Ciudad del Vaticano
El VI Domingo de Pascua, 9 de mayo, el Papa Francisco rezó la oración mariana del Regina Coeli asomado desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano. Comentando el Evangelio dominical según san Juan (Jn 15, 9-17), en el que Jesús nos invita a «permanecer en su amor para que su alegría esté en nosotros y nuestra alegría sea plena» (vv. 9-11); el Santo Padre planteó una cuestión fundamental: «¿Cuál es este amor en el que Jesús nos dice que permanezcamos para tener su alegría?».
«Es el amor que tiene origen en el Padre, porque Dios es amor», dijo el Pontífice haciendo hincapié en que el amor que Jesús nos dona «es el mismo con el que el Padre lo ama a Él: amor puro, incondicionado, gratuito».
«Donándonoslo Jesús nos trata como amigos, dándonos a conocer al Padre, y nos involucra en su misma misión por la vida del mundo», puntualizó Francisco.
«Permanecer en el amor de Jesús»
Siguiendo la exhortación del Maestro, «permanezcan en mi amor», el Papa destacó que para poder lograr esta difícil meta de la vida es necesario cumplir con los mandamientos de Dios que Jesús resumió en uno solo «Amaos los unos a los otros como yo os he amado» (v. 12):
Decir «no» a otros amores: dinero, éxito y poder
Poniendo en guardia sobre los riesgos de desviarnos del camino marcado por el Señor, el Obispo de Roma reordó que amar como Cristo significa decir no a otros “amores” que el mundo nos propone: amor al dinero, al éxito, al poder…
«Estos caminos engañosos -aseveró Francisco- nos alejan del amor al Señor y nos llevan a ser cada vez más egoístas, narcisistas y prepotentes. La prepotencia conduce a una degeneración del amor, a abusar de los demás, a hacer sufrir a la persona amada».
Asimismo, el Pontífice reflexionó en su alocución sobre los peligros del amor enfermo que se transforma en violencia:
«¡Y cuántas mujeres son sus víctimas hoy en día!», añadió Francisco subrayando que esto no es amor ya que «amar como ama el Señor quiere decir apreciar a la persona que está a nuestro lado y respetar su libertad», es decir, amarla como es y gratuitamente.
Jesús nos conduce a la alegría plena
Finalmente, el Papa recordó que Jesús mismo nos ha dicho que este «permanecer en el amor del Señor» nos conducirá siempre a la alegría: «Para que mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría sea plena» (v. 11).
«El Señor quiere que la alegría que Él posee, porque está en comunión total con el Padre, esté también en nosotros en cuanto unidos a Él», expresó el Santo Padre afirmando que a pesar de nuestras infidelidades, «esta alegría de sabernos amados por Diosnos nos hace afrontar con fe las pruebas de la vida, nos hace atravesar las crisis para salir de ellas siendo mejores».
«Que la Virgen María nos ayude a permanecer en el amor de Jesús y a crecer en el amor hacia todos testimoniando la alegría del Señor resucitado», concluyó.
Francisco reza por Colombia tras los episodios de violencia
Tras rezar la oración mariana del Regina Coeli, en el VI Domingo de Pascua, el Papa Francisco pronunció sus habituales saludos a los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro.
Colombia en el corazón de Francisco
En esta ocasión, el Santo Padre dedicó un pensamiento especial al pueblo colombiano que en los últimos día ha sufrido estallidos de violencia y descontento social a causa de la reforma tributaria: «Quiero expresar mi preocupación por las tensiones y los enfrentamientos violentos en Colombia, que han causado muertos y heridos. Hay muchos colombianos aquí en la plaza, recemos por su patria», dijo Francisco.
Paz en Jerusalén y el atentado en Kabul
Por otro lado, el Pontífice manifestó que sigue con especial preocupación los acontecimientos que están teniendo lugar en Jerusalén.
«Rezo para que sea un lugar de encuentro y no de enfrentamientos violentos, un lugar de oración y de paz. Invito a todos a buscar soluciones compartidas para que se respete la identidad multirreligiosa y multicultural de la Ciudad Santa y prevalezca la fraternidad. La violencia sólo genera violencia. Basta de enfrentamientos», pidió el Papa.
Asimismo, el Papa rezó por las víctimas del atentado terrorista que tuvo lugar ayer en Kabul: «Una acción inhumana que golpeó a tantas jovencitas a la salida de la escuela. Recemos por cada uno de ellas y por sus familias. Y que Dios conceda la paz a Afganistán».
Beatificación del juez Rosario Angelo Livatino
En su alocución, Francisco también recordó que hoy, en Agrigento, ha sido beatificado Rosario Angelo Livatino, mártir de la justicia y de la fe.
El Papa felicita a todas las madres
Igualmente, como cada domingo, el Obispo de Roma saludó a todos los romanos y peregrinos, a gradeciéndoles por su presencia y en particular, saludó a las personas que padecen fibromialgia: «Les expreso mi cercanía y espero que crezca la atención a esta enfermedad a veces olvidada», dijo.
Antes de despedirse, el Papa dedicó unas palabras especiales a las madres que en Italia y en otros países del mundo como Perú, Brasil y Colombia, hoy celebran el «Día de la Madre».
«Este domingo se celebra el Día de la Madre en muchos países. Saludamos a todas las madres del mundo, incluso a las que ya no están con nosotros. ¡Aplaudamos a las madres!» concluyó Francisco deseando a todos un buen domingo.