La medida elimina el límite de dos hijos por núcleo familiar. La política del hijo único, aplicada por décadas, contribuyó a la desaceleración demográfica del país. Si bien no se han detallado, habrá ayudas para quienes quieran tener hijos. Los jóvenes chinos no quieren procrear porque desean mantener su actual nivel de vida.
El Politburó anunció hoy que las parejas casadas podrán tener hasta tres hijos. La noticia fue difundida por Xinhua. La agencia estatal de noticias señaló que se tomó la decisión durante una reunión presidida por el presidente, Xi Jinping.
El país se enfrenta a un verdadero reto demográfico. En 2020, la población superó los 1.400 millones, pero en comparación con 2019, los nacimientos cayeron un 18%: de 14,65 a 12 millones, según reveló el 11 de mayo la Oficina Nacional de Estadística. Al ritmo actual, los demógrafos prevén un descenso de la población en el corto plazo, lo que desembocará en una fuerte disminución del número de habitantes en edad de trabajar y alistarse en las fuerzas armadas. Para remediar el problema, el Politburó también decidió aumentar la edad jubilatoria de forma gradual, según informa Xinhua.
En abril, el Banco Central de China recomendó al gobierno que abandonara las políticas de control de la natalidad, ya que si no se toman medidas de este tipo el país perderá su fuerza económica. Los investigadores de la institución monetaria confirmaron el fracaso de la política del hijo único, aplicada en el pasado. Pese a que esta se flexibilizó en 2016, otorgando la posibilidad de tener dos hijos por familia, la situación no ha cambiado.
En promedio, las chinas en edad fértil dan a luz a 1,3 hijos por mujer, un indicador que dista mucho de los 2,1 necesarios para mantener la población estable. La cifra es también inferior a la de Japón (1,37 hijos por mujer), uno de los países con mayor población de ancianos a nivel mundial. Algunos investigadores estiman que en los próximos 10 años la proporción de mujeres chinas de entre 22 y 35 años se reducirá en más de un 30%.
La nueva política de planificación familiar prevé ayudas para las parejas que quieran tener hijos, pero no se detalla en qué consistirán. Los expertos sugieren que las mujeres reciban subsidios para compensar los gastos y los sacrificios profesionales en los que incurran como consecuencia de la maternidad. El apoyo financiero debe concentrarse en las grandes ciudades, donde los costes de vivienda y cuidado materno son más elevados.
Los jóvenes chinos no quieren tener hijos porque el costo es demasiado elevado y el Estado no brinda suficiente ayuda. Las generaciones más jóvenes prefieren evitar ser padres para mantener su actual nivel de vida. Este es el problema al que se enfrentan muchas sociedades occidentales, incluso aquellas que tienen sistemas de bienestar mucho más generosos que el de China.
Un sondeo realizado entre 31.000 usuarios de la red social Weibo, publicado en la cuenta de Xinhua, revela que 29.000 entrevistados manifestaron que no querían tener tres hijos.
Beijing, China.
AsiaNews.