La gradual apertura para realizar más actividades en nuestro Estado, nos brinda la oportunidad de realizar, con mayor tranquilidad y las debidas precauciones, la celebración de las primeras comuniones y confirmaciones de los niños de nuestras comunidades parroquiales, las cuales se fueron atrasando por la pandemia.
Estás celebraciones, deberán llevarse a cabo conforme a las indicaciones que he dado a los sacerdotes y catequistas, particularmente en lo que se refiere al número de asistentes en cada Eucaristía.
Pido a los abuelos, tíos y primos de los niños su comprensión, ya que solo podrán asistir los papás y padrinos de quien va a recibir el sacramento. Mucho ayudará el que puedan transmitirse estás celebraciones por medio de las redes sociales para que, desde sus hogares, puedan acompañar a los niños.
Asímismo, sugerimos que, posterior a la Misa, no se realicen fiestas con un gran número de personas. No debemos olvidar que, aunque se avanza en la recuperación, debemos seguir siendo cautelosos y no poner en riesgo a nadie.
Por otra parte, estamos por iniciar el mes de octubre, mes en el que celebramos diversas campañas relacionadas con la salud.
Una de ellas, está relacionada al cuidado de la mujer en la prevención del cáncer de mama y cérvico uterino. Invito a los esposos e hijos para que motiven y acompañen a las mujeres de la familia a realizarse estos chequeos, ya que la detección temprana favorece el que puedan realizarse los debidos procedimientos para erradicar este mal.
Finalmente, invito a toda la comunidad a unirnos en oración durante el mes de octubre, ofreciendo el rezo del santo rosario para que pronto nos veamos libres de esta pandemia, pidiendo para que todo los miembros del sector salud sigan fortalecidos en la encomienda que, con tanto valor y dedicación, realizan para cuidar a los enfermos.
Pido a Dios por todos ellos.
+ Rogelio Cabrera López
Arzobispo de Monterrey