¿Cómo dejar los vicios que te hacen esclavo?

Psic. Octavio Escobar
Psic. Octavio Escobar

Seguramente habrás escuchado decir que para rehabilitar a un adicto es necesario que la decisión de cambiar sea propia de la persona que tiene el problema, ya que debe reconocer su situación y querer iniciar por sí sola un proceso de restauración.

Lamentablemente para nosotros los “buenos” que no estamos sumidos ni en el alcohol ni en las drogas, nos cuesta tremendamente reconocer que tenemos malos hábitos que no podemos controlar. Por el contrario, al no tener grandes problemas que afecten nuestra vida, nos sentimos superiores a aquellos que sufren adicciones serias como si nosotros no tuviéramos pequeños flagelos que nos consumen lentamente. 

La adicción a mirar tonterías inútiles en el celular, por ejemplo, es uno de los hábitos nocivos más comunes. No solo porque nos hace perder el tiempo sino porque atrofia el sistema de recompensa que nuestro cerebro usa para premiarnos por hacer cosas que nos generan esfuerzo. Al igual que el alcohol, o las drogas, el uso desordenado e inoficioso del celular nos da placer ¡a costa de nuestra salud mental y de nuestro sagrado tiempo!

Ahora bien, muchos podrán decir que tienen controlado el uso del teléfono. Pero como este vicio, existen muchas otras adicciones de las cuales no somos conscientes y que nos consumen la vida lentamente, sin efectos aparentemente visibles. Por eso hoy te traigo un paso a paso para examinar, descubrir y cambiar estos hábitos que te acaban la vida:

  1. Examina qué pensamientos o acciones recurrentes son inconscientes o automáticas y determina cuales son positivas y cuales son nocivas. Ej. 

    Positivas: Rezar antes de levantarme, tender la cama, lavar los platos después de comer, etc. 

    Negativas: Posponer la alarma, imaginar qué haría si ganara la lotería, hablar de lo que me contó la vecina, ver videos tontos en redes, etc. 
  1. Una vez hayas determinado cuáles hábitos son nocivos, revisa con la humildad de María si fuiste realmente honesto en la apreciación de tus malos hábitos. Reza un Ave María e inténtalo nuevamente. Este ejercicio te mostrará tus verdaderos malos hábitos, tal como un alcohólico necesita reconocer su adicción y además comprenderás el poder de la humildad con tu madre del cielo, para ver tus verdaderos vicios.  
  2. Una vez hayas obtenido respuestas más reales, es momento de cambiar. Sin embargo, así como no todos los problemas son iguales, tampoco lo son las soluciones. Es por eso por lo que hoy quiero invitarte a que continúes indagando en tus conductas para conocer las raíces de tus malos hábitos y que así puedas cambiarlos para siempre. Escríbeme ahora mismo un mensaje a mi WhatsApp +571 580 6849 y cuéntame cuál es ese vicio que viste en oración y que te está haciendo daño, para que juntos con María y Jesús, podamos encontrar la solución. 
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Psicólogo Clínico de Colombia