Un cardenal que fue perseguido por los comunistas en Europa del Este advirtió que el acuerdo del Vaticano con China dañará a la Iglesia.
En declaraciones al vaticanista Nico Spuntoni para Il Tempo , el cardenal Dominik Duka, OP, advirtió sobre los peligros que encierra la actual relación del Vaticano con China.
“La cuestión de la posición de la Iglesia Católica en China, a la luz de mi experiencia de persecución durante el comunismo, me lleva a expresar cierta cautela”, dijo Duka, y agregó:
Estoy de acuerdo con el cardenal Zen en que la política diplomática desequilibrada de la Santa Sede hacia el régimen chino puede dañar a la propia Iglesia Católica.
El controvertido acuerdo chino-vaticano , firmado en 2018 y renovado hasta 2028 el otoño pasado, se ha convertido en uno de los aspectos más candentes del pontificado del papa Francisco. De hecho, es tan omnipresente y tóxico que se cree que ha empañado las posibilidades de su artífice, el cardenal Pietro Parolin, en el reciente cónclave.
Se cree que el acuerdo oficialmente secreto reconoce a la iglesia aprobada por el Estado en China y permite al Partido Comunista Chino (PCCh) nombrar obispos.
El Papa aparentemente mantiene el poder de veto, aunque en la práctica es el PCCh quien tiene el control , como se ha evidenciado repetidamente en numerosas ocasiones, incluso en las últimas semanas. También supuestamente permite la destitución de obispos legítimos para ser reemplazados por obispos aprobados por el PCCh.
Esto ha llevado a que los católicos locales sufran una mayor persecución a medida que las autoridades chinas los presionan cada vez más para que se unan a la iglesia cismática aprobada por el Estado en lugar de permanecer leales a Roma.
Sobre esto, Duka advirtió:
Las demás Iglesias cristianas, que no tienen representación oficial, pueden convertirse en símbolos de resistencia, mientras que la Iglesia católica puede ser percibida como colaboracionista, sobre todo si es cierto que el texto del acuerdo permanece secreto y sólo se filtran al público informaciones preocupantes.
El secreto del texto ha sido uno de los temas más recurrentes en torno a todo el asunto. Sin embargo, el cardenal Parolin ya lo había defendido, afirmando en 2023 que dicho secreto se debía a que aún no había sido aprobado definitivamente.
Las leyes que rigen la práctica de la religión son notoriamente estrictas en China y en las últimas semanas se han vuelto aún peores.
Incluso antes de las últimas leyes religiosas restrictivas, obispos, sacerdotes, seminaristas y laicos han sido arrestados, torturados y encarcelados por no adherirse a la iglesia estatal del PCCh, y se informa que las autoridades chinas agregaron presión adicional sobre los católicos fieles al decir que el Papa Francisco apoyaba a la iglesia estatal, lo que, por la naturaleza de su aprobación del acuerdo de 2018, aparentemente hizo.
Duka comparó esos elementos de la persecución católica con los que él y muchos otros sufrieron a manos de los comunistas en los años 70 y 80:
Si son ciertos los informes sobre la prohibición de la participación de jóvenes en servicios religiosos, la obligación de informar los nombres de los participantes en la misa o las restricciones al nombramiento de obispos, se trata de formas de persecución comparables a las que nosotros mismos hemos experimentado. No se puede guardar silencio sobre estas cuestiones.
Duka sufrió persecución y encarcelamiento a manos de las autoridades comunistas en la entonces Checoslovaquia durante las décadas de 1970 y 1980, y como tal ha vivido en carne propia las consecuencias de la pérdida de confianza en la sociedad a manos de regímenes autoritarios. Le preocupa que esta situación se esté repitiendo en China.
Es alarmante que, a pesar de estos hechos, no solo algunos Estados, sino también la mayoría de las llamadas organizaciones humanitarias, guarden silencio sobre la situación en China, lamentó. La situación empieza a recordar la década de 1950, cuando las corrientes políticas de izquierda mostraban indulgencia o apoyo abierto a las dictaduras.
En su informe de 2020 , la Comisión Ejecutiva del Congreso de Estados Unidos sobre China escribió que la persecución presenciada es “de una intensidad no vista desde la Revolución Cultural”.
Esta situación ha continuado sin cesar , como lo evidencian los informes posteriores de la comisión, así como el testimonio de expertos chinos.
El exsecretario de Estado estadounidense Mike Pompeo criticó duramente el acuerdo en septiembre de 2020, escribiendo que “está claro que el acuerdo chino-vaticano no ha protegido a los católicos de las depredaciones del Partido, por no hablar del trato horrendo del Partido a los cristianos, los budistas tibetanos, los devotos de Falun Gong y otros creyentes religiosos”.
China ha practicado durante mucho tiempo un proceso de sinización de las religiones presentes en el país. Sin embargo, los expertos en China advierten que la sinización implica que «todas las comunidades religiosas sean dirigidas por el Partido, controladas por el Partido y apoyadas por el Partido ».
Desde la elección de León XIV como Papa, Human Rights Watch y China Aid lo han instado a abordar rápidamente el acuerdo con China.
Algunos albergaban la esperanza de que pudiera lograrlo. Citando su discurso del Regina Caeli del 25 de mayo , algunos expertos en China sugirieron que las palabras del Papa eran una señal de esperanza.
“Parece que este podría ser un momento decisivo, uno en el que se replantee la política del Vaticano de ceder a China incluso los poderes papales más importantes, a saber, la ordenación y el nombramiento de obispos, y la autoridad en asuntos religiosos”, dijo Nina Shea del Instituto Hudson a este corresponsal.
Sin embargo, la actitud cautelosa de Leo y su evidente aversión a apresurarse a tomar decisiones importantes significa que es poco probable que se produzca pronto un cambio en el status quo.
Por MICHAEL HAYNES,
Corresponsal en el Vaticano.
JUEVES 5 DE JUNIO DE 2025.
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