La editorial Sekotia acaba de publicar el libro Cine y Familia, en el que 16 expertos abordan diversas formas en que el cine afecta a las relaciones familiares y presenta la familia en las pantallas. Muchos de estos expertos están ligados a la prestigiosa plataforma CinemaNet, que desde 1996 trabaja por un cine con virtudes humanas y películas con valores. Sus premios Olas de Oro ya han cumplido 25 años.
A menudo, los padres de familia cristiana se quejan de que ellos no pueden competir con las películas que ven sus hijos: en las películas casi nadie tiene fe, en las películas los jóvenes mantienen relaciones sexuales sin casarse (muchas premian la promiscuidad y la infidelidad), en las películas los jóvenes atolondrados acaban triunfando mientras los padres parecen tontos, en las películas las chicas delgadas y guapas levantan espadas o rifles más grandes que ellas mientras en la vida real no tienen fuerzas ni para madrugar y desde luego no consiguen ser tan guapas…
Sin embargo, sabiendo seleccionar películas y sabiendo comentarlas en familia, es posible aprender muchas cosas, y prevenir otras.
Este libro aborda la relación entre cine y familia y da ideas para obtener el mayor beneficio familiar. Para empezar, anima a ir más allá de las películas conocidas: no sólo existe Disney o el cine español. Hay más países, más cineastas, más estilos…
Así, el libro trata temas como:
– educar con el cire y las series: ya no se consume como antes;
– hasta qué punto influye el cine en jóvenes y adolescentes;
– el padre y los abuelos en el celuloide (en muchas películas para jóvenes hay una epidemia de padres tontos, y las películas modernas parecen enseñar al niño que tienen que desobedecer a su tonto padre);
– la familia en el cine de animación, en el cine español o en el de Extremo Oriente;
– las drogas, el alcoholismo y la sexualidad en las películas.
El libro reconoce que padres y madres se enfrentan hoy al reto de educar, que siempre fue difícil pero hoy con complicaciones añadidas. En el siglo XIX, unos padres podían saber que en la calle sus hijos encontrarían otras influencias: hoy, las otras influencias las tienen en el hogar, en la televisión, y en el bolsillo del adolescente al que le han dado un móvil. Un joven cualquiera pasará muchas más horas consumiendo series y películas que hablando con su padre: hoy las series siempre están disponibles, y los padres lo están mucho menos.
La Carretera, película apocalíptica de 2009, basada en la novela de Cormac McCarthy; la civilización se hundió; quedan hordas, caníbales, barbarie… un padre protege a su hijo.
El libro incluye además capítulos interesantes y peculiares como el de la familia en el cine postapocalíptico: cuando se hunde el Estado y la civilización, destaca más el poder de la familia. Así, se analizan películas como Un lugar tranquilo (o silencioso, el ruido atrae al monstruo), Hijos de los hombres (los últimos niños en una sociedad que quedó estéril), La carretera (una valoración de la paternidad, cuando no queda nada más) y Estación Once (la familia que uno encuentra).
También se analizan los cambios en Disney, incluyendo las polémicas recientes. Y se explora el papel de la familia en el cine español, donde pese a tantas ideologías hostiles el público familiar y las historias de familias unidas siguen siendo las que más éxitos logran.
De especial interés desde un punto de vista cristiano es el capítulo sobre el perdón en el cine: analiza lo que es el perdón como estrategia narrativa en una película, lo aplica al mundo familiar y propone algunas películas sobre el perdón.
Los expertos que han participado en este libro son conocidos por los lectores de CinemaNet y de varias publicaciones cristianas o de prensa familiar: Daniel Arasa, el veterano periodista impulsor de CinemaNet ha sido el coordinador, y han escrito María Ángeles Almacellas, Guillermo Altarriba, Ignacio Eufemio Caballero, Willy García, José Miguel Hernández López, Nacho Laguía, Alfonso Méndiz, Josan Montull, Ramón Ramos, Isabel Rodríguez Alenza, Javier Rodríguez Fraile, Miguel Fernando Ruiz de Villalobos, Gloria Tomás, María Consuelo Tomás y Ninfa Watt.
Por P.J.Ginés.
ReL.