El católico anónimo que asegura haber descabezado la abominación en la catedral de Linz, Austria, dio su testimonio en Telegram (1 de julio).
Escribe que no es su deber impedir lo que hace el obispo Manfred Scheuer de Linz:
«Pero sí es nuestro deber impedir cualquier difamación de Dios y de su Santísima Madre».
Puesto que la Santísima Madre le protege cada día, quiso estar a su lado.
Explica por qué actuó en lugar de buscar el diálogo:
«Desgraciadamente, los correos electrónicos son ignorados por la diócesis de Linz, las llamadas telefónicas terminan bruscamente y no hay salida para las críticas».
Y «Ante esta abominable y blasfema parodia, era necesaria una acción urgente y decisiva».
Al principio, el fiel quiso serrar el torso de la abominación. Pero se dio cuenta de que sería demasiado ruidoso y llevaría demasiado tiempo. Así que cambió de plan sobre la marcha y optó por la cabeza:
«Sin la cabeza y la aureola, no habría duda de que se trataba de una caricatura de la Virgen María».
LINZ, AUSTRIA.
MARTES 2 DE JULIO DE 2024.
ESNEWS.