A través de un comunicado por el que los obispos de México pretenden una orientación pastoral a los fieles católicos en torno al gran revuelo causado por la declaración del dicasterio para la Doctrina de la Fe, Fiducia Supplicans, los prelados quieren precisar cuál es el alcance de las bendiciones a personas en “situación irregular”, particularmente quienes pretender conformar una unión entre personas del mismo sexo.
De acuerdo con el documento, tales bendiciones no serían posibles bajo esquemas litúrgicos; sin embargo, y dando un respaldo a la declaración, los obispos echan mano de “rica tradición pastoral de la Iglesia” para impartir “bendiciones informales” sin ahondar en un concepto preciso acerca de esta categoría.
En el comunicado, suscrito por el presidente de la CEM, el arzobispo Rogelio Cabrera López y el secretario general, el obispo Ramón Castro Castro, estas bendiciones informales son usadas en momentos distintos de la vida de la Iglesia, “en infinidad de situaciones”, como signo de nuestra alabanza y gratitud a Dios y como apertura a su gracia y misericordia. La bendición, por lo tanto, es un gesto de cercanía y acompañamiento para ayudar a las personas en situaciones irregulares como serían las que viven en una unión que pretende semejarse al matrimonio entre cónyuges del mismo sexo a quienes se pueden ofrecer oraciones no litúrgicas siempre y cuando no tengan el “ánimo de legitimar situaciones irregulares”.
No obstante, las discrepancias que se han dado a nivel internacional en donde algunas conferencias episcopales han rechazado tajantemente cualquier clase de bendición a uniones homosexuales, los obispos refrendan la comunión de la Iglesia de México con el Papa Francisco “siguiendo sus orientaciones para favorecer la caridad pastoral en el anuncio del Evangelio”.
Finalmente, la CEM llama a los sacerdotes a no generar confusiones “ni desvirtuar el sentido pastoral de lo que pide el Papa Francisco” asumiendo actitudes “de acogida, cercanía y discernimiento ante quienes soliciten una bendición”.
