La enfermedad de Alzheimer se ha convertido en un gran problema para el “desarrollo de la sociedad en cualquier país del mundo” y en un “riesgo para toda la humanidad”, afirma Serguéi Illarioshkin, miembro de la Academia de Ciencias de Rusia y director adjunto del Centro de Investigación de Neurología.
Según las estimaciones más conservadoras, actualmente en el mundo hay al menos entre 35 y 40 millones de personas que padecen Alzheimer o Parkinson y, por lo tanto, se espera que esa cifra se duplique para 2035 y se cuadruplique para 2050, advierte.
Todos queremos vivir no sólo mucho tiempo, sino también bien: mantenernos sanos incluso en la vejez. Pero actualmente no existe ningún tratamiento eficaz contra el Alzheimer, sólo métodos que pueden mitigar la enfermedad en su fase inicial”, señaló el académico.
¿Qué puede causar el Alzheimer?
Hay una serie de factores que determinan esencialmente el desarrollo de las enfermedades neurodegenerativas.
- Uno de estos factores, probablemente el más conocido, es el envejecimiento. Las neuronas, al ser células postmitóticas, son incapaces de dividirse, lo que, unido a su “hiperespecialización”, hace que carezcan de “ciertos mecanismos de defensa”, explica Illarioshkin.
- Otros factores incluyen las neurotoxinas con las que los humanos inevitablemente entran en contacto.
Varios estudios demuestran que las toxinas agroquímicas, que antes se utilizaban de forma agresiva en la agricultura, son causa directa de las enfermedades de Alzheimer y Parkinson”, señala Illarioshkin.
El efecto de estas sustancias ha sido confirmado por experimentos en cultivos celulares y animales de laboratorio: inducen cambios que reproducen estas enfermedades una a una”.
- Otro factor, calificado de “inusual” por Illarioshkin, es el efecto de las infecciones: estudios recientes revelan que las personas que sufrieron COVID-19 en el pasado son más propensas al Alzheimer que personas de edad similar que no contrajeron COVID-19.
- Otros estudios identifican el humo de los incendios forestales como un factor de riesgo potencial: aparentemente, este humo contiene “partículas dispersas de una masa molecular particular que actúan como un factor específico para el desarrollo de los cambios de Alzheimer tanto en humanos como en animales”, como lo expresó Illarioshkin.
Serguéi Illarioshkin© Foto: Rusia científica / Elena Librik
El inevitable envejecimiento de los tejidos humanos también es un factor, ya que conduce al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas a medida que las defensas naturales del cerebro se erosionan gradualmente con el tiempo.
Dicho esto, también existen mecanismos que hacen lo contrario, con la mejora de la calidad de vida, la mejora de la educación y el aumento asociado en el nivel de actividad cognitiva, y la mejora de la atención sanitaria ayudando a prevenir enfermedades neurodegenerativas.
¿Cómo se pueden combatir las enfermedades neurodegenerativas?
Es importante mantener bajo control las “enfermedades tradicionales” asociadas con la edad avanzada, como la hipertensión arterial, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la diabetes, dice Illarioshkin, argumentando la importancia de la “movilidad” como forma de lidiar con la presión arterial y la obesidad.“La falta de actividad física es el factor de riesgo de enfermedad neurodegenerativa confirmado más importante”, subraya.
La actividad cognitiva es tan importante como la actividad física, añade, señalando que el cerebro es un sistema muy complejo que necesita ejercitarse constantemente para funcionar correctamente.La “receta” de tales ejercicios mentales, dice Illarioshkin, ya es conocida: estudiar lenguas extranjeras y leer textos bastante complejos que obliguen al lector a reflexionar sobre ellos y comprenderlos.
Los síntomas del envejecimiento del cerebro inevitablemente aparecerán, por lo que el académico defiende la importancia de realizar chequeos de salud regulares a las personas mayores de 40 años, que puedan ayudar a identificar oportunamente los factores de riesgo y comenzar a enfrentarlos lo antes posible.Illarioshkin también insiste en la importancia de un sueño reparador y relativamente prolongado. Al parecer, cuando las personas duermen, el sistema linfático del cerebro, encargado de eliminar las proteínas responsables de diversas patologías, está especialmente activo.“Es obligatorio dormir al menos seis o siete horas. No siempre se puede sentir uno derrotado, todos los días, año tras año, por falta de sueño”, afirma.
Patología y tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas
Las enfermedades neurodegenerativas se desarrollan durante años antes de hacerse evidentes y los procesos patológicos surgen en el cerebro unos 15 a 20 años antes de que se manifiesten los síntomas.
El problema es que cuando se diagnostica por primera vez el Alzheimer o el Parkinson, el 40 o 50 por ciento de las neuronas de la zona clave del cerebro ya están muertas. Las primeras manifestaciones clínicas de la enfermedad se detectan cuando los mecanismos de defensa del cerebro están casi agotados, por lo que muchos medicamentos no tienen efecto”, lamenta Illarioshkin.
Por ello, defiende la importancia de diagnosticar lo antes posible los trastornos neurodegenerativos y la importancia de tomar nota de los síntomas que en realidad pueden ser precursores de estas enfermedades.
Estos síntomas incluyen:
- pérdida leve de memoria,
- problemas menores con la orientación espacial,
- dificultad para realizar acciones rutinarias
- y dificultad de comprender información nueva.
La gente suele decirme: ‘Si me diagnostican Alzheimer, ¿podría tratarlo?’. Hasta hace poco, yo habría dicho ‘poco probable’: había varios medicamentos que sólo ayudaban a estabilizar la situación en las primeras etapas de la enfermedad. Pero las cosas empezaron a cambiar: hace unos años aparecieron nuevos medicamentos que ayudan a ‘expulsar’ las proteínas patológicas del cerebro”, añade Illarioshkin.
El académico advierte que los tratamientos existentes sólo ayudan a frenar la progresión de las enfermedades neurodegenerativas, pero sugiere que en el futuro se crearán medicamentos nuevos y más efectivos.
Afortunadamente, han empezado a aparecer medicamentos que no sólo afectan a los síntomas, sino también al curso de la neurodegeneración, lo cual es importante”, afirma.
Estamos entrando en la era de la terapia molecular relacionada con la neurodegeneración, por no hablar de los métodos de terapia génica que se están desarrollando activamente, especialmente los destinados a las enfermedades genéticas”.
Una vez más, Illarioshkin destacó la importancia de diagnosticar correctamente la forma de “deterioro cognitivo” en el paciente para prescribir la medicación necesaria.
Para ello es necesario implementar y promover activamente los métodos de diagnóstico precoz”, afirma.
Por Andrei Dergalin.