* Se lo llevaron anoche las fuerzas de seguridad y le ordenaron que incluyera «ropa para todas las estaciones».
* Fue ordenado obispo coadjutor con mandato papal en 2011 y no es reconocido por las autoridades porque se niega a afiliarse a la Asociación Patriótica, del Partido Comunusta Chino.
El año 2024 comenzó para los católicos en China con un nuevo arresto del obispo de Wenzhou, en la provincia oriental de Zhejiang. Fuentes de AsiaNews refieren que Mons. Peter Shao Zhumin -prelado de 61 años no reconocido por el gobierno chino y periódicamente recluido por las autoridades locales para impedirle que ejerza su ministerio al servicio de la vibrante comunidad católica local- fue detenido por las fuerzas de seguridad la noche del 2 de enero.
“Le ordenaron que llevara consigo la ropa que usa en primavera, verano, otoño e invierno -informan desde Wenzhou- por lo tanto, parece que la situación no es prometedora y que probablemente permanecerá en la cárcel durante mucho tiempo. Los fieles están preocupados porque ni siquiera saben dónde se encuentra detenido».
Mons. Shao fue ordenado obispo coadjutor con mandato del Papa Benedicto XVI en 2011 y, por lo tanto, sucedió a su predecesor, Mons. Vincent Zhu Wei-Fang, cuando este falleció en septiembre de 2016. Sin embargo, se negó a adherir a los organismos «oficiales» impuestos por el gobierno de Beijing a los católicos chinos y nunca obtuvo el reconocimiento de las autoridades, que consideran el puesto «vacante» y confiaron el gobierno a un sacerdote que es miembro de la Asociación Patriótica, el p. Ma Xianshi.
Mons Shao es regularmente arrestado en ocasión de las fiestas para impedir que presida celebraciones públicas en una ciudad apodada la Jerusalén de Oriente debido a sus iglesias. Este año, sin embargo, las cosas fueron un poco diferentes.
Unos días antes de Navidad, el 16 de diciembre, las fuerzas de seguridad se llevaron al obispo Shao, pero lo liberaron dos días después. Durante el período navideño, los días 24 y 25 de diciembre, fue trasladado al condado de Taishun, con el fin de impedirle que celebrara la Misa de Navidad. Pero aun así afirmó que había pasado una de las Navidades más tranquilas de su vida.
Sin embargo, el arresto se llevó a cabo días después, debido a una carta que Mons. Shao escribió al P. Ma el 31 de diciembre, creyendo en conciencia que debía protestar por las decisiones que se han tomado en la diócesis sin respetar su jurisdicción. «Le escribí – dice el texto que monseñor Shao hizo público – para expresarle mi deseo de reunirme con usted lo antes posible para discutir las soluciones de algunos de los complejos problemas que tiene la diócesis en este momento. Me respondió que para usted no era conveniente reunirse conmigo. Por eso vuelvo a escribirle para pedirle que transmita mis opiniones a mis hermanos sacerdotes y feligreses».
“En 2019 -sigue diciendo mons. Shao- sin mi permiso se ha llevado a cabo una redistribución de las parroquias y el traslado de los sacerdotes de esta Iglesia, una degradación no autorizada de la diócesis de Lishui a parroquia dependiente de la diócesis de Wenzhou. Cuatro años después, he vuelto a leer que se ha hecho una división de parroquias y el traslado de sacerdotes (decidido por el P. Ma para el 6 de enero, ndr) sin el permiso del obispo. Le escribí inmediatamente para solicitar un listado. Lo mismo se aplica a la ordenación de los seminaristas: según el derecho de la Iglesia, deben ser ordenados personalmente por el obispo de la diócesis o con un poder suyo. El Código de Derecho Canónico afirma que, quien recibe las órdenes sagradas de alguien que carece de poder legítimo para la ordenación, queda automáticamente suspendido”.
La carta habría provocado una fuerte reacción de los organismos eclesiales «oficiales» de Wenzhou y habría dado origen a la nueva detención de mons. Shao. «Ahora – concluye la fuente de AsiaNews – los fieles se movilizan en la oración por él, pidiendo al Señor que lo devuelva lo antes posible a su comunidad».
Al obispo Shao consuetudinariamente lo arrestan, o lo llevan de “vacaciones”, o quién sabe qué, el caso es que nuevamente ha ocurrido.
Ya sabemos que por allá en los sacros palacios dl Vaticano, si acaso van a decir vía Matteo Bruni, nunca en el Ángelus o vía Secretaría de Estado, que “seguimos con preocupación” lo que ocurre con él, e invitarán a la oración por él y por la Iglesia en China, bla, bla, bla.
secretummeummihi.