Un estudio recientemente publicado en The Lancet equipara el abandono temprano de la escuela con los riesgos para la salud que conlleva fumar y beber en exceso. Por el contrario, los beneficios de la educación superior se comparan con el mantenimiento de una dieta saludable durante toda la vida, lo que reduce el riesgo de muerte prematura en un 34 por ciento.
El estudio encontró que el aumento de los niveles de educación se correlaciona con una menor mortalidad en adultos, lo que representa una disminución promedio del 1,9 por ciento.La investigación resumió los hallazgos y resultados de estudios anteriores para determinar cómo la esperanza de vida se ve influenciada por el nivel de educación de un individuo.
El estudio encontró que cuanto más educación tenga, más tiempo podrá vivir. El efecto es más fuerte para las personas más jóvenes menores de 50 años, mientras que para las personas mayores de 70 años es mucho menos significativo.
El estudio también encontró que la tendencia era similar tanto para hombres como para mujeres.
El equipo del estudio afirmó que la mortalidad adulta está disminuyendo en todo el mundo. Se prevé que esa tendencia continúe debido a varios factores de salud, como:
- Una mejor prestación de atención médica,
- El acceso a agua potable,
- El alivio de la pobreza
- Y el acceso a la educación.
Se cree que la educación afecta no sólo el buen funcionamiento de nuestra mente, sino también nuestra situación financiera y nuestra salud mental y social en general.
Las investigaciones muestran un vínculo entre la educación y la reducción del deterioro mental, en personas con enfermedad de Alzheimer hereditaria.
La Organización Mundial de la Salud enfatiza los beneficios de que los niños tengan fácil acceso a la educación básica y secundaria y que los adultos puedan cursar estudios superiores.
Un estudio similar realizado en 2023 por el premio Nobel Angus Deaton y su colega de la Universidad de Princeton, Anne Case, indicó un vínculo positivo entre la educación superior y el aumento de la esperanza de vida.
La esperanza de vida de las personas de 25 años o más con títulos de licenciatura ha aumentado constantemente desde 1992. Por el contrario, la esperanza de vida promedio de quienes no tienen un título universitario ha disminuido desde 2010, y la brecha entre los dos grupos se amplió durante la pandemia de COVID-19 en 2020 y 2021.
A pesar de descubrir variaciones sustanciales entre los estudios, la investigación colaborativa es un esfuerzo por medir cuantitativamente el impacto de la educación en la tasa de mortalidad.
Por Chimauchem Nwosu.
JUEVES 25 DE ENERO DE 2024.
