Tras las elecciones celebradas en el día de ayer en Chile, las fuerzas progresistas tendrán una amplia mayoría en la Asamblea encargada de redactar la nueva Carta Magna. La derecha, que sufrió una derrota catastrófica, carecerá de poder de veto.
Los numerosos ciudadanos que se presentaban de forma independiente -48 escaños- junto a los grupos de centro e izquierda que conforman la oposición -27 de Apruebo Dignidad y 25 de Lista del Apruebo- han obtenido más de dos tercios de los 155 escaños de la convención que redactará la nueva Constitución.
Además, 17 cupos están reservados para los pueblos indígenas originarios y habrá paridad entre hombres y mujeres.
La derecha, que se presentó en una única lista conformada por los partidos del oficialismo -coalición de Gobierno-, con 38 escaños es la gran perdedora de esta elección al conseguir menos de un tercio de la convención -52 escaños-, el porcentaje necesario para influir en el contenido de la nueva Carta Magna y vetar artículos.
En contra de lo que avanzaban los sondeos y con un sistema proporcional de conteo que favorece a los grandes partidos políticos, los independientes son los grandes ganadores en los históricos comicios y, aunque carecen de filiación partidaria, en su gran mayoría están alineados con ideas progresistas.
Victoria del Nuevo Orden Mundial
Con el resultado obtenido se puede dar por hecho que la futura Constitución de Chile contendrá todos los elementos propios del Nuevo Orden Mundial siguiendo el modelo radical de la izquerda. A saber, aborto, eutanasia, matrimonio entre homosexuales, ideología de género, etc, serán consagrados desde el texto que regirá la política del país sudamericano en las próximas décadas, a menos que el texto que se apruebe sea rechazado en un referéndum.
Agencias/InfoCatólica.