Han pasado dos semanas en que Chiapas se mantiene en semáforo naranja, y muchas personas comenzaron a salir a las calles, activando de una manera tímida la economía local.
Otros aspectos como el religioso también están preparados para abrir sus puertas, en este caso las iglesias, buscando que las personas comprendan que no será un aforo total.
De hecho, ya hay un formato que la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez utilizará para que las personas que busquen llegar a los recintos religiosos, lo puedan hacer con orden y precaución.
Para el semáforo rojo y naranja, las iglesias tendrán un aforo de tan sólo 100 personas o menos en el caso de la Catedral de San Marcos; según sea el tamaño será la cantidad de feligreses, es decir, si es una pequeña capilla, será ocupada por 20 a 30 personas.
Uno de los puntos especiales para que la feligresía no corra riesgos, es que las personas que pretendan ingresar a misa, deberán llegar minutos antes para tener un lugar en el interior y no quedar parados a las afueras lo que provocaría un contacto más cercano con un mayor número de gente.
Desde la entrada, el personal de cada iglesia, parroquia o capilla, tomará la temperatura de cada una de las personas que ingresen y deberán llevar consigo el cubrebocas, de lo contrario no ingresarán.
Con información de Diario de Chiapas/Francisco Mendoza