Conmoción e indignación fue el sentimiento que invadió a la ciudadanía, tras darse a conocer, -ayer-, la crueldad con la que tres presuntos secuestradores, adoradores de satanás, le extrajeron los ojos a su víctima y después la asesinaron.
Fue la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), la que mostró fotos de los altares de dicha banda criminal, quienes fueron detenidos con otros tres supuestos miembros, los cuales operaban en el municipio de Tecámac.
La víctima de 24 años de edad, fue reportada como desaparecida el pasado 28 de agosto, en el Fraccionamiento Haciendas del Bosque en Tecámac; días después, el 30 de agosto, fue localizado su cuerpo en la colonia Santo Domingo Ajoloapan, del mismo municipio. Presentaba diversas lesiones en el cuerpo y tenía una venda y un lazo sujetados al cuello, por ello fue integrada la carpeta de investigación respectiva por el delito de homicidio calificado.
En lo que va del año, las Fiscalías de la CdMx y la mexiquense, han reportado decenas de plagiarios altamente violentos, quienes en las casas de seguridad donde operaban, se encuentran altares con toda una parafernalia de fotos, licores, alimentos y dulces, para rendir su lealtad a la “niña blanca” (Santa Muerte), o a Satán.
En opinión del Padre Omar Sotelo, director del Centro Católico Multimedial (CCM), “éste tipo de expresiones esotéricas, pertenecen a una religiosidad popular mal encauzada que se funda en la cultura de la muerte”.
En ese contexto, aseveró que este tipo de prácticas, “sólo traen eso: muerte, destrucción y denigración de la persona”.
En contraste, indicó que “la fe que vive un fiel y laico, es una fe de vivos, siempre profunda, que promoverá y protegerá la vida en todos los aspectos”.
“La fe que nosotros vivimos engrandece, exalta, dignifica; entonces este tipo de creencias a la santería, distorsionan la fe del ser humano y su capacidad de encontrarse e identificarse con el Dios de la vida”,
argumentó
Asimismo, anticipó que este tipo de expresiones llegan a ser a muy peligrosas, por lo que recomendó a la población a no involucrarse con ese tipo de ceremonias ni creencias; mucho menos poner un altar.
Enfatizó que la Iglesia católica, siempre nos va a proponer y ayudar a llegar al camino que nos lleva a Dios, “porque Jesucristo es un camino siempre de vida, esperanza y que dignifica y engrandece al ser humano”.
Aclaró que ese tipo de creencias se promocionan en nuestras comunidades y siempre han existido a lo largo de la historia; aunque siempre se mueven por el temor.
“Cuando alguien habla, promueve e inocula el temor en el corazón del ser humano, éste fácilmente puede ser dirigido y llevado a donde no quiere la fe viva, la fe de Jesucristo”,
subrayó.
El clérigo citó una parte bíblica:
“Dijo Jesús a los judíos que habían creído en Él: Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”, -(Juan 8: 31,32)-.
Sobre ello, dijo que
“esa es la fe que siempre hay que trabajar, la que nos quita los temores, nos da esperanza y que nos encamina siempre a la construcción del bien común”.