Tras un cuarto veto estadounidense en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) el 20 de noviembre, la abrumadora mayoría de las naciones de la Asamblea General de la ONU (AGNU) votaron para exigir un “alto el fuego inmediato, incondicional y permanente” en Gaza, rechazar “cualquier esfuerzo para matar de hambre a los palestinos” y respaldar a la agencia de ayuda de la ONU en la región que el parlamento israelí votó prohibir.
En la primera de dos resoluciones, el organismo mundial con 193 países miembros votó 158 a 9 con 13 abstenciones para apoyar la medida de alto el fuego inmediato, y 159 a 9 con 11 abstenciones en apoyo del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS).
Si bien las resoluciones del Consejo de Seguridad son jurídicamente vinculantes , las aprobadas en la Asamblea General no lo son, aunque sí brindan una indicación de la opinión mundial y pueden servir para ejercer presión política internacional. Ninguna delegación nacional tiene poder de veto en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Además de su demanda de un alto el fuego inmediato, la resolución de la AGNU del miércoles reiteró además “su demanda de la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes”.
Mientras que los militantes en Gaza tienen, según se informa, a unos 100 rehenes israelíes, los líderes cristianos en Tierra Santa han lamentado a menudo los miles de prisioneros políticos palestinos (es decir, “ rehenes ”) que Israel ha arrestado y mantenido durante décadas, a menudo reteniéndolos sin cargos ni juicio. Entre ellos hay niños que también son objeto de graves abusos . Hoy en día, los rehenes palestinos de este tipo que Israel tiene en su poder ascienden a unos 9.000.
La pequeña minoría de naciones que votaron con Israel y Estados Unidos contra la medida incluyeron a Chequia, Hungría, Nauru, Papúa Nueva Guinea, Paraguay, Tonga y Argentina, cuyo ex presidente católico Javier Milei rechazó a Jesucristo y se convirtió al judaísmo poco después de ganar las elecciones el año pasado.
Dos resoluciones de alto el fuego anteriores ( del 27 de octubre de 2023 y del 12 de diciembre de 2023), que empleaban un lenguaje más débil , también fueron aprobadas con mayorías abrumadoras, 121-14 y 153-10, respectivamente.
Tras abstenerse en todas las resoluciones anteriores, la votación del miércoles marcó la primera vez que Alemania e Italia afirmaron su apoyo a un alto el fuego al emitir su voto a favor de la medida. Este cambio dejó a Estados Unidos como el único miembro del «Grupo de los 7» ( G7 ) de las principales naciones industrializadas que aún se opone a poner fin a lo que Amnistía Internacional, y muchos otros, han juzgado como un genocidio .
La resolución exige además “el acceso inmediato de la población civil de la Franja de Gaza a los servicios básicos y a la asistencia humanitaria indispensables para su supervivencia, al tiempo que rechaza cualquier intento de hacer pasar hambre a los palestinos”. Esto incluye “la facilitación de la entrada plena, rápida, segura y sin trabas de la asistencia humanitaria, a gran escala y bajo la coordinación de las Naciones Unidas”.
Una estimación conservadora del total de muertes palestinas incluye 224.375, de las cuales 98.725 son niños.
En su reciente informe, Amnistía Internacional concluyó que Israel está imponiendo deliberadamente condiciones a los 2,3 millones de habitantes de Gaza destinadas a crear “una mezcla letal de desnutrición, hambre y enfermedades”, exponiendo al pueblo palestino “a una muerte lenta y calculada”.
Estas condiciones incluyen el asedio total de Israel a Gaza, cortando el suministro de alimentos, agua, electricidad y combustible, al tiempo que se niega persistentemente a facilitar cualquier ayuda humanitaria significativa a la que puedan acceder sus víctimas palestinas y obstruye proactivamente la importación de esos bienes que salvan vidas.
Estas acciones, combinadas con el desplazamiento masivo de la población, los extensos daños a las viviendas, hospitales , instalaciones de agua y saneamiento y tierras agrícolas de Gaza , han agravado los niveles catastróficos de hambre y la rápida propagación de enfermedades.
Teniendo en cuenta estos factores, un estudio publicado en julio en The Lancet proporcionó una justificación para estimar el total de muertes, incluidas las muertes indirectas debidas a causas como el hambre , la falta de medicamentos o la atención médica adecuada . Si se multiplica por cinco el número actual de muertes directas ( 44.875 ), es posible llegar a una estimación conservadora de más de 224.375 muertes totales en Gaza en los 14 meses transcurridos desde el 7 de octubre de 2023. Y con un informe reciente de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que identifica muertes en Gaza que comprenden aproximadamente el 44% de niños, es razonable estimar 98.725 muertes totales de niños.
A modo de comparación, el número de militares estadounidenses (no civiles) muertos durante el período de veinte años de la guerra de Vietnam (1955-1975) se estima en 58.281.
La ONU respalda a una organización de ayuda humanitaria que las autoridades israelíes quieren cerrar
La segunda resolución afirmó el mandato del OOPS, que fue establecido por la Asamblea General en 1949 y actualmente sirve como “la columna vertebral de toda la respuesta humanitaria en Gaza”. La medida establece además que “ninguna organización puede reemplazar o sustituir la capacidad y el mandato del Organismo para servir a los refugiados y civiles palestinos que necesitan urgentemente asistencia humanitaria para salvar sus vidas”.
La UNRWA y su misión crítica han sido objeto de calumnias crueles por parte de funcionarios israelíes y sus partidarios sionistas estadounidenses. No sólo personas como el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, han hecho acusaciones políticas de que la organización está “totalmente infiltrada por Hamás”, sino que las fuerzas israelíes han atacado y matado literalmente a más de 250 miembros del personal de la agencia.
Sin embargo, en abril, un informe independiente encargado por las Naciones Unidas concluyó que Israel no había aportado “ninguna prueba” para respaldar sus afirmaciones. No obstante, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken , uno de los muchos sionistas de alto nivel designados para la Casa Blanca de Biden, sostuvo en ese momento que la acusación era “muy, muy creíble”.
Como resultado, el respaldo de Estados Unidos a las graves acusaciones de Israel, que no tienen fundamento, llevó a la suspensión de la financiación de la UNRWA, que es ampliamente reconocida como el principal proveedor de alimentos, agua y suministros médicos a los palestinos de Gaza. Según los medios israelíes, ese era el objetivo de una “campaña” israelí para desfinanciar a la única agencia capaz de prevenir la hambruna en Gaza.
Y así, a fines de octubre, el parlamento israelí siguió adelante con la aprobación de dos leyes que básicamente prohíben esta organización humanitaria tan necesaria en la Franja.
En respuesta, la resolución de la AGNU afirmó a los gobiernos nacionales de la gran mayoría del mundo, “ Deplora la legislación adoptada por el Knesset israelí el 28 de octubre de 2024, y exhorta al Gobierno de Israel a cumplir con sus obligaciones internacionales, respetar los privilegios e inmunidades del Organismo y cumplir con su responsabilidad de permitir y facilitar la asistencia humanitaria completa, rápida, segura y sin obstáculos en todas sus formas hacia y a lo largo de toda la Franja de Gaza, incluida la prestación de servicios básicos muy necesarios a la población civil”.
Los continuos ataques israelíes contra civiles continúan a un ritmo acelerado y con impunidad
A pesar de la aprobación de esas resoluciones, Israel sigue perpetrando impunemente ataques terroristas genocidas sin precedentes contra los civiles de Gaza , incluido el atentado del domingo contra una escuela gestionada por la UNRWA que se había convertido en un refugio para familias desplazadas. Este ataque, que tuvo lugar en la ciudad de Khan Younis, en el sur de Gaza, mató al menos a 20 civiles, incluidos niños.
Ese mismo día, en el norte, militantes israelíes irrumpieron en una escuela que albergaba a familias palestinas desplazadas y mataron al menos a 15 personas, incluidos dos periodistas, y a una familia entera de cuatro personas, con dos niños, después de que la habitación donde se refugiaban fuera alcanzada por fuego de artillería israelí.
Otro periodista y cinco trabajadores de defensa civil también murieron en un ataque separado del ejército israelí en el campamento de Nuseirat, en el centro de Gaza, el domingo.
A pesar de esas reiteradas resoluciones, la relatora especial de la ONU sobre los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese , criticó la falta de respuestas concretas adoptadas por los países miembros de la ONU para exigir cuentas a Israel durante un panel en la oficina de las Naciones Unidas en Ginebra el miércoles.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí?”, preguntó.
Impunidad. Ésta es la palabra clave para entender la escala bárbara que ha adquirido el genocidio israelí. Desde su nacimiento, Israel nunca ha sido juzgado con el mismo criterio que la mayoría de los miembros de la comunidad internacional.
Israel ha desafiado innumerables resoluciones de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad, opiniones consultivas de la Corte Internacional de Justicia, y ha atacado al personal y las instalaciones de la ONU… sin sufrir jamás consecuencias”.
Nunca se aplican sanciones a Israel. Los procesos judiciales se ignoran o se eluden, y los intercambios comerciales continúan y las relaciones diplomáticas siguen intactas”, reprocha el abogado internacional italiano.
Los Estados miembros parecen paralizados, atónitos, y muchos de ellos siguen normalizando la ocupación, la represión del pueblo palestino, presentando su resistencia en el territorio que Israel ocupa como ‘terrorismo’ o, en el mejor de los casos, como una rabieta de una población rebelde incapaz de aceptar en silencio lo que la comunidad internacional ha decidido como su destino”.
Como experto en derechos humanos y como ser humano, tengo que oponerme a esto”, concluyó Albanese.
Los continuos ataques del ejército israelí contra la asediada Franja de Gaza son objeto de un proceso por genocidio iniciado por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia. Además, la Corte Penal Internacional ha emitido órdenes de arresto contra Netanyahu y el ex ministro de Defensa israelí Yoav Gallant, así como contra un dirigente de Hamás, por presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Por PATRICK DELANEY.
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