Arzobispo de Morelia abre jubileo sacerdotal, “Me he visto al borde de la muerte”

Guillermo Gazanini Espinoza
Guillermo Gazanini Espinoza

En catedral, acompañado de presbíteros compañeros de su generación, clero arquidiocesano, fieles e invitados, Garfias Merlos concelebró la misa con el obispo emérito de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza. Previo a su homilía, el IX arzobispo de Morelia dio lectura al decreto del año jubilar, del 23 de noviembre de 2024 al mismo día de 2025 con el lucro de indulgencias.

Al dirigirse al pueblo de Dios, el arzobispo agradeció todo el cariño otorgado en los 49 años de sacerdocio en las diferentes responsabilidades eclesiales que ha desarrollado. “Los invito a que nos unamos en la acción de gracias por mis compañeros que cumplimos 49 años de vida presbiteral. Nos ordenamos el 23 de noviembre de 1965 dentro del Año jubilar que se celebraba entonces…”

Garfias Merlos reconoció a sus compañeros de generación, entre ellos el arzobispo de Acapulco, José Leopoldo González González, “ustedes, todos los que nos acompañan en esta celebración, pueden ayudarnos a decir nuevamente al Señor ‘Aquí estoy para hacer tu voluntad’ solicitando la asistencia del Señor Jesús para que, como el Buen Pastor, afirmen esa respuesta vocacional.

No dejó de lado un elemento fundamental, la compañía en la oración de la Iglesia y en el cariño. Esto fue propicio para que reconociera los momentos críticos especialmente cuando su salud se ha visto notoriamente comprometida poniéndolo al borde de la muerte:

Como todos ustedes saben, he tenido momentos de gravedad en la enfermedad a partir del contagio que tuve del covid hace tres años y unos meses, después de la celebración de mis 25 años de vida episcopal. Y en este contagio, he vivido momentos casi de estar al punto de la muerte y, gracias a Dios, he recuperado la salud, hace poco menos de dos meses que tuve otra crisis de gravedad que me vi también al borde de la muerte y, por la providencia de Dios y su gracia, de una manera milagrosa, pude recuperar la salud y estoy aquí en mejores condiciones, sólo tengo la limitación para el movimiento en las piernas, pero lo demás, gracias a Dios, he mejorado bastante, sobre todo en el aspecto mental, emocional y espiritual en lo que me siento con mucha, mucha energía, mucha fortaleza de parte de Dios…

Al término de la homilía, aseguró la oración y cariño propio y de los sacerdotes hacia la comunidad presente, además de la cercanía. “Que podamos mantenernos muy unidos en este aspecto de oración y de cariño que nos haga dar gracias a Dios por todo lo que nos ha regalado y nos mantenga en esa actitud de gratitud a Dios y a nuestros hermanos…”

Arzobispo Carlos Garfias y Salvador Rangel, emérito de Chilpancingo-Chilapa, 23 noviembre, 2024
Arzobispo Carlos Garfias y Salvador Rangel, emérito de Chilpancingo-Chilapa, 23 noviembre, 2024

¿Quién es el arzobispo Carlos Garfias Merlos? Esta es la biografía como se difunde por el arzobispado de Morelia:

IX ARZOBISPO DE MORELIA

Mons. Carlos Garfias Merlos es el actual Arzobispo de Morelia; nació el 1º de enero de 1951, en Tuxpan, Michoacán. Realizó sus estudios de Humanidades, Filosofía y Teología en el Seminario Tridentino de Morelia. Posteriormente estudió la Normal Primaria en el Instituto de Capacitación del Magisterio de Morelia, obteniendo el título de Maestro de Primaria. Se especializó con el posgrado de Maestría y Doctorado en Psicoterapia y Espiritualidad en la Universidad Intercontinental de la Ciudad de México. El 23 de noviembre de 1975 se ordenó presbítero para la Arquidiócesis de Morelia, desde ese año fue formador y maestro en el Seminario diocesano

Durante dos décadas, en la segunda, en 1985 inició la experiencia del Curso Introductorio en el proceso de la formación en Erongarícuaro, Mich.; durante este tiempo su mayor preocupación fue la cercanía con cada uno de sus alumnos. Al mismo tiempo estuvo a cargo durante 10 años de la Rectoría de las Tres Ave Marías en la ciudad de Morelia, donde se preocupó en acompañar a las familias implementando programas de formación y acompañamiento a matrimonios y jóvenes.

El Santo Padre Juan Pablo II lo nombró Obispo de Ciudad Altamirano el 24 de junio de 1996, recibiendo la Ordenación Episcopal el 25 de julio.

  •  El 08 de julio de 2003, Su Santidad Juan Pablo II lo nombra Obispo titular para la Diócesis de Ciudad Nezahualcóyotl, de la cual tomó posesión el 22 de agosto.
  •  El 07 de junio de 2010 Su Santidad Benedicto XVI lo nombró Arzobispo de Acapulco y el 29 del mismo mes recibe el Palio Arzobispal en Roma de manos del Papa Benedicto, tomando posesión de la Arquidiócesis de Acapulco el 22 de Julio.
  •  El 05 de Noviembre de 2016 el Papa Francisco le confirió el gobierno episcopal del Arzobispado de Morelia, tomando posesión el 18 de enero de 2017, el 29 de junio de ese mismo año, recibe del Papa Francisco en Roma el Palio Arzobispal como Metropolitano de la Provincia de Morelia.

Desde el inicio de su Ministerio Episcopal (en las diócesis de Altamirano, Ciudad Nezahualcóyotl, Acapulco y ahora en Morelia), se ha caracterizado por promover el diálogo y la proyección de realizar caminos comunes para el bien de la persona y la sociedad en todos los ámbitos, cultural, político, social y religioso. En cada una de las diócesis en las que ha ejercido su ministerio episcopal ha enfocado su ministerio Pastoral en la Construcción de la Paz, siendo ello un proyecto piloto para las demás Diócesis de la Iglesia Católica en México. Su lema Episcopal: “Cristo es nuestra Paz”. Su labor evangelizadora en esta Iglesia Particular está orientada en dos Ejes Transversales:

  • a) La construcción de la paz, como respuesta evangélica a la cada vez más apremiante realidad de violencia e inseguridad que flagela nuestro pueblo, y ante cuyo sufrimiento no podemos ser indiferentes ni permanecer pasivos; a través de la recuperación de los distintos espacios de encuentro, convivencia y recreación; de la creación de Centros de Escucha para jóvenes y víctimas de la violencia; y con Talleres de paz, perdón y reconciliación; entre otras.
  • b)  La mística del primer Obispo de Michoacán Vasco de Quiroga que puso las bases de verdaderas comunidades cristianas que supieron proyectar su fe en la vida social, con una verdadera incidencia que transformó la realidad de su tiempo, como lo constatamos hasta nuestros días, a través de la promoción de la educación, la cultura, la salud, la devoción y la revitalización de las celebraciones litúrgicas.

Mons. Carlos Garfias Merlos fue nombrado por la Conferencia del Episcopado Mexicano, para el trienio 2016-2018: Primer Vocal del Consejo Permanente de la CEM y Responsable de la Dimensión de Justicia, Paz, Reconciliación, Fe y Política.
Ha enfocado su plan de trabajo en implementar acciones que pongan en práctica las cinco líneas propuestas por el Episcopado Mexicano para la Construcción de la Paz:

  • 1 La primera línea se refiere a la oración por la paz, puesto que la Paz es un don de Dios que se suplica y se acoge. La oración, con sus diferentes expresiones nos pone en condiciones de desear, trabajar y comprometernos por la paz.
  • 2La segunda línea tiene que ver con una campaña mediática por la paz en la que se busca transmitir mensajes de Paz, signos, palabras, actitudes, conductas y comportamientos que generen confianza y credibilidad, a través de los medios que tiene la Iglesia y también en los medios que hay en la sociedad, como radio, televisión, redes sociales y prensa.
  • 3 La tercera línea consiste en el acercamiento a los jóvenes en los lugares y en las condiciones en que se encuentran, para acompañarlos en sus sueños y en sus esfuerzos por participar en la edificación de la sociedad. La juventud es un sector estratégico que necesita de nuestra cercanía.
  • 4 La cuarta línea de acción implica el compromiso de acompañar y atender a las víctimas de las violencias, ofreciéndoles ayuda espiritual, psicológica y jurídica.
  • 5 Y la quinta línea de acción se refiere a la animación de los diálogos sociales en los que los diferentes sectores de la sociedad se encuentren y compartan sus sentimientos y sus pensamientos, sus propuestas y proyectos con el fin de que la sociedad civil se fortalezca y tenga una participación activa en este momento coyuntural.

Por su destacada trayectoria como promotor de la Paz, en 2017 es invitado a Corea del Sur, por parte de la Arquidiócesis de Seúl, a participar en el foro Para la paz de la península coreana, con el tema: La misión de la Iglesia de promover la justicia y la paz en América Latina. Para Mons. Carlos Garfias todos los encuentros de diálogo ofrecen una extraordinaria oportunidad para abrir la posibilidad de construir bases a fin de lograr un mundo mejor, más justo y más seguro. Sin buscar el protagonismo, sino animar y favorecer los procesos que ayuden a la construcción de la Paz, ha contribuido a crear conciencia de que: La paz tiene que ser una construcción social, que implique la justicia, la verdad, el perdón y la reconciliación.

En agosto de 2018 es nombrado por la Conferencia del Episcopado Mexicano, el Coordinador de los Obispos en los foros de consulta para trazar la ruta hacia el Pacto de Reconciliación Nacional, convocados por el Presidente Electo, el Lic. Andrés Manuel López Obrador. Dichos foros de escucha son un espacio de diálogo convocados para identificar las propuestas de los diferentes sectores de la población en diversas regiones del país y que éstas se conviertan en insumos para la elaboración de políticas públicas que permitan avanzar en la superación de la violencia, la construcción de la paz y la reconciliación nacional.

En la CVI Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano fue elegido, para el trienio 2018-2021, Vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano.

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