, y netamente experimentales. han sido elaboradas con residuos de bebés deliberadamente abortados.

Pero en todos los casos,  ninguna de las «vacunas» ha sido probada a largo plazo, para conocer sus verdaderos efectos en el organismo humano. Por ello es que, «sobre la marcha», se van conociendo sus consecuencias. Y, lo que a la fecha queda en claro es que no en todas las personas presenta la misma respuesta.

Unos, efectivamente no han presentado síntoma alguno. Otros sí. Muchos de los que han sido vacunados, siguen con vida. Otros, han muerto. Otros más, han sufrido lesiones.

El hecho de que miles ya vacunados del mundo estèn contrayendo el COVID, ha dado pie a dos «explicaciones»:

* Que se trata de «variantes», y

* Que han sido contagiados por personas que no habían sido vacunadas.

Ambas respuestas, sin embargo, dejan en claro que la vacuna carece de garantía de efectividad total. Y que nadie, estando vacunado, puede sentirse seguro.

¿Entonces…?

Estudios realizados con la vacuna de Pfizer, por ejemplo, demuestran, como puede leerse en la nota adjunta abajo, que la eficacia contra cualquier infección sintomática se redujo gradualmente cada dos meses. Después de que los participantes recibieron la segunda dosis, la protección alcanzó un máximo de 96 por ciento. Pero para el cuarto mes, la efectividad era de 90 por ciento, y para el sexto mes, era de aproximadamente 84 por ciento.

Bueno, algo lamentable es que la aplicación de la o las vacunas, se ha convertido en un recurso político:

A) Gobiernos autoritarios la usan para establecer esquemas dictatoriales. Cancelan libertades. Y tratan de obligar a todos los ciudadanos a vacunarse…a pesar de las evidentes riesgos que presentan.

B) Los partidos de oposición, como es el caso de México, fuerzan a la vacunación masiva y generalizada, sin tomar en cuenta que por ser experimentales las vacunas, pueden auténticamente provocar diversas reacciones, dependiendo de cada organismo, y en casos extremos hasta la muerte.

Así que la oposición asume una postura criminal. El gobierno. tiene la obligación de velar por la seguridad y salud de las personas. Pero éstas no deben ser forzadas por los oposicionistas al régimen, a ser vacunadas y recibir una inyección que les puede conducir al panteón.

Por lo pronto, en los casos registrados en los Juegos Olímpicos de Tokio, parecen confirmar que los contagios no son culpa de los «no vacunados», ni de los jóvenes ni de los niños…dado que todos los concurrentes a la justa deportiva, fueron previamente vacunados.

 

Por JOSÉ A. PÉREZ STUART.

(*) Periodista, pionero tanto en el columnismo empresarial como en el análisis económico en la televisión y la radio mexicanas, ha destacado como analista político y la autoría ya de su segundo libro, Del Padre Muerto al Asesinato del Padre: homosexualismo: ¿nace o se hace? en este último caso sobre uno de los temas de mayor actualidad y trascendencia: el proceso de identidad sexual de la persona y los orígenes de la homosexualidad.

Defenestrado por dos Presidentes de México, que le cortaron su trayectoria periodìstica en los medios tradicionales, Pérez Stuart, Licenciado en Administración, recurrió a la academia para ampliar su visiòn de la realidad y profundizar en el análisis, desde la perspectiva de Inteligencia, de tal forma que completó estudios de Maestría tanto en Derecho (en la Universidad Nacional Autónoma de México), como en Historia del Pensamiento (en la Universidad Panamericana) y en Psicología (en la Universidad del Valle de México). También es Maestrando en Terapia Psicoanalítica.

 

NOTICIAS QUE VALIDAN LAS AFIRMACIONES CONTENIDAS EN EL ANÁLISIS

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20 atletas olímpicos se retiraron después de una prueba COVID positiva, a pesar de las altas tasas de vacunación y el enmascaramiento obligatorio

Al menos cuatro de los atletas olímpicos que dieron positivo por el virus y se vieron obligados a renunciar a su oportunidad de competir estaban «completamente vacunados».
Jueves, 29 de julio de 2021-4: 30 pm EST.
Foto principal
Bandera de Tokio 2020

TOKIO, 29 de julio de 2021 ( LifeSiteNews ) – A menos de una semana de los Juegos Olímpicos de Tokio, un total de 20 atletas han sido retirados de la competencia después de dar positivo por COVID-19.

No está claro con precisión cuántos han sido «completamente vacunados», aunque los informes indican que al menos cuatro habían recibido dosis completas de la inyección.

Según NPR , los 20 atletas retirados de los juegos se encuentran entre las casi 200 personas vinculadas a los Juegos Olímpicos que han dado positivo hasta ahora, incluidos tres atletas cuyas pruebas positivas del 26 de julio los marcaron para ser eliminados del concurso más recientemente.

Uno de los atletas que dio positivo esta semana fue el tenista holandés Jean-Julien Rojer, quien se vio obligado a retirarse junto con su compañero Wesley Koolhof.

Hasta la fecha, las identidades de los otros dos atletas no se han revelado.

La noticia llega a pesar de las altas tasas de vacunación entre los competidores olímpicos y el estricto cumplimiento de los protocolos y restricciones de COVID-19, que incluyen enmascaramiento obligatorio, pruebas regulares y mayores medidas de saneamiento.

Si bien no está claro exactamente cuántos atletas olímpicos que dieron positivo en la prueba están «completamente vacunados», el Comité Olímpico Internacional (COI) estima que alrededor del 85 por ciento de los atletas y empleados que residen actualmente en la Villa Olímpica han recibido dosis completas del jab.

Los informes indican que al menos cuatro atletas que han sido expulsados ​​de los juegos después de dar positivo hasta ahora estaban «completamente vacunados».

El 20 de julio, la suplente de gimnasia femenina estadounidense Kara Eaker y la jugadora de baloncesto femenina estadounidense Katie Lou Samuelson se vieron obligadas a dejar de participar en los juegos después de entregar pruebas positivas a pesar de haber recibido dosis completas de las inyecciones de COVID-19, informó Forbes .

Al día siguiente, el jugador de voleibol de playa masculino de EE. UU. Taylor Crabb dio positivo en la prueba de COVID-19 en Japón a pesar de haber recibido el jab y dar negativo antes de partir de los EE. UU.

Otros atletas olímpicos expulsados ​​de la competencia por dar positivo, que pueden haber recibido la vacuna o no, incluyen a la patinadora holandesa Candy Jacobs, la lanzadora británica Amber Hill, el remero serbio Miloš Vasic, el nadador ruso Ilya Borodin y cuatro atletas checos, entre otros. otros.

Aquellos con pruebas positivas han sido retirados de sus competencias o deberes y obligados a someterse a una cuarentena de 10 días independientemente del estado de vacunación.

El golfista español Jon Rahm, el golfista número uno del mundo, fue otro atleta obligado a renunciar a participar en los Juegos Olímpicos.

Rahm había recibido una inyección de Janssen de dosis única en junio, pero se vio obligado a retirarse del Memorial Tournament cuando entregó un resultado positivo de la prueba COVID-19 la misma semana.

Más de 7 semanas después, Rahm volvió a dar positivo por el virus y se vio obligado a renunciar a su lugar en los Juegos Olímpicos.

«Jon Rahm recibió la vacuna hace más de 7 semanas, pero ha dado positivo por COVID-19 en dos ocasiones distintas desde entonces», escribió Joe Pampliano, fundador de Huddle Up, un boletín informativo sobre deportes y negocios.

«La primera prueba resultó en que se perdiera un día de pago de $ 1.7 millones en el Torneo Conmemorativo, y esta vez, lo sacaron de los Juegos Olímpicos», escribió Pampliano: «Absolutamente brutal».

El Comité Olímpico Español (COE) dijo en un comunicado de prensa que el “caso positivo de Rahm se detectó después de que se sometiera a una tercera prueba consecutiva de PCR, que es obligatoria para todos los que hayan estado recientemente en Reino Unido”.

Según el medio en español El País , Rahm había estado recientemente en el Reino Unido para el British Open, un prestigioso torneo de golf celebrado en Escocia.

“Jugar en Tokio me habría dado la oportunidad de ganar una medalla de oro olímpica para mi país”, escribió Rahm en un tweet el 25 de julio. “Me hubiera encantado haber sido el primer medallista de oro olímpico español en golf, pero lamentablemente el destino me otros planes. Este es un gran recordatorio para todos nosotros de que todavía estamos en una pandemia «.

Rahm no fue el único golfista obligado a retirarse. El golfista estadounidense Bryson DeChambeau, el golfista masculino número 8 del mundo, también se vio obligado a ceder su puesto después de dar positivo antes de partir hacia Tokio.

Mientras tanto, los estrictos protocolos de COVID-19 obstaculizan a los atletas olímpicos que aún no han sido retirados de la competencia.

Ayer mismo, tres miembros del equipo atlético australiano se vieron obligados brevemente a someterse a aislamiento y pruebas después de que el saltador con pértiga australiano Kurtis Marschall entrara en contacto con el competidor estadounidense Sam Kendricks, que previamente había dado positivo por el virus.

Las declaraciones publicadas por el Comité Olímpico Australiano (AOC) señalaron que “[m] as brasas del equipo de pista y campo de Australia en los Juegos Olímpicos de Tokio se están aislando en sus habitaciones como medida de precaución tras la noticia de un hallazgo positivo de COVID con un miembro de los EE. UU. equipo de pista y campo «.

Otra actualización decía que los miembros del equipo estaban «sometidos a procedimientos de prueba de acuerdo con los protocolos del equipo olímpico australiano».

A los atletas, que están todos «completamente vacunados», finalmente se les permitió reanudar su horario regular después de entregar las pruebas negativas.

«Una vez más, mucha precaución y nuestros estrictos protocolos continúan manteniendo seguro al equipo», afirmó el vicepresidente del Comité Olímpico Australiano, Ian Chesterman.

Debido a las restricciones de COVID-19, los Juegos Olímpicos de Tokio se llevan a cabo sin audiencia en vivo mientras la ciudad de Tokio se encuentra en estado de emergencia, reportando casos récord de COVID-19.

Dentro de su población de 13,96 millones, Tokio registró 3.865 nuevas pruebas positivas de COVID-19.

La noticia de la expulsión de los atletas olímpicos de los juegos se produce en medio de un mayor impulso de los funcionarios de salud pública y los principales medios de comunicación para obtener el golpe, mientras que los mandatos gubernamentales de mano dura se están convirtiendo en la norma.

El Reino Unido , Francia y Grecia , entre otros, ya han comenzado a imponer pasaportes de vacunas y a exigir que los empleados de la salud reciban la vacuna.

En los EE. UU., El Departamento de Asuntos de los Veteranos exige inyecciones de COVID-19 para sus trabajadores de la salud, convirtiéndose en el primer departamento federal en exigir las inyecciones.

El lunes, California y Nueva York tanto se trasladaron a la fuerza de los trabajadores sanitarios y los empleados del estado para obtener los COVID-19 inyecciones o estar sujetos a pruebas todos los días como una condición de empleo.

Se espera que el presidente Joe Biden haga un anuncio pronto sobre un posible mandato de vacuna COVID-19 para todo el gobierno federal.

El mayor enfoque en lograr que los estadounidenses «se vacunen» no ha abordado la creciente evidencia de que las inyecciones no impiden que las personas contraigan COVID-19 , los dilemas morales involucrados en la producción de las drogas y una montaña de informes que sugieren que las inyecciones están causando daños graves. .

Mientras tanto, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que incluso los estadounidenses «completamente vacunados» vuelvan a usar máscaras en interiores, citando «infecciones de avance».

El CDC informó en mayo que dejaría de contabilizar el «COVID revolucionario», es decir, los casos en los que aquellos que habían sido «completamente vacunados» dieron positivo sin embargo. En el momento del anuncio, los informes de casos de avance habían excedido los 10,000 y las muertes llegaron a 535 , aunque supuestamente el 16% de esas muertes fueron reportadas como asintomáticas o no relacionadas con COVID.

Siguen aumentando los casos positivos por COVID-19 en los Juegos Olímpicos
Hasta ahora se han detectado más de 130 contagios directamente relacionados con los Juegos Olímpicos de Tokio, de acuerdo al comité organizador. Entre los últimos deportistas que dieron positivo están los garrochistas Germán Chiaraviglio, de Argentina, y Sam Kendricks, de EE.UU., quienes tuvieron que retirarse de la justa olímpica. Además, múltiples miembros del equipo de atletismo de Australia han tenido que ponerse en cuarentena en sus habitaciones tras haber sido identificados como contactos cercanos de Kendricks.

Pfizer: La vacuna brinda alta protección contra la COVID por al menos 6 meses.Los datos, que aún no reciben revisión científica completa, fueron presentados por la compañía y serán utilizados como evidencia para que las autoridades sanitarias de EU determinen si hay necesidad de una dosis de refuerzo.

WASHINGTON, 29 de julio (AP) — La efectividad de la vacuna de Pfizer contra la COVID-19 disminuye ligeramente con el tiempo, pero sigue brindando un alto grado de protección al menos seis meses después de la segunda dosis, según datos de la farmacéutica publicados el miércoles.

Los hallazgos son evidencia que las autoridades de salud de Estados Unidos considerarán para tomar la decisión de si es necesario un refuerzo y cuándo. Pfizer y su socio alemán, BioNTech, dijeron que tienen la intención de solicitar autorización para los refuerzos.

Los hallazgos son evidencia que las autoridades de salud de Estados Unidos considerarán para tomar la decisión de si es necesario un refuerzo y cuándo. Foto: Mark Lennihan, AP

Los nuevos datos se desprenden del estudio de 44 mil personas que dio inicio al uso extendido de la vacuna, mostrando su alta efectividad en los primeros meses tras la vacunación. Las empresas han dado seguimiento a los participantes de ese estudio durante seis meses y contando.

Más importante aún es que la protección contra la COVID-19 grave sigue siendo muy elevada: de casi 97 por ciento, según hallaron los investigadores. En general, la protección contra la COVID-19 sintomática fue del 91 por ciento durante el periodo de seis meses, según el estudio.

Pero un vistazo más de cerca muestra que la eficacia contra cualquier infección sintomática se redujo gradualmente cada dos meses. Después de que los participantes recibieron la segunda dosis, la protección alcanzó un máximo de 96 por ciento. Pero para el cuarto mes, la efectividad era de 90 por ciento, y para el sexto mes, era de aproximadamente 84 por ciento.
La eficacia contra cualquier infección sintomática se redujo gradualmente cada dos meses. Foto: Mary Altaffer, AP

Los resultados del estudio fueron publicados en Internet, pero no han pasado por una revisión científica completa. No señalan cómo funciona la vacuna contra la contagiosa variante Delta. Sin embargo, las empresas mencionaron pruebas separadas y datos de la vida real que muestran que las vacunas proveen defensas contra la variante.

 

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