* El cardenal de San Diego, Robert McElroy, insiste en que el Catecismo católico debe modificarse para ofrecer una visión más positiva del sexo gay.
“He dicho durante algunos años”, argumenta el cardenal McElroy en una entrevista del viernes con la revista estadounidense dirigida por jesuitas , “que el lenguaje intrínsecamente desordenado es un perjuicio”.
El Catecismo , un compendio de la enseñanza católica autorizada, dice que la Sagrada Escritura “presenta los actos homosexuales como actos de grave depravación”, y por lo tanto la tradición siempre ha declarado que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” y son “contrarios a la ley natural”.
La tentativa de cópula entre dos personas del mismo sexo está naturalmente cerrada al don de la vida y no “procede de una auténtica complementariedad afectiva y sexual”, afirma el Catecismo , y por tanto, en ningún caso tales relaciones pueden “aprobarse”.
“El problema es”, afirma McElroy en su crítica, que la palabra “desordenado” se usa en el Catecismo “como un término filosófico, pero para nosotros en nuestro país y realmente en la mayor parte del mundo, el desorden se considera psicológico”.
“Es una palabra terrible y debería ser eliminada del catecismo”, declara.
El diccionario de Cambridge, por ejemplo, define «desordenado» como «no normal, de una manera que no es saludable». Por su parte, Santo Tomás de Aquino decía que en el caso de la homosexualidad se desordena un acto de lujuria porque “del acto no puede resultar la generación de descendencia” y “tal es el vicio contra natura”.
En lugar de centrarse en la actividad u orientación sexual de una persona, declara McElroy, los cristianos deben esforzarse sobre todo por rechazar el juzgar, que “es el peor pecado en la vida cristiana”.
Además, afirma el cardenal, no se debe asumir que el sexo fuera del matrimonio es un pecado grave, y agrega que este punto de vista no es «una buena parte de la tradición moral católica».
Más que prohibir ciertos actos sexuales, como el sexo gay, la “afirmación central” de la fe católica es que “la sexualidad es algo profundo más que algo casual”, argumenta el cardenal, de lo que se infiere que el sexo gay “profundo” es más en consonancia con la fe católica que el sexo heterosexual “casual”.
“Mi visión pastoral aquí en San Diego es hacer, y es difícil lograr esto, hacer que las personas LGBT se sientan igualmente bienvenidas en la vida de la iglesia como todos los demás”, afirma el cardenal, porque Cristo “querría que cada persona, cada persona LGBT y sus familias, para que se sientan igualmente bienvenidos en la iglesia”.
El padre jesuita James Martin, un activista LGBT vocal, encontró consuelo en las palabras del cardenal, retuiteando la insistencia del prelado de que la afirmación del Catecismo de que el sexo gay es «intrínsecamente desordenado» es «terrible» y «debe ser eliminado del catecismo».
ROMA, ITALIA.
LUNES 6 DE FEBRERO DE 2023.
BREITBART.
