¿El nombramiento de un nuevo obispo, hecho este lunes 10 de enero de 2021, forma parte de algún presunto plan del Papa Francisco para reorientar aspectos significativos de la doctrina de la Iglesia, previo reemplazo de funcionarios eclesiásticos en la llamada Congregación para la Doctrina de la Fe?
La pregunta no es ociosa ni carece de elementos que la hagan válida. Por ello es que desde hace varias semanas ha estado presente en los pasillos del Vaticano, y recobró fuerza este día, a la luz del informe distribuido tempranamente por la oficina de prensa de la Santa Sede.
Porque como es bien sabido, uno de los primeros y significativos desplazamientos que hizo el papa Francisco dentro de la llamada Curia, fue el del cardenal Gerhard Müller, a quien Benedicto XVl había designado como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. La remoción de Müller se produjo luego de que Su Santidad le ordenó eliminar a tres de los colaboradores más cercanos y destacados que tenía el propio Müller en el organismo, y que entre otras cosas estaban orientados al seguimiento e investigación de sacerdotes homosexuales acusados de cometer actos de pederastia en diversas partes del mundo.
Cuando Müller fue relevado, solo tenía 69 años de edad. Y en su lugar, Su Santidad designó al también jesuita español Luis Francisco Ladaria Ferrer, el 1 de julio de 2017.
La gestión del cardenal Ladaria no ha estado exenta de versiones sobre presuntas confrontaciones con Francisco en torno a temas espinosos, como la vacunación, las bendiciones a las parejas del mismo sexo y otros, en los que el equipo de teólogos de la Congregación, ha preservado la doctrina de la Iglesia. Por ello se ha dicho que el papa busca sustituir al propio Ladaria (nacido el 19 de abril de 1944) por alguien afín a sus ideas.
Es así que desde hace semanas, en los círculos del Vaticano comenzó a circular la versión de que el Papa Francisco eliminaría al secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, monseñor Giacomo Morandi, como paso previo para que monseñor Charles Scicluna, actual Arzobispo de Malta y Secretario Adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, pueda ocupar el puesto titular, en lugar del jesuita Ladaria. De tal manera que, según la especie divulgada en los corrillos vaticanos, una vez que en razón de edad el cardenal Ladaria deje dicha Congregación, ascendería Scicluna.
Por lo pronto, el boletín emitido hoy lunes por la Santa Sede dice lo siguiuente:
«Dimisión y nombramiento del obispo de Reggio Emilia-Guastalla (Italia)
«El Santo Padre aceptó la renuncia a la pastoral de la Diócesis de Reggio Emilia-Guastalla (Italia) presentada por SE Mons. Massimo Camisasca, FSCB.
El Papa ha nombrado Obispo de la Diócesis de Reggio Emilia-Guastalla (Italia) SE Mons. Giacomo Morandi (fotografpia), actual Arzobispo titular de Cerveteri y Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, otorgándole el título de Arzobispo ad personam .»
Charles Sciclunaero resulta que la eliminación de monseñor Giacomo Morandi en la Congregación para la Doctrina de la Fe ya había sido adelantada por Messalatino desde el pasado 15 de diciembre, de la siguiente manera:
Congregación para la Doctrina de la Fe :
Las «purgas», más pesadas y profundas, como se mencionó anteriormente, afectarían a la Congregación para la Doctrina de la Fe .
Se sabe que el » responsum » con el que la Congregación negó la bendición de las » parejas » homosexuales no agradó al Santo Padre , como dicen. La disposición, de hecho, habría sido » aprobada » obtorto colo.
Además, la Congregación se habría opuesto cautelosamente al infame Motu Proprio «Traditionis Custodes», nuevamente para evitar divisiones y escisiones dentro de la Iglesia Católica, así como el establecimiento de una nueva e inútil Comisión sobre el Diaconado Femenino.
Más reproches y generalizados vendrían entonces de Casa Santa Marta por una supuesta falta de apoyo teológico al pontificado por parte de la Congregación .
Recordamos que la CDF no es el notario del Santo Padre sino un organismo de control y defensa de la ortodoxia católica. Su tarea es también examinar los documentos y, si es necesario, eliminar de ellos cualquier error o herejía doctrinal.
Así que el Santo Padre, nos dicen nuestras fuentes, estaría a punto de destituir de la Congregación al secretario Mons.Giacomo Morandi ( aquí ), conocido y apreciado en la Curia romana por su equilibrio en la gestión incluso de casos muy difíciles y delicados, trasladándolo a una diócesis italiana (probablemente Pesaro, Florencia o Reggio Emilia). Sabemos que muchos prelados dijeron que se sorprendieron y decepcionaron si se confirmaba su destitución.
Pero las sorpresas no terminan ahí:
En julio de 2022 expira el mandato del prefecto cardenal Ladaria . El Santo Padre incluso estaría dispuesto a asumir personalmente el liderazgo de la Congregación . Si es cierto, no tendría precedentes. Históricamente hasta 1965 los Papas también fueron » prefectos » del Santo Oficio pero gobernaron a través de un » Secretario «. A partir de 1965 se nombró a un prefecto y el Papa dejó la dirección del dicasterio. Si se confirmaran estas indiscreciones, por primera vez estaría la figura de un Papa Prefecto que debería autocontrolar sus propios actos. Una locura.
Los actuales subsecretarios, Mons. Matteo Visioli y Mons. Armando Matteo, recientemente nombrados sin ningún motivo particular, serían entonces nombrados Secretarios. Por lo tanto, el CDF se dividiría en dos áreas macro (Disciplinaria y Doctrinal) con funciones muy reducidas en comparación con el pasado.
Luigi.»
Un hecho que debe mencionarse es que monseñor Scicluna, entre los mencionados para hacerse cargo de la titularidad de la Congregación para la doctrina de la Fe, se ha visto ligado a escándalos financieros, como se podrá recordar, en el siguiente enlace:
Arzobispo empleado por Francisco para investigar casos de pederastia clerical en México y otros países, envuelto en turbios negocios con propiedades destinadas originalmente a obras piadosas
Por lo tanto, habrá que permanecer a la expectativa de los próximos movimientos papales. De esa manera se despejarán todas las dudas. Y, sobre todo, si son sólo cambios sin mayor impacto, sin trascendencia…o formarían parte de un giro en la orientación de los trabajos de la Congregación.
JOSÉ A. PÉREZ STUART.
Analista de Inteligencia.
En la fotografía: monseñor Giacomo Morandi.