Choque de trenes en la Conferencia de Presidentes. Pedro Sánchez improvisa una agenda con el doble objetivo de lograr una foto de normalidad institucionalidad y de endosar a las comunidades -mayoritariamente gobernadas por el PP- la responsabilidad de solventar la vivienda.
En el PP responden que lo primero es retirar la Ley Bolaños que pretende dar un golpe mortal a la Justicia. Sin estado de derecho ni hay autonomías ni lealtad institucional ni nada de nada. El PSOE responderá que eso es un ‘¿qué hora es? Manzanas traigo’, pero en realidad sin seguridad jurídica no hay convivencia posible.
Como Ayuso ha sacado los dientes desde Ferraz ya preparan el argumentario para responsabilizar al PP del fracaso: están en la bronca, no arriman el hombro, están secuestrados por Vox como se ha visto en Murcia, no les importa que los jóvenes no puedan acceder a una vivienda, etc.
La realidad es que Ayuso le ha recordado que la competencia en materia de Vivienda es autonómica y que si el gobierno quiere ayudar, lo primero que tiene que hacer es retirar la Ley de Vivienda que ha tensionado los precios y limitado las licitaciones. Lo segundo que tiene que hacer es dejar de criminalizar a los portales inmobiliarios y colaborar con ellos para que haya la mayor transparencia posible. Y lo tercero, asume su responsabilidad sin endosarsela a las comunidades autónomas como hizo en la pandemia.
A todo esto hay que sumar el encontronazo lingüístico. Ayuso ya advierte que si hay pinganillos ella se marcha. Es un gesto que responde a otro gesto. ¿Es necesario el pinganillo? No. Todos tenemos una lengua común que es el español. Entonces, ¿por qué el empeño en el pinganillo? Porque se quiere remarcar la diferencia en lugar de lo que nos une. Y eso es ante lo que se rebela Ayuso.
El PSOE lo utilizará para azuzar las sensibilidades localistas. Que si el PP nunca ha entendido las diferencias entre los españoles, que si la derecha es incompatible con el estado autonómico, que si el PP odia las lenguas regionales,…
Por último, el PP denunciará el pacto fiscal catalán. Dicen que la condonación de la deuda es aceptar el chantaje nacionalista, es pan para hoy y hambre para mañana, es premiar al irresponsable. Hasta lo dice la consejera valenciana que ha heredado la irresponsabilidad del pacto del Botanic entre el PSOE y Compromís. La respuesta de la fontanería de Ferraz será que no entienden por qué rechazan algo que beneficia a sus ciudadanos, que practican la catalanofobia y que mucho hablar y hacer el paripé pero ya verás como al final acuden a recoger el cheque…
Todo relato. Pero probablemente suficiente para que Junts que ya había mostrado su disposición a colaborar en una moción de censura se descuelgue: desprecian el catalḉan. Y lo mismo el PNV que rechaza la moción por el boicot al euskera como lengua oficial en Bruselas.
Ya me da rabia hacer de profeta y acertar. Pero conozco demasiado el paño. El PSOE busca una foto institucional y si no la consigue azuza el desencuentro para relatar las dos Españas y la necesidad de un muro frente al ‘fascismo’.
¿Y el PP qué hará ante este órdago a la grande?, ¿lo verán?, ¿llevan cartas?
Y por cierto, ¿Vox qué opina de todo esto más allá de azuzar la incoherencia de manifestarse con la mafia el domingo pero reunirse con ella el viernes?
El anzuelo del pescador
- Desencuentro Trump-Musk. Musk criticó duramente el presupuesto de Trump. El presidente americano dijo sentirse “sorprendido y muy defraudado”. Musk responde que sin él, Trump no hubiera ganado las elecciones. Trump retira los acuerdos gubernamentales con sus empresas y Musk le acusa de formar parte de la lista Epstein de pederastas. ¿Verdad que podrían protagonizar el próximo éxito musical de Pimpinella y Escarlata?
- Ferraz amortiza a los críticos. En los últimos días, Eduardo Madina, Lambán, Tomás Gómez y Page han salido a los medios para lamentar la situación que atraviesa el PSOE. La respuesta de Ferraz es dura: “La militancia les ha puesto en su sitio”. Rodillo y paso al frente…
- La OTAN se inquieta ante el plante de España en la inversión militar. “Arrastran los pies en el gasto”. Ahora la OTAN exige un 3,5% de inversión en Defensa más un 1,5% para gastos del Ejército. Total, 5%. Margarita Robles se planta en el 2%. ¿Se romperá la cuerda?