Congreso extraordinario del Opus Dei… para adelantarse al enemigo jesuita (I)

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* Lo que está en juego es la llamada universal a la santidad. Si lo prefieren, el papel de los laicos en la Iglesia.

* Cuanto más predica la Curia contra el clericalismo, más crece el clericalismo en la Curia.

La curia vaticana está controlada hoy en día por los jesuitas. Y esto no sería malo, al revés, si se tratara de la antigua y espléndida compañía de Jesús, Pero la Societas Iesu (SI) actual es como una de esa venus sin cabeza: lo mejor es lo que no se ve. Lo mejor son los viejos ignacianos, cuya edad media ya esta más cerca de los noventa que de los setenta. El resto, sobre todo los de edad provecta, carecen de la antigua formación pero han crecido en soberbia clerical, el peor de los vicios, porque en un clérigo la soberbia suele ir acompañada del orgullo espiritual, el peor de todos los orgullos.

Pero a lo que estamos, Fernanda, que se nos va la tarde. Decíamos ayer… que los jesuitas de hoy, como en los años cuarenta, cincuenta y sesenta del pasado siglo, están, continúan, obsesionados contra el Opus Dei. En concreto, el jesuita, recién elevado a cardenal por el Papa Francisco, de nombre Gianfranco Ghirlanda, el hombre que está detrás del Mottu Proprio sobre la Obra, se ha empeñado en que el Opus Dei deje de ser laico, le quiere clerical, así que la Obra ha decidido adelantarse con un congreso extraordinario para ser ella quien reforme sus propios Estatutos y no se los reformen. Ha hecho bien. 

Un clerical es un señor que no soporta que un tío con corbata demuestre tener los mismos o más conocimientos teológicos que él y muchos más conocimientos sobre el mundo. No le mola nada 

Se trata de evitar que se separe a los curas de los laicos, que es lo que pretende el jesuita Ghirlanda. Curioso: Francisco le acaba de nombrar cardenal tras conseguir que el prelado de la Obra, Fernando Ocáriz, no sea obispo.

En cualquier caso, lo que está en juego es la llamada universal a la santidad. Si lo prefieren, el papel de los laicos en la Iglesia. Y esto es lo malo, porque percibo que cuanto más predica la Curia contra el clericalismo, más crece el clericalismo en la Curia vaticana. 

Si separas a los curas de los laicos, te has cargado el Opus Dei. ¿A ver si va a ser eso lo que se pretende? 

Y este es el problema, que Ghirlanda es todo un clerical. Un clerical es un señor que no soporta que un tío con corbata demuestre tener los mismos o más conocimientos teológicos que él y muchos más conocimientos sobre el mundo. No le mola nada.

A ver si nos entendemos, lo que san Josemaría dijo era que todos, curas y laicos, pueden y deben ser santos. Por eso, salvo los curas que administran sacramentos en los centros masculinos y femeninos, los que mandan son los laicos. Pues bien, lo que pretende el jesuita Ghirlanda es, además de humillar a la Obra, que ante eso te callas y te aguantas, es acabar con el espíritu laical de la Obra, sin la cual, no sólo no deja de tener sentido la obra sino también el Concilio Vaticano II, que hizo doctrina la apuesta de Escrivá por la santificación de los laicos.

El Opus Dei atraviesa una crisis muy seria, los jesuitas atraviesan una crisis terminal. Esa debería ser la principal preocupación de ambos 

Pero es que, además, la fuerza del Opus Dei en el mundo ha sido, precisamente su espíritu laical. Un sacerdote no puede entra en la batalla política, o intelectual, o artística o científica. Un laico sí. 

Además, lo que pretende Don Gianfranco es un absurdo. Existe una sola vocación al Opus Dei, no una para mujeres, otra para varones y una tercera para sacerdotes. Encima, ente estos últimos, los hay que dependen del prelado y los hay que dependen del obispo diocesano, ¿Sabe el amigo Ghrinlanda la bronca que está armando con esto? Se dice que el Papa Francisco rebajó las pretensiones iniciales del cardenal jesuita… sin comentarios.

Ahora mismo el Opus Dei atraviesa una crisis muy seria, los jesuitas atraviesan una crisis terminal. Que los unos se dediquen a fastidiar a los otros empiezan a ser un poquito risible y un muchito peligroso. Mejor harían, la Prelatura y la orden de San Ignacio, en resucitar de sus propias cenizas y volver a sus orígenes. La Obra se ha alejado de esa raíces 100 metros, los jesuitas un kilómetro. Los de Societas Iesu deberían mirar hacia dentro en lugar de fastidiar al de fuera.

Pero hay más, queda para el lunes 10.

Por Eulogio López.

MADRID, ESPAÑA.

LUNES 10 DE OCTUBRE DE 2022.

HISPANIDAD.

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