Ayer, en el funeral celebrado por la agente de policía Ella French y celebrado por el arzobispo de Chicago, cardenal Blaise Cupich, pudo verse a la alcaldesa de la ciudad, la demócrata Lori Lightfoot, recibiendo la comunión pese a pertenecer a una denominación protestante.
Hay una razón por la que antaño no se distribuía la comunión en las misas funerales cuando existían razones para contar con la presencia de asistentes no católicos, para evitar el sacrilegio de que, por inadvertencia, un no católico recibiera el Cuerpo de Cristo. La alternativa es que el celebrante advierta a los asistentes de la naturaleza de la Eucaristía y pida a los ajenos a la Iglesia que se abstengan de comulgar.
Nada de esto se dio en la misa funeral de la agente de policía Ella French, oficiada por el cardenal Cupich, donde pudo verse a la alcaldesa Lori Lightfoot, de la iglesia Africana Metodista Episcopaliana de Sión, comulgando con la mano.
El caso es especialmente llamativo por hallarse en la ceremonia uno de los príncipes de la Iglesia llamado a elegir el próximo Papa cuando fallezca o renuncie Francisco, por la polémica que implica la intercomunión que pretende imponer el episcopado alemán en rebeldía y por la cercanía de la promulgación del motu proprio Traditionis custodes, en el que Francisco asegura estar preocupado por una reverente celebración de la Eucaristía.
Por Carlos Esteban.
Infovaticana.
