Todo humano necesita identidad para ser verdaderamente humano, necesita pertenecer a una tierra. Y la tierra que Dios Nuestro Señor nos ha dado a nosotros es este territorio bello, es este territorio extenso, rico en cultura y tradiciones.
México tiene la enorme ventaja y riqueza de ser un pueblo nuevo, de ser una fusión de dos civilizaciones: de nuestros antepasados de carácter indígena, rica su cultura y también de la cultura que nos vino de Europa con los españoles. Pero nosotros somos una criatura nueva, somos una Creación nueva y tenemos la bendición que Dios Nuestro Señor nos ha dado de esta tierra que tiene mar, que tiene sierras, que tiene tierra fecunda, que tiene todas las posibilidades para que nuestra vida sea una vida digna.
Dios Nuestro Señor nos ha concedido el don de nacer aquí en México. Los mexicanos tenemos también una cultura y esa cultura es una cultura distinta, rica, generosa y sublime. Nada más contemplamos la belleza de las creaciones de las culturas de indígenas y nos quedamos maravillados de su significado, de saber que son patrimonio no solamente nuestro, sino que son patrimonio de la humanidad.
A través de todo nuestro caminar, cada uno de los Estados tiene su propia identidad. Tenemos costumbres, tenemos tradiciones y dentro de esas tradiciones tenemos el don de la Fe cristiana. México no puede entenderse sin la Fe cristiana y le ha dado el alma, le ha dado el espíritu, le ha dado ese sentido de trascendencia, le ha dado ese aprecio por la familia, por el ser humano, por nuestra tierra, por nuestras tradiciones.
Quiero invitarlos queridos hermanos a que ahora que celebramos estas fiestas patrias le demos gracias a Dios Nuestro Señor por nuestra tierra, por nuestra cultura, por nuestra familia, por toda la historia generosa y fecunda que tenemos. No sin reconocer que a veces ha habido momentos en la historia llenos de dolor y llenos de sufrimiento. Estamos pasando por uno, este no es un momento solamente de derramamiento de sangre, también lo es, por la violencia, y es un momento también de sufrimiento por este Covid – 19, este virus que nos ha trastocado toda la vida social, familiar, educativa y eclesial.
Pero somos un país bendecido, tengamos orgullo de ser mexicanos. Pero lo más precioso que tiene nuestra Patria son sus gentes, somos nosotros. México vale por la calidad de sus personas y la persona vale por la calidad de su corazón, de su inteligencia, de su amor y de su libertad.
Yo deseo para cada uno de ustedes, queridos hermanos, que tengan en su corazón el deseo de dar gracias a Dios Nuestro Señor, el orgullo de ser mexicanos y de cooperar a que tengamos una patria digna. Nuestra Patria necesita una renovación profunda y esa renovación primero es una renovación espiritual, del espíritu, una renovación cultural. No debemos perder nuestra cultura.
Hoy tenemos el peligro de tener una cultura de la diversión, no, volvamos a esas raíces profundas, tenemos necesidad de educación, tenemos necesidad de transformación social, tenemos necesidad de tener una amistad social entre todos los mexicanos.
Dios nos conceda caminos de libertad, paz y justicia para esta Nación.
Felices fiestas patrias y bendito sea Dios que nos ha dado esta tierra hermosa y bella.
Gracias.
Mensaje de Monseñor Alfonso Cortés
Sobre las fiestas patrias
