* Los fanáticos del hockey en Ottawa expresaron su descontento después de que la administración Trump introdujera nuevos aranceles comerciales radicales contra Canadá
Los aficionados canadienses al hockey abuchearon el himno nacional de Estados Unidos durante un partido de la NHL en Ottawa el sábado. La expresión de descontento de los espectadores con su vecino del sur se produce después de que la administración del presidente estadounidense Donald Trump impusiera nuevos aranceles comerciales a Canadá.
El incidente tuvo lugar en el Canadian Tire Center antes de que los Ottawa Senators se enfrentaran a los Minnesota Wild. Cuando la cantante canadiense Mandia comenzó a interpretar el himno nacional, numerosos espectadores abuchearon la canción. A pesar de la reacción de la multitud, Mandia terminó el himno sin problemas. Sin embargo, el estado de ánimo cambió cuando cantó «O Canada», que provocó aplausos y vítores generalizados.
El equipo local derrotó contundentemente al Wild por 6-0.
Trump anunció recientemente un arancel del 25% a las importaciones de Canadá y México, así como un arancel adicional del 10% a los productos procedentes de China, presentando la medida como una respuesta a las preocupaciones sobre la inmigración ilegal y el tráfico de drogas.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, criticó la medida y prometió que su gobierno “no cejará en su defensa de los canadienses” al tiempo que anunció una medida recíproca sobre una amplia gama de productos estadounidenses, entre ellos cerveza, vino, bourbon, frutas y electrodomésticos.
El espectro de una nueva guerra comercial surgió hace varias semanas cuando Trump sugirió que Canadá podría convertirse en el estado número 51 de Estados Unidos. El presidente estadounidense, en particular, acusó a Ottawa de “aprovecharse de Estados Unidos durante años” y de prácticas comerciales desleales, y agregó que “Canadá depende totalmente de nosotros, por lo tanto debería ser un estado”. El sentimiento provocó una fuerte reprimenda de Trudeau, quien declaró que no hay “ni la más mínima posibilidad” de que los dos países se fusionen.
