Con objeto de fortalecer la fe de los niños y adolescentes, mediante la administración de los sacramentos de Confirmación y Primera Eucaristía y en el contexto de la fiesta diocesana de nuestra Señora de la Asunción, el obispo de Aguascalientes, José María de la Torre Martín autorizó la emisión de protocolos sanitarios para llevar a cabo estas celebraciones religiosas.
A través de la circular 229 21/020, el pastor de la Diócesis explica que los protocolos, y las indicaciones de actuación que los mismos contienen, han sido debidamente validados por las autoridades del Instituto de Servicios de Salud del estado de Aguascalientes (ISSEA).
Se hace énfasis que se impartirán estos sacramentos a aquellos niños que hayan recibido la respectiva catequesis y cuyas ceremonias hayan sido programadas con anticipación para coincidir con la fiesta patronal. En el resto de los casos se recomienda posponerlas algunos meses.
Vivimos momentos críticos, humana y espiritualmente, social y eclesialmente, marcados por esta pandemia histórica del Covid-19. Esto ha modificado tanto nuestra vida ordinaria, que nos ha puesto en crisis, pues no estábamos preparados para ello. Nuestra vida cristiana también ha resentido, también este acontecimiento nos ha sacudido como Iglesia, nos ha hecho ajustar o modificar nuestra acción pastoral. La vida de gracia recibida por los sacramentos, como bien sabemos por la fe, es necesaria, es por ello que, en medio de esta situación y ante la necesidad de recibir los sacramentos se hace público el siguiente protocolo para tener cuidado y evitar contagios. El fin de estas celebraciones es la salud de las almas y el cuidado integral de los fieles.
José María de la Torre Martín, Obispo de Aguascalientes
Al mismo tiempo, se exhorta a los párrocos, vicarios y agentes de pastoral responsables de estas celebraciones, a poner un esmerado esfuerzo en las medidas sanitarias exigidas.
Dentro de lo establecido en el protocolo se deja en claro que, si el número de quienes serán confirmados o recibirán su Primera Comunión son muchos y el templo, o capilla, es reducido, se buscará un lugar abierto y con buena ventilación, además que las áreas deberán ser acordonadas para permitir solo el paso de niños y padrinos. No se permitirán las fotografías grupales y la salida al final de la celebración deberá ser banca por banca.
De igual forma, luego de cada celebración, sillas, micrófonos, misales y todo aquello utilizado para la misma, deberá ser sanitizado, además de registrarse puntualmente la asistencia de cada participante.
Con información de El Sol de Centro/Mario Luis Ramos