Echemos un vistazo a esa entrevista con el cardenal Jean-Claude Hollerich y sus comentarios sobre la ordenación de mujeres, en el sentido de que cuando el Papa Juan Pablo II dijo que nunca podría suceder, eso fue solo “una verdadera enseñanza para su tiempo”.
Ese concepto merece una mirada más cercana.
En respuesta a lo expresado por el cardenal jesuita, debe afirmarse que el Papa Juan Pablo II no se limitó a decir que la Iglesia no ordenaría mujeres; dijo que la Iglesia no podía ordenar mujeres.
El Catecismo de la Iglesia Católica confirma esta enseñanza (1577): “Sólo un hombre bautizado ( vir ) recibe válidamente la ordenación sagrada… Por esta razón la ordenación de mujeres no es posible”.
La Congregación para la Doctrina de la Fe proclamó en 1995 que esta enseñanza sobre la imposibilidad de ordenar mujeres “requiere el asentimiento definitivo, ya que, fundada en la Palabra escrita de Dios, y desde el principio constantemente conservada y aplicada en la Tradición de la Iglesia, ha sido expuesto infaliblemente por el Magisterio ordinario y universal.” Preste mucha atención a la palabra “infaliblemente”.
El cardenal Hollerich adopta un enfoque más relajado, pero incluso él reconoce que la enseñanza del Papa Juan Pablo II tiene suficiente autoridad como para que “no podamos simplemente dejarla de lado”. Pero sí argumenta que el Papa Francisco debe decidir si revive o no la pregunta que sus antecesores respondieron definitivamente. Con eso en mente, el cardenal reafirma su creencia en la autoridad papal: “Pero en este momento, si el Papa Francisco me dice que no es una opción, no es una opción”.
Bueno, en realidad, el Papa Juan Pablo II y el Cardenal Ratzinger (que pronto será el Papa Benedicto XVI) ya le dijeron que no es una opción, y que nunca podrá ser una opción. Así que no debería sorprender si el Papa Francisco dice lo mismo. De hecho, si el Papa Francisco dijera algo diferente, enfrentaríamos una crisis, porque el Romano Pontífice estaría entonces contradiciendo una enseñanza infalible.
¿Cómo, entonces, podemos reconciliar el pensamiento del cardenal Hollerich con el concepto de infalibilidad papal? Creo que tengo la respuesta. Es hora de que la Iglesia, según el retorcido argumento del cardenal, quizás en el próximo Sínodo sobre la Sinodalidad defina el concepto de infalibilidad temporal : esto es, el entendimiento de que cuando el Romano Pontífice habla ex cathdra sobre un asunto de fe o moral, definiendo la doctrina católica basada en la Palabra de Dios y la Tradición constante de la Iglesia universal, sus enseñanzas están preservadas del error, y deben ser reconocidas como verdaderas solo para su tiempo, es decir mientras él viva . De tal suerte que sas enseñanzas papales entonces podrían ser modificadas, contradichas o reemplazadas de otro modo por declaraciones «infalibles» posteriores, que a su vez solo serían ciertas para su tiempo, es decir por solo un tiempo, mientras viva dicho Papa.
Para avanzar en la comprensión adecuada de la infalibilidad según el cardenal jesuita, el Sínodo debe hacer arreglos para catalogar todas las enseñanzas infalibles de la Iglesia Católica, enumerando sus fechas de vencimiento, tal como las tiendas de comestibles enumeran las fechas de vencimiento, de caducidad de sus productos perecederos. Así como enumero la fecha de vencimiento de este breve ensayo, que está destinado a ser leído solo el 1 de abril.
Phil Lawler.
CATHOLIC CULTURE.