Cinco obispos abandonan la Iglesia anglicana para pasarse a la católica, en rechazo a la Agenda LGBTIQ

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¿Qué está pasando en la Iglesia anglicana para que, en los cuatro últimos años, cinco de sus obispos decidan abandonarla para pasar a la Iglesia católica?

Decisiones como la ordenación de mujeres sacerdotes, la ordenación sacerdotal de personas que llevan una vida de convivencia homosexual, o la bendición de parejas del mismo sexo, explican un fenómeno histórico sin precedentes.

¿Qué está pasando en la Iglesia anglicana para que, en los cuatro últimos años, cinco de sus obispos decidan abandonarla para pasar a la Iglesia católica?

Uno de ellos es John Goddard, antiguo obispo anglicano de Burnley, en la provincia inglesa de York, a quien el Papa Francisco acaba de conceder el título de «capellán de Su Santidad».

De obispo anglicano a sacerdote católico casado

El ahora «monseñor» (apelativo propio de este nombramiento) recibe esta distinción del pontífice casi un año después de haber sido ordenado sacerdote en el seno de la Iglesia católica y de incardinarse en la archidiócesis católica de Liverpool.

El antiguo obispo anglicano, de 75 años, casado con Vivienne, con quien tiene dos hijos, es ahora sacerdote católico, en virtud de la constitución apostólica, firmada por Benedicto XVI en 2019, por la que se permite oficialmente la ordenación sacerdotal de antiguos pastores anglicanos, aunque estén casados.

Los sacerdotes u obispos anglicanos casados, sin embargo, no pueden ser ordenados obispos en la Iglesia católica.

Motivos detrás de la decisión

Monseñor Goddard considera que la distinción que le ha concedido el Papa implica un reconocimiento de su periplo existencial en los últimos cincuenta años, «un camino constante», que como él mismo dice, «ha culminado en la Iglesia católica».

En la reunión de noviembre de 2012 del Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra, Goddard fue uno de los tres miembros de la Cámara de los Obispos (las otras dos cámaras son las de los clérigos y laicos) que votó contra la ordenación de mujeres obispos.

Él mismo reconoce que aquella decisión anglicana tuvo un papel decisivo en su alejamiento y consecuente acercamiento a la Iglesia católica.

En su opinión, la Iglesia de Inglaterra se ha orientado en las últimas décadas hacia una concepción más protestante, separada de los tres pilares que caracterizan al cristianismo: la razón, la Escritura y la tradición.

«El camino a seguir hoy parece ser una especie de relativismo que, en mi opinión, no sigue la tradición católica», declaró tras madurar su decisión de pedir la acogida a la Iglesia católica.

«Discerní que estaba llamado a un camino distinto del de la Iglesia de Inglaterra, en la que había servido durante tanto tiempo, pero en la que me sentía cada vez más incómodo. No podía, con integridad, continuar dentro de la Iglesia de Inglaterra. En el pasado podía decir que era cristiano, católico y miembro de la Iglesia de Inglaterra, y consideraba que estas tres afirmaciones eran coherentes. Esto ya no podía hacerlo».

Cinco obispos

Monseñor Goddard es uno de los cinco obispos anglicanos que han abrazado el catolicismo en los últimos cuatro años. En general, esos representantes anglicanos proceden de sensibilidades diferentes, pero los motivos que les han llevado a tomar esta decisión son parecidos: divergencias en las decisiones tomadas por la mayoría anglicana.

Los otros cuatro líderes anglicanos que han sido acogidos recientemente en el seno de la Iglesia católica son Jonathan Goodall, antiguo obispo de Ebbsfleet; Michael Nazir-Ali, quien fue obispo de Rochester; Peter Forster, obispo retirado de Chester; y Gavin Ashenden, antiguo capellán de la Reina y obispo anglicano tradicionalista.

En general, estos obispos, como por ejemplo monseñor Michael Nazir-Ali, se han manifestado contra la bendición de parejas homosexuales (adoptada ahora por la Comunión Anglicana, provocando un cisma) y contra la ordenación de sacerdotes que mantienen una convivencia homosexual.

Más de tres mil fieles anglicanos

En 2009, el Papa Benedicto XVI promulgó la constitución apostólica «Anglicanorum Coetibus» que facilita la acogida de grupos de cristianos de tradición anglicana que quieren entrar en plena comunión con la Iglesia católica.

Aquel documento estableció la creación de «diócesis», como sucede con la diócesis castrense (Ordinariato militar), dedicadas específicamente a la acogida en el seno de la Iglesia católica de grupos o parroquias anglicanos que piden la comunión plena.

Hoy hay tres «ordinariatos» para católicos de origen anglicano en el mundo: el de Inglaterra y Gales (con 3.500 fieles, 91 sacerdotes, 9 religiosas, distribuidos en 35 parroquias), el de Estados Unidos y Canadá (con 8.000 fieles, 87 sacerdotes, distribuidos en 38 parroquias), y el de Australia (con 1.200 fieles, 21 sacerdotes y 14 parroquias).

El primado de la Comunión Anglicana mundial, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha comentado en varias ocasiones este éxodo de obispos, sacerdotes y fieles anglicanos al catolicismo, asegurando que desde su punto de vista no se trata de un problema: lo importante, según él, es que sean «fieles discípulos de Cristo».

El bautismo en la Iglesia anglicana es considerado como válido por la Iglesia católica, motivo por el cual los fieles de esa confesión que piden ser acogidos en el catolicismo no necesitan bautizarse de nuevo.

Ahora bien, la Iglesia católica no reconoce la validez de la ordenación sacerdotal en el seno de la Iglesia anglicana. En 1896, el Papa León XIII emitió la bula Apostolicae Curae, en la que declaró que las ordenaciones anglicanas son «nulas e inválidas», por considerar que los cambios realizados en el rito de ordenación, durante la Reforma Anglicana, invalidaron el sacramento del Orden sagrado. Por este motivo, los pastores anglicanos acogidos en la Iglesia católica necesitan recibir la ordenación sacerdotal de manos del obispo católico.

Jesús Colina

Por Jesús Colina.

Ciudad del Vaticano.

El Debate.

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