*Las nuevas directrices serán obligatorias para todas las escuelas católicas, a pesar de que contradicen abiertamente la fe católica y promueven la homosexualidad y la confusión de género entre los niños
La Arquidiócesis de Hamburgo, en Alemania, ha publicado nuevas directrices para la educación sexual que promueve la homosexualidad y el transgenerismo.
“Con un nuevo marco conceptual para la educación sexual en las escuelas católicas, la Arquidiócesis de Hamburgo está enviando una señal clara a favor de una educación sexual contemporánea, orientada a valores y científicamente sólida”, escribió la arquidiócesis en su comunicado de prensa .
Las directrices , tituladas “Hombre, mujer, diverso: Marco conceptual para la educación sexual en las escuelas católicas de la archidiócesis de Hamburgo”, serán vinculantes para todas las escuelas católicas de la diócesis.
Sin embargo, el documento contradice abiertamente la enseñanza católica sobre la ética sexual, promueve la homosexualidad y la ideología de género y afirma que los seres humanos tienen experiencias sexuales desde el nacimiento.
“El objetivo [de las directrices] es empoderar a los niños y jóvenes en la educación y la crianza para que moldeen sus vidas con mayor autodeterminación y responsabilidad personal con respecto a su identidad de género y orientación sexual”, afirma el documento.
El concepto dice que se nutre de “hallazgos de las ciencias humanas” y de la “teología moderna”, así como de documentos y debates del herético Camino Sinodal Alemán.
El concepto de sexualidad utilizado en las directrices se basa en el trabajo de Uwe Sielert, profesor emérito de “ciencias sexuales” en la Universidad Christian-Albrechts de Kiel, quien define la sexualidad como “la energía vital general que utiliza el cuerpo, se alimenta de una variedad de fuentes, tiene muchas formas diferentes de expresión y es significativa de muchas maneras diferentes”, en contradicción radical con la fe católica.
Sielert es el fundador de la llamada «educación sexual de la diversidad», que se imparte en escuelas de toda Alemania.
Fue alumno del profesor Helmut Kentler, el más célebre defensor alemán de la educación sexual «progresista», quien, como confirmaron las investigaciones posteriores a su muerte, dirigía una enorme red de pedofilia en Alemania.
Con la ayuda de las autoridades gubernamentales de Berlín, puso a muchos niños y adolescentes delincuentes al cuidado de hombres homosexuales y pederastas, quienes abusaron de ellos durante años.
Sielert, y por extensión las directrices de la Arquidiócesis de Hamburgo, considera a los seres humanos como seres sexuales desde su nacimiento hasta su muerte. Según esta perspectiva, incluso los bebés tienen «experiencias sexuales», como lo indican las directrices: «Es importante recordar que los seres humanos son seres sexuales desde el principio. La experiencia positiva del tacto suave que los bebés experimentan durante el cuidado personal es una de sus primeras experiencias sexuales».
El texto también difunde ideología de género a lo largo del documento, afirmando, por ejemplo, “La sexualidad es parte del desarrollo de la identidad, que incluye experimentar la propia persona: ¿Quién soy como niño u hombre, como niña o mujer, o como persona no binaria?”.
Además, las directrices describen las relaciones homosexuales como iguales al matrimonio heterosexual: “Los seres humanos están diseñados para interactuar con otros y para dar y recibir cercanía, seguridad, confianza y amor, lo cual se expresa, entre otras cosas, en la sexualidad, que no entendemos exclusivamente como sexualidad heteronormativa entre un hombre y una mujer”.
“El amor entre parejas del mismo sexo también es una expresión de amistad, confiabilidad, lealtad y apoyo en la vida”, continúa.
El documento también afirma que “la identidad de género y la orientación sexual no se pueden aprender, sino que están predeterminadas”.
Los dirigentes de la archidiócesis muestran su abierto desprecio por las enseñanzas de la Iglesia, citando al teólogo moral heterodoxo Stephan Goertz, quien dijo:
Para superar la brecha entre la doctrina y la vida, creo que la Iglesia Católica debe demostrar ser una institución capaz de aprender. Una institución que (1) aprenda a abordar su propia tradición de forma autocrítica, (2) considere lo que se desprende de la dignidad especial de los seres humanos para la formación de la sexualidad, y (3) tome en serio que las experiencias de los fieles son fuente de la enseñanza moral cristiana.
El arzobispo de Hamburgo, Stefan Heße, es conocido por su heterodoxia. Es partidario del herético Camino Sinodal Alemán y se ha pronunciado a favor de la ordenación de mujeres y de modificar la doctrina de la Iglesia sobre los actos homosexuales.
La enseñanza católica sobre la sexualidad
La Iglesia Católica siempre ha enseñado (incluidos los textos magisteriales posteriores al Vaticano II) que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” ( Persona Humana 8), pecaminosos y contrarios a la ley natural.
El Catecismo de la Iglesia Católica afirma además que los actos homosexuales «cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una auténtica complementariedad afectiva y sexual. En ningún caso pueden ser aprobados».
La Iglesia enseña también que el acto conyugal dentro del matrimonio entre un hombre y una mujer es la única forma legítima de sexualidad (cf. Familiaris consortio 11).
La Iglesia siempre ha sostenido que los seres humanos son creados como hombre o mujer (cf. Génesis 1,27) y que cada persona debe aceptar su sexo (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 2333).
Por ello, la Iglesia siempre se ha opuesto firmemente a la ideología de género y al transgenerismo, incluso en un documento reciente de la Congregación para la Educación Católica, publicado en 2019, titulado «Hombre y mujer los creó».
Por ANDREAS WAILZER.
MIÉRCOLES 11 DE JUNIO DE 2025.
LIFESITENEWS.
