Un atacante se inmoló en un automóvil en el estacionamiento del hotel. No hay extranjeros entre las víctimas. El objetivo era probablemente el embajador chino que se encuentra en la ciudad en estos días.
Al menos 4 personas murieron y otras 12 resultaron heridas anoche por la explosión de una bomba en el Hotel Serena de Quetta, el único hotel de cuatro estrellas en la capital de la región paquistaní de Baluchistán, que utilizan como base las delegaciones extranjeras. La poderosa explosión se escuchó a varios kilómetros de distancia. El artefacto estalló en el estacionamiento del hotel, ubicado en el barrio de Sharah-e-Zarghoon; varios vehículos resultaron dañados. El atentado fue reivindicado por los talibanes. Un portavoz dijo a la agencia Reuters que un atacante suicida hizo estallar el coche.
Cuando se produjo el ataque, ningún embajador o miembro de una delegación extranjera se encontraba en el hotel y ninguno de los huéspedes extranjeros estaría entre las víctimas. Sin embargo, se cree que el objetivo era el embajador chino Nong Rong, quien se encuentra actualmente en Quetta pero no estaba en el hotel en el momento del ataque. El inspector general de la policía de Baluchistán, Tahir Rai, explicó que el departamento antiterrorista está investigando el incidente y que el hotel ha sido aislado. Las imágenes de las cámaras de seguridad muestran un incendio y una nube de humo que se eleva desde el estacionamiento.
Baluchistán, una de las provincias más pobres de Pakistán, es la base de varios grupos armados formados por extremistas islámicos y separatistas. Estas milicias reclaman la independencia y también se oponen a los grandes proyectos de infraestructura que China está construyendo en la zona para la explotación de los recursos naturales. Hace dos años hubo otro ataque a un hotel en Gwadar, donde los chinos están construyendo un puerto, y el 16 de octubre pasado siete soldados del Cuerpo Fronterizo de Baluchistán murieron en un tiroteo con un nutrido grupo de terroristas mientras escoltaban. un convoy de la empresa estatal Oil & Gas Development Company en la ruta de Karachi a Gwadar.
El atentado de ayer fue condenado por el portavoz del gobierno de Baluchistán, Liaquat Shahwani, quien lo calificó como «un ataque terrorista llevado a cabo por gente que no quiere el desarrollo de esta región». También agregó que el hotel estaba equipado con escáneres y controles de seguridad que ahora deberán ser revisados.
Entrevistada sobre este nuevo episodio de violencia, la activista cristiana de derechos humanos Mariyam Kashif, comenta desde Karachi a AsiaNews: “El gobierno de Baluchistán debe tomar serias medidas para la seguridad de sus ciudadanos. Rezo por la prosperidad de Pakistán, para que la paz puede prevalecer en este país, para que la gente pueda gozar de su libertad y vivir una vida tranquila”.
Por Shafique Khokhar
Quetta, Pakistán.
AsiaNews.