* «Bendición» a la ‘madre tierra’
El paganismo está experimentando un renacimiento.
Prueba de ello es la asistencia récord a las celebraciones de la «Noche de Kupala» de este año en Zakrzówek, Cracovia, Polonia.
Si bien gran parte de la sociedad considera las supersticiones peculiares un elemento del folclore, para muchos participantes es una oportunidad para expresar «experiencias espirituales». La Iglesia Católica se opone firmemente a estas prácticas, considerándolas no solo falsas, sino también una grave amenaza espiritual.
Como cada año, la noche del 20 al 21 de junio, Cracovia celebró la «Noche de Kupala». La organización son los Druidas Reformados de Gaia, quienes, a diferencia de los paganos, combinan diversas creencias precristianas en sus cultos.
Por lo tanto, entre los ídolos venerados se encontraban deidades de la mitología eslava, griega, celta e iraní. Durante los rituales, se invocaban los nombres de Belenos y Svarozyc, Helios y Apolo, Sol, Mitra y Agni.
A diferencia de años anteriores, el evento no tuvo lugar en el Montículo Krakus, sino en Zakrzówek, un popular embalse construido sobre una antigua cantera. Los participantes debían vestir ropa blanca, y las mujeres también debían proveerse de coronas trenzadas, que luego hacían flotar en el agua. Durante el evento, se hicieron ofrendas con los frutos de la tierra, y todo estuvo acompañado de invocaciones en honor a deidades paganas.
La «Noche de Kupala» de Cracovia despertó un gran interés este año. En Facebook, más de 7500 personas expresaron su interés y disposición a participar. Las fotos publicadas en redes sociales y los informes de prensa sugieren al menos varios miles de participantes. Algunos fieles se trasladaron a los bulevares del Vístula después de la medianoche para celebrar rituales paganos en paz, sin la compañía de curiosos.
Los participantes tuvieron la oportunidad de imprimir una guía de 11 páginas sobre la «Liturgia Nocturna de Kupala».
El texto describe el ritual de encender un fuego y realizar un sacrificio, así como invocaciones a deidades individuales. Los druidas, junto con los participantes, invocaron la protección de diversos espíritus e hicieron una «profesión de fe» pública. También hubo elementos políticos. Se imploró a los ídolos que protegieran a la Ucrania en lucha.
El presentador invocó la «luz de Baldur» y el «poder de Thor» para proteger a Ucrania de «todos los poderes de la oscuridad». También pidió que quienes ataquen a nuestro vecino oriental «sientan la furia de Thor» que inundará a los soldados ucranianos.
Al final, hubo una “bendición” de la Madre Tierra y los participantes fueron enviados con el comando de “ir por todo el mundo”.
El Catecismo de la Iglesia Católica, siguiendo la Sagrada Escritura, nos recuerda constantemente que debemos rechazar los ídolos de plata y oro, hechos por manos humanas, que tienen boca pero no hablan, ojos pero no ven…
Como explica, estos ídolos vacíos vacían al hombre: «Como ellos son quienes los hacen, y como ellos son todos los que confían en ellos» (Sal 115,4-5.8). Dios, en cambio, es el «Dios vivo» (Jos 3,10; Sal 42,3 y otros), que da vida y actúa en la historia.
Además, la idolatría no solo se refiere a los falsos cultos paganos, sino también a cuando el hombre adora a una criatura en lugar de a Dios o implora a los demonios su bienestar.
«La idolatría rechaza el único señorío de Dios; es incompatible con la comunión divina», afirma claramente el CIC en 2113.
La Iglesia Católica condena con especial firmeza todas las prácticas de magia o hechicería.
Las considera «gravemente contrarias a la virtud de la religión» y las condena especialmente cuando van acompañadas de la intención de dañar a otra persona.
El fenómeno del regreso del paganismo lo explica un profesor de la Universidad Gregoriana de Roma, el reverendo profesor Dariusz Kowalczyk SJ. Según él, el renacimiento de las creencias precristianas se está produciendo en el siglo XXI, cuando el hombre se jacta de los logros de su propia mente y la fe está siendo reemplazada cada vez más por la creencia en el poder del progreso.
Joseph Ratzinger observó astutamente que, cuando la razón se cierra a la fe en el único Dios, paradójicamente, los grandes problemas de la vida humana escapan al dominio de la razón y se convierten en presa de la irracionalidad, algo claramente visible en el mundo actual.
Otro fenómeno inquietante es la penetración del paganismo en la comunidad de la Iglesia.
No faltan quienes rezan a los santos y a la Madre de Dios, y al mismo tiempo acuden a un adivino y usan amuletos. Aquel a quien llamamos diablo siempre se beneficia de tal confusión —argumenta el jesuita—.
VARSOVIA, POLONIA.
LUNES 23 DE JUNIO DE 2025.
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